Opinión
Crítica: Perdidos en el Espacio – Temporada 1
Publicado
hace 7 añosel
Han pasado ya 50 años desde el último episodio de la serie original de Perdidos en el Espacio (1965-1968) y algunos aún recordamos el clásico soundtrack mientras olvidamos el de Tierra de Gigantes o El Túnel del Tiempo. No sé si se realizarán alguna vez los remakes de estos dos últimos, supongo que solo deberán ajustar algunos puntos para adaptarlas a un mundo científicamente más maduro que sabe que un planeta gigante tendría más bien gente más pequeña al haber mayor fuerza de gravedad que los impida crecer.
Y en Netflix se realizaron algunos ajustes en esta versión, adaptados para estos tiempos de familias multiraciales y mujeres emponderadas. La serie es buena, entretenida aunque debo decir que no me pareció extraordinaria, es un remake de un show que tuvo éxito en los años 60’s, tuvo su gran base de fans y hay nostalgia entre ellos, pero mientras más lejos en el tiempo está la serie, esa parte de nostalgia se reduce y queda solo la nueva generación viendo una serie más, que ante sus ojos tiene cierto parecido con «The 100». Es demasiado arriesgado comparar un producto exitoso de una época distinta con tiempos modernos (sobre todo cuando las demás series cuentan con el mismo nivel de calidad); ocurrió con el remake de Nino, una novela exitosa en su tiempo de la cual decían que hasta el presidente de la república cancelaba sus actividades para verla. El remake no duró mucho y pasó al olvido (sí, también estoy considerando el hecho de que el equipo de guionistas no estaba a la altura del proyecto).
Uno de los cambios más interesantes de esta serie es la transformación del doctor Smith en mujer (Parker Posey). En este caso el personaje es totalmente psicópata, cero gracia, cero empatía, el tipo de persona que durante una catástrofe te deja con la mano extendida y se va sin mirar atrás y esto es muy aparte del hecho de que un personaje psicópata no se vería bien en una serie familiar de los 60´s. El punto justo lo dió Gary Oldman (oh, sorpresa) en la película de 1998. La chispa del doctor original fue trasladada a Don West, quien en esta versión no salió de la Tierra con la familia Robinson sino que es un contrabandista con «calle». West no estaba destinado a ser colono, solo se dedicaba a contrabandear cosas que en otro planeta serian valiosas como el Whisky y regresaría con bastante dinero a la Tierra, pero debido al incidente que obligó a todos los tripulantes de la nave nodriza Resolute a aterrizar forzosamente en un planeta desconocido, él integra su vida a la de los Robinson.
Con respecto a los otros miembros de la familia, resalta el protagonismo y la inteligencia de Maureen Robinson, una madre ejemplar, brillante (debe serlo, es una científica de cohetes), totalmente a la par de su esposo.Su hija, Judy dejó de ser la tímida chica rubia mala para las ciencias en la versión original, para ser una guapa mulata producto del primer matrimonio de Maureen y con un alto coeficiente intelectual y además doctora, aunque debe lidiar con su falta de experiencia ya que aún no llegaba a la etapa de tratar pacientes sin supervisión cuando quedaron varados en otro planeta. Aquí también se ve cierto «Love is in the air»con Don West y ¿Quien sabe? A lo mejor nace algo más libre entre ellos y no solo el «No tengo de donde más elegir» de la Judy original. Penny es la niña rebelde con el síndrome del «hijo del medio», opacada por la inteligencia de Judy y la sobreprotección que le dan a Will por ser el menor. Es sarcástica y rebelde (en la versión original era el cerebrito de la familia pero aún conserva algo de su personalidad inocente). Will era un niño superdotado en la versión original y aquí es un niño normal, asustadizo y sobreprotegido por su madre pero que veremos madurar a fuerza de las experiencias que vivirá en el planeta. Con respecto a John, no hay muchos cambios excepto que es un combatiente que nunca está en casa por ese motivo y esto obligó a que separara de Maureen, ganándose ademas el resentimiento de Judy. Sip, una familia modelo… pero de la actualidad porque sigue siendo una familia funcional. Los conceptos cambian pero las familias siguen siendo familias.
La trama también es más lógica, ya que no se trata de una única familia escogida entre 10 millones para ir al espacio sino de algunas familias pudientes que costean su migración (no sin las pruebas científicas de rigor) hacia Alfa Centauri, alejándose de un planeta natal que está atravesando fuertes cambios climáticos. La temporada uno no explica con detalle el por qué de estos cambios pero la información llega al público por medio de flashbacks que nos van dando pistas periódicas sobre como empezó todo.
Legendary Entertainment (la superimportante productora de la serie) aún ha dejado mucho por descubrir, como por ejemplo: el robot no forma parte de la tripulación Robinson, así que ¿De donde vino? ¿Por qué tiene ese aspecto agresivo?
En cuanto a audiencia: Rotten Tomatoes le da 69% con puntaje de público 74%. Obtuvo 6.3 millones de vistas en sus tres primeros días , de esa cifra 1.2 millones llegaron al ultimo episodio (son 10) en ese periodo de tiempo. Así que tenemos una serie que está bien. Los datos , como siempre, los proporciona la empresa de medición Nielsen, recordemos que Netflix no brinda cifras de audiencia.
En resumen, estamos ante una serie con un buen nivel de calidad (Legendary produjo Batman de Nolan, así que no es una productora nueva en el campo) se nota que hubo esfuerzo aunque te deja cierta sensación de que falta algo, quizás por el hecho de que es un entorno competitivo en cuanto a calidad y como dije antes, es parecida a The 100, algo así como cuando ves Divergente y se te mezcla un poco con Los Juegos del Hambre y Maze Runner. Nada de esto, por supuesto le quita merito, véanla y den su veredicto.
La serie esta disponible en Netflix y estamos a la espera de la aprobación de la temporada dos. Confío en que hay buen material para seguir desarrollando la historia y si bien no la considero una superproducción, tengo la sospecha de que irá mejorando y colmará nuestras expectativas.
Ah, como dato final: «Danger, Will Robinson!» fue dicho por el robot solo una vez en toda la serie original. Efecto Mandela quizás.
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destacado
CRÍTICA: La vida sexual de las universitarias – Temp 3, Ep 1
Publicado
hace 2 díasel
22 noviembre, 2024**** sobre *****
*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
Si son fanáticos de las primeras dos temporadas de “La vida sexual de las universitarias”, seguramente ya sabrán que Reneé Rapp aparecerá menos en la tercera, habiendo decidido que prefiere dedicarle tiempo a su carrera de cantante en vez de actuar. Esto, claramente, resultará en la eventual desaparición de su personaje, Leighton, en la serie. ¿Pero cómo? Pues eso es algo que no nos demoramos en averiguar en el primer episodio. Resulta que su novia, Alicia (Midori Francis) se quiere ir de la Universidad de Essex para trabajar en Boston. Y (no tan) casualmente, el profesor de matemáticas de Leighton le ofrece hablar con un colega en MIT (¡en Boston!) para que se pase a dicha universidad a estudiar matemáticas, su verdadera pasión.
Conveniente, ¿no? O sea sí, pero es lo que la serie necesita —simplemente dará mucha pena ver a Leighton irse del show. Fuera de eso, sin embargo, este primer episodio hace un buen trabajo actualizándonos con las vidas de las chicas. Kimberly (Pauline Chalamet) y Whitney (Alyah Chanelle Scott) comienzan la historia peleadas debido a que la primera se metió con el ex de la segunda, Canaan (Christopher Meyer), pero felizmente terminan amistándose para el final. Whitney, además, tiene que acostumbrarse en la vida de una sorodidad. Y por su parte, Bela (Amrit Kaur) parece encontrar una nueva motivación para mejorar como persona, luego de enterarse de que no puede cambiarse de universidad por tener un GPA demasiado bajo: convertirse en mentora para los alumnos y alumnas de primer año.
Es bastante, especialmente considerando que el episodio es relativamente corto, pero como siempre, “La vida sexual de las universitarias” se mueve rápido y sin hacerse problemas, incluyendo todo tipo de diálogos graciosos y referencias a la cultura popular. Obviamente no todos los chistes funcionan, pero ninguno es demasiado estúpido, y ciertamente se ven beneficiados por el carisma de las protagonistas. Pero lo más importante de las dos temporadas anteriores, felizmente, sigue intacto: las buenas actuaciones, la química palpable y realista entre las actrices, y la franqueza con la cual temas relacionados a sexualidad y amistad son tratados por la creadora Mindy Kaling y sus guionistas. ¡Me muero por seguir con la temporada!
****½ sobre *****
*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
Llegamos al final de lo que podría considerarse como una de las mejores series del 2024. Y felizmente, “El Pingüino” ha concluido de manera satisfactoria —más que satisfactoria, de hecho. El personaje del título (Colin Farrell) por fin se ha convertido en el verdadero villano que siempre debió ser; Sofia Gigante (Cristin Milioti) ha regresado al asilo de Arkham, para volver a vivir su peor pesadilla. Pero más importante: lo que tanto nos teníamos, terminó pasando. Vic (Rhenzy Feliz), el eterno aliado de Oswald, es asesinado por este último luego de que tienen una breve conversación, en la que el primero le confiesa que lo considera como familia. El último cuchillazo en el corazón (no literal). El último paso que Oz tenía que dar para convertirse en lo que debía ser.
De hecho, lo que postula este último episodio de “El Pingüino”, es que Oz siempre fue así. Desde pequeño. No solo porque terminó matando a sus dos hermanos, como vimos en otro flashback, si no también porque siguió viviendo con su mamá después de eso, como si nada hubiese pasado. Para él, sus hermanos eran como obstáculo que le impedían estar con su madre, y que debían ser eliminados. Quería a su madre solo para él. Quería su aceptación. Quería darle la vida que siempre quizo tener. Pero como Oz no puede obtener todo lo que quiere, y mucho menos lo más importante para él, su madre termina teniendo un derrame, el cual la deja en estado vegetativo. Todo por lo que luchó, todo por lo que mató… se esfumó en pocos minutos. Y todo lo que queda es un Oz destruido, que lo tiene todo pero a la vez nada.
Es así, pues, que “El Pingüino” nos deja con una de las mejores construcciones de un villano que haya visto en un buen tiempo. A diferencia de lo que está haciendo Sony, la serie nunca trata de redimir a su personaje central ni mucho menos. No trata de convertirlo en un antihéroe. Lo que ha hecho es obligarnos a seguir a un personaje nefasto, a un psicópata al que entendemos, pero al que nunca llegamos a justificar. Es fascinante, y se cuelga de las excelentes actuaciones de Farrell, Milioti y Feliz. De hecho, si tengo una sola queja, es que “El Pingüino” no logra insertar suficientes referencias al mundo en el que sucede (¿cómo es que Batman ha ignorado todo lo que pasa en el show?) Y aunque me encantó la aparición de la Batiseñal al final, creo que pudieron haber puesto… más. Pero eso es lo único, ¡lo juro! Por lo demás, “El Pingüino” ha concluido muy bien, y ha demostrado ser, nuevamente, de lo mejor que hemos podido ver este año en streaming.
****½ sobre *****
*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
Ya nos vamos acercando al final. En el sétimo episodio de “El Pingüino”, llamado “El Jefe”, las cosas se tornan más complicadas para el personaje del título. Su madre, Francis (Deirdre O’Connell) ha sido capturada por Sofia Gigante (Cristin Milioti), y cuando llega a su casa en busca de Vic (Rhenzy Feliz), más bien se encuentra con Sal Maroni (Clancy Brown), quien le pide lo lleve a su base de operaciones en las alcantarillas. Después de todo, se quiere vengar de Oz por haber matado a su esposa, y de paso se quiere quedar con su operación de producción y distribución de drogas para compartirla con Sofia.
Es una situación compleja, pues, de la cual, para variar, Oz logra salir. Con la ayuda de un secuaz, logra apagar las luces de su base, se escapa de las garras de sus enemigos, y termina asesinando a Maroni… bueno, más o menos. Pelean, y este parece morir de un infarto, lo cual frustra a Oz, quien siempre quiere demostrar que es el ganador y es mejor de lo que el resto cree. Pero por su parte, en una conversación con Francis, Sofia se da cuenta de algo: todo este tiempo, quizo hacer algo nuevo, ser distinta. Pero ha estado jugando el mismo juego que su padre. Por ende, cuando Oz le pide que vaya a su base para entregar a su madre, hace algo diferente: le manda una bomba. Y aunque el Pingüino sobrevive (obviamente), para variar, los que pagan las consecuencias de la explosión son los residentes más pobres de la superficie. Al igual que con la inundación del Acertijo en “Batman”, son los más necesitados los que sufren por las acciones de estos villanos.
Es así que “El Pingüino” se va acercando a su final, sorprendiéndonos con giros narrativos interesantes y demostrando que ya se está acercando a un clímax potencialmente intrigante. Disfruté del flashback a la infancia de Oz con su madre (pues resulta que el pequeño Pingüino fue el responsable de la muerte de sus hermanos… o al menos eso parece), y disfruté de la escena entre Francis y Sofia, y de la intervención del Doctor Rush (Theo Rossi) en toda la situación. Sofia sigue siendo una antagonista formidable, dejando a Oz más solo que nunca. Aparentemente sin Vic (por el momento, asumo) y con un ejército muerto. ¿Qué pasará en el último episodio de la próxima semana? Tengo mis teorías, pero como siempre, estoy seguro que “El Pingüino” logrará sorprenderme.