Opinión
CRÍTICA – Iron Fist (Primera Temporada)
Publicado
hace 7 añosel
Habiendo ya visto las primeras dos temporadas de Daredevil, toda la primera temporada de Luke Cage, y la mayor parte de Jessica Jones, estaba preparado para odiar Iron Fist. Después de todo, esta primera temporada recibió críticas fatales, tanto por parte de la prensa especializada como por algunos fanáticos. Aparentemente, Danny Rand (Finn Jones) no era una personaje tan interesante y carismático como el Matt Murdock de Charlie Cox, la Jessica de Krysten Ritter, o el Luke de Mike Colter.
Imaginen mi sorpresa, entonces, cuando terminé disfrutando bastante de la serie. Ahora bien, hay que confesar que sí, se trata del show más flojo del mundo Netflix-Marvel hasta el momento, una primera temporada increíblemente irregular, llena de momentos emotivos y emocionantes, pero también de escenas de acción mal coreografiadas y secuencias absurdamente escritas. Pero de ahí a que sea un desastre absoluto… no lo creo. Por más que tenga varios defectos, el balance general de Iron Fist es positivo.
Jones interpreta a Danny Rand, un hijo de padres millonarios que se vio involucrado en un accidente de avión cuando era niño. El aeroplano cayó en las montañas de Nepal, y todos los ocupantes —incluyendo a su padre y a su madre— fallecieron, menos él. Felizmente para el chico, fue encontrado por los monjes de K’un-Lun, un mítico lugar aislado del resto del mundo, y entrenado para ser el Inmortal Iron Fist, el enemigo mortal de La Mano (la maligna organización que ya vimos en Daredevil), un súper héroe capaz de hacer brillar su puño y hacerlo invencible gracias al poder de su chi.
Años después y ya siendo un adulto, Danny regresa a Nueva York para reencontrarse con los miembros restantes de su familia y tratar de recuperar su compañía, Empresas Rand. Desgraciadamente, como todo el mundo creía que estaba muerto, no recibiría la cálida bienvenida que estaba esperando…
Mientras que Daredevil es una serie más brutal y sangrienta, Jessica Jones presenta una historia oscura llena de consecuencias terribles para todos sus personajes, y Luke Cage es más estilizada pero sin embargo, dentro de todo, bastante verosímil, Iron Fist apuesta más por una estética fantástica. Después de todo, su protagonista es un guerrero capaz de utilizar su energía vital para obtener grandes poderes; no fue parte de un experimento, ni sufrió un accidente. Fue entrenado para ser lo que es, por lo que en comparación al resto de súper héroes de Marvel-Netflix, es el menos basado en la realidad.
Y quizás fue esa una de las cosas que más le fastidió a ciertos televidentes. Por más que traten de insertar escenas de muerte y drama, Iron Fist no es un show particularmente realista. Trata de homenajear a las series y películas de artes marciales de antaño, y muestra personajes capaces de regresar de la muerte, o de curar a gente que está a punto de fallecer. Es necesario creerse toda la mitología detrás del personaje, así como la filosofía asiática —el uso de la energía vital llamada chi, por ejemplo— para que la serie no resulte absurda. A algunos podría constarles trabajo hacer esto, pero para mi, no hubo problema.
Ahora bien, sí es cierto que la serie comienza terriblemente. De hecho, recuerdo que mientras veía el capítulo 2, pensaba que todo lo que había leído y escuchado sobre Iron Fist era cierto, y que probablemente no llegaría a acabarla toda. El regreso de Danny a Nueva York, para reencontrarse con sus primos, Joy (Jessica Stroup) y Ward Meachum (Tom Pelphrey) es manejado de la manera más torpe posible; los personajes no reaccionan lógicamente, y Danny no es capaz de decir las palabras adecuadas para que no crean que está loco.
Felizmente, a partir del tercer episodio las cosas mejoran. Danny conoce a la gran Colleen Wing (la hermosa y fortísima Jessica Henwick), artista marcial y maestra de un dojo, y se involucra también la enfermera Claire Temple (Rosario Dawson), a quien hemos visto ya en las series anteriores y saldrá en The Defenders junto a los héroes. Ambos personajes resultan muy carismáticos y entretenidos de ver en pantalla, y le otorgan la energía necesaria que faltaba en los primeros dos episodios.
De hecho, los personajes femeninos en general resultan ser mucho más empáticos e interesantes que los masculinos. Colleen es desarrollada como una chica fuerte pero todavía algo inmadura, crédula pero muy hábil en las artes marciales, que se relaciona y, finalmente, se enamora de Danny porque siente que tiene mucho en común con él. Joy es la voz de la razón en Empresas Rand, y muchas veces uno siente pena por todo por lo que su hermano Ward le hace pasar. Wai Ching Ho está de vuelta como Madame Gao, y sigue demostrando que se trata de una enemiga formidable, y hasta Carrie-Anne Moss regresa como Jedi Hogarth para defender a Danny cuando se mete en problemas.
Esto, previsiblemente, resulta problemático, ya que ninguna de ellas es la protagonista de la serie. Ahora bien, el trabajo de Finn Jones como Danny no es malo, necesariamente. El problema acá es que el personaje no resulta particularmente encantador o divertido, y por momentos, más bien, lo frustra a uno debido a lo inmaduro e irritante que puede ser. Debo confesar que a Danny le va mejor en las escenas de pelea, y que Jones tiene sus momentos —especialmente las escenas que comparte con el Harold Mitchum de David Wenham—, pero en lo que se refiere a los protagonistas de estas series, definitivamente está por debajo de Daredevil, Jessica Jones y Luke Cage. Ojalá sea mejor presentado en The Defenders, y en la segunda temporada de esta serie.
De Harold Meachum no puedo mencionar mucho sin tener que malograrles algunas sorpresas; solo diré que siempre me da gusto ver al australiano David Wenham en pantalla (en mi opinión, un actor muy subvalorado), y que hace un gran trabajo con un personaje complejo, lleno de conflictos internos y actitudes agresivas, violentas. El Ward de Tom Pelphrey es absolutamente patético, y me resultó realmente sorprendente ver a Ramon Rodriguez como Bakuto, un miembro importante de La Mano. Da una actuación calmada pero intimidante, lo cual poco o nada tiene que ver con el último personaje que recuerdo haberlo visto interpretando (el amigo desesperante de Shia LaBeouf en Transformers 2).
Eso sí, para ser una serie de TV sobre un héroe experto en artes marciales, Iron Fist es frustrantemente inconsistente. No voy a negar que hay varias peleas intensas y emocionantes —como los retos que le impone Madam Gao a Danny en un episodio, o su combate contra un peleador borracho en China—, pero varias de estas también están flojamente coreografiadas. Varios de estos enfrentamientos me aburrieron por lo lentos que eran; ¡incluso en algunos podía darme cuenta cuando utilizaban dobles de acción! Sabes que estás en problemas cuando un personaje secundario —la Colleen de Jessica Henwick— parece, muchas veces, ser mejor peleadora que el protagonista supuestamente poderoso. Me quedo con la sencilla brutalidad de Daredevil.
Iron Fist es una serie muy fallida, pero sinceramente no creo que merezca todo el odio que le ha caído. A partir del cuarto o quinto episodio realmente comenzó a engancharme, y me dejó así hasta el desenlace, por más anticlimático y apresurado que este haya podido sentirse. La historia presenta unos cuantos giros inesperados bien realizados, y en varias instancias favorece el drama —bien escrito, bien actuado— por sobre la acción y la violencia. Los problemas entre Joy y Ward están particularmente bien manejados, y la reacción entre Danny Colleen funciona porque comparten bastante química (y porque Colleen es adorable). Iron Fist no llega a igualar a sus predecesoras, pero si han disfrutado de las otras series de Marvel y Netflix, no dudo de que los vaya a divertir.
Ahora, que venga The Defenders…
Cofundador y editor en NoEsEnSerie.com. Bachiller en Comunicación Audiovisual por la PUCP, y miembro de la APRECI—Asociación de Prensa Cinematográfica. Integra el staff de la revista MasGamers, las webs de Nintendo Pe y Fans de Zelda Perú, el portal web Cinencuentro, y el portal de cine peruano FotografiaCalato.com. Adicionalmente, es YouTuber para el canal Aprieta Start, y formó parte del staff de prensa del 18 Festival de Cine de Lima. También trabaja como fotógrafo para Star Wars Fan Club Perú. Desde enero del 2012 publica críticas y comentarios de cine en el blog Proyectando Ideas (el cual forma parte de la Asociación de Blogs de Cine). Crítico oficial de RottenTomatoes.com. Cinéfilo y seriómano empedernido.
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destacado
CRÍTICA: Star Wars: Skeleton Crew – Episodios 1 y 2
Publicado
hace 12 horasel
3 diciembre, 2024****½ sobre *****
*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
La galaxia desde la perspectiva de los niños. Eso es lo que nos ofrece “Skeleton Crew”. Mezclando referencias a películas como “The Goonies” o “E.T.”, con un estilo visual que me recordó bastante a las precuelas (en el buen sentido), estos dos primeros episodios de “Skeleton Crew” se desarrollan como una aventura encantadora, entretenida y visualmente impactante. Alejándose de los Skywalker y los Stormtroopers, la serie comienza en un planeta idílico, como una suerte de suburbio enorme, de casas bonitas y jardines amplios, para luego meterse de lleno en una galaxia peligrosa y llena de criminales y piratas. “Skeleton Crew” lidia con contrastes, y lo hace muy bien.
Nuestros protagonistas son Win el humano (Ravi Cabot-Conyers) y su mejor amigo, Neel el elefantito adorable (Robert Timothy Smith), unos niños que viven en la planeta ya mencionado, yendo a la escuela y preparándose para el futuro. El primero, sin embargo, vive en las nubes, soñando con los Jedi y jugando con sus juguetes en casa, mientras su padre, Wendle (Tunde Adebimpe) trabaja todo el día. Por otro lado, el segundo parece tener una buena vida familiar. Las cosas cambian, sin embargo, cuando se meten en una nave abandonada junto a dos chicas del colegio, la aguerrida Fern (Ryan Kiera Armstrong) y la fría KB (Kyriana Kratter). Es así que terminan en el espacio exterior, completamente perdidos, únicamente con la ayuda de un robot llamado SM 33 (voz de Nick Frost).
Como se deben imaginar, al menos en estos primeros episodios, la serie se centra en los niños tratando de regresar a casa. Luego de establecer bien sus relaciones y el tipo de planeta del que vienen, son arrojados a lo desconocido, a su primera gran aventura. Y es primero con SM 33, y luego a través de sus aventuras en un puerto espacial llenos de piratas, que se enteran de algo extraño: al parecer, mucha gente en la galaxia cree que el planeta del que vienen es un mito, una suerte de lugar legendario lleno de tesoro. Es por eso que nadie les puede dar direcciones, y que se maravillan cuando ven el dinero que tienen (básicamente, créditos de la Antigua República, como los que trató de usar Qui-Gon Jinn con Watto en Tatooine muchas décadas atrás).
¿Por qué es que nadie conoce su planeta? ¿Cómo es que terminó la nave enterrada cerca a sus casas? ¿Y cómo es que los chicos regresarán a casa? “Skeleton Crew” nos lanza varios misterios y preocupaciones, los cuales seguramente irán siendo resueltos a lo largo de la temporada. Pero también se logra desarrollar como una suerte de homenaje a las clásicas películas de aventuras infantiles de los ochentas, incluyendo varias referencias a filmes ya mencionados como “The Goonies” o “E.T.”, pero también a otras producciones de “Star Wars”, como las precuelas de Lucas (¡dicen la palabra “wizard” dos veces!), el Holiday Special (nadie se esperaba esa), series como “Rebels”, y más. Incluso hay un personaje terciario que hace referencia al personaje de Harrison Ford en “American Grafitti”, la segunda película de George Lucas! Ahora, ese es un deep cut.
Pero fuera de los homenajes, lo que me terminó de convencer de estos episodios fue el tono: se sienten como una verdadera aventura, divertida, inocentona y llena de encanto. Me gustan las caracterizaciones de los chicos (el adorable Neel, lógicamente, viene siendo mi favorito), los efectos visuales son geniales (el desarrollo visual del planeta de los niños es sublime, especialmente para los estándares de una serie de streaming), y nos han dejado suficientes interrogantes como para mantenernos en suspenso y con ganas de ver más. Y por supuesto, está el final, con la primera gran aparición de Jod Na Nawood (Jude Law). ¿De verdad será un Jedi, o será todo un truco? Porque también parecía ser el capitán pirata del prólogo. Supongo que lo averiguaremos pronto. En todo caso, hasta el momento, “Skeleton Crew” me ha encantado, incluso más que otras series más tradicionales y con más fanservice de “Star Wars”.
destacado
CRÍTICA: La vida sexual de las universitarias – Temp 3, Ep 2
Publicado
hace 4 díasel
29 noviembre, 2024**** sobre *****
*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
Y llegamos al momento mucho más rápido de lo que esperaba. Leighton (Reneé Rapp) ha sido aceptada para estudiar en MIT, y tiene que empacar lo antes posible para poder irse. Sin embargo, no se atreve a contarle nada de esto a sus amigas —Kimberly, Bela y Whitney—, por miedo a que se sienta demasiado real. Lógicamente, ellas eventualmente igual se enteran de la verdad, lo cual resulta en una escena bastante emotiva, que se siente como la verdadera despedida de la serie, tanto del personaje como de la actriz. Pero por supuesto, el cuarteto con el que tanto nos hemos encariñado deciden tener una última noche juntas —una noche de fiesta y solo amigas.
Como a la mayoría de fanáticos de “La vida sexual de las universitarias”, me da pena que Rapp haya decidido irse. Y sí, es un poco confuso que esté sucediendo todo tan rápido, en el segundo episodio de la nueva temporada. Pero dentro de todo y con lo difícil que es deshacerse de uno de los personajes más importante del show, creo que “La vida sexual de las universitarias” está haciendo un buen trabajo con esto. Además, la despedida de Leighton no es lo único que nos ofrece este episodio. También tenemos a Kimberly enamorándose de un chico potencialmente bisexual, a Bela tratando de lidiar con la británica Taylor (Mia Rodgers) en su nuevo trabajo de supervisora de estudiantes, y a Whitney (Alyah Chanelle Scott) tratando de rechazar a un chico increíblemente atractivo y millonario.
Es así, pues, que el segundo episodio de esta nueva temporada de “La vida sexual de las universitarias” se desarrolla casi como cualquier otro, mezclando momentos hilarantes con una narrativa interesante, y por supuesto, escenas emotivas, la mayoría involucrando a Leighton, lógicamente. El show le da la importancia debida a su despedida, no solo con la escena ya mencionada con sus amigas, si no también a través de una escena que comparte con su padre, sentados debajo de su árbol favorito del campus. Extrañaremos a Leighton (y por ende, a Rapp), pues, pero “La vida sexual de las universitarias” tiene una última sorpresa para nosotros. La última escena (¡el último plano!) deja muy en claro que las tres chicas que quedan tendrán una nueva roommate… pero recién nos enteraremos de quién es la próxima semana. ¡A aguantar no más!
destacado
CRÍTICA: La vida sexual de las universitarias – Temp 3, Ep 1
Publicado
hace 2 semanasel
22 noviembre, 2024**** sobre *****
*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
Si son fanáticos de las primeras dos temporadas de “La vida sexual de las universitarias”, seguramente ya sabrán que Reneé Rapp aparecerá menos en la tercera, habiendo decidido que prefiere dedicarle tiempo a su carrera de cantante en vez de actuar. Esto, claramente, resultará en la eventual desaparición de su personaje, Leighton, en la serie. ¿Pero cómo? Pues eso es algo que no nos demoramos en averiguar en el primer episodio. Resulta que su novia, Alicia (Midori Francis) se quiere ir de la Universidad de Essex para trabajar en Boston. Y (no tan) casualmente, el profesor de matemáticas de Leighton le ofrece hablar con un colega en MIT (¡en Boston!) para que se pase a dicha universidad a estudiar matemáticas, su verdadera pasión.
Conveniente, ¿no? O sea sí, pero es lo que la serie necesita —simplemente dará mucha pena ver a Leighton irse del show. Fuera de eso, sin embargo, este primer episodio hace un buen trabajo actualizándonos con las vidas de las chicas. Kimberly (Pauline Chalamet) y Whitney (Alyah Chanelle Scott) comienzan la historia peleadas debido a que la primera se metió con el ex de la segunda, Canaan (Christopher Meyer), pero felizmente terminan amistándose para el final. Whitney, además, tiene que acostumbrarse en la vida de una sorodidad. Y por su parte, Bela (Amrit Kaur) parece encontrar una nueva motivación para mejorar como persona, luego de enterarse de que no puede cambiarse de universidad por tener un GPA demasiado bajo: convertirse en mentora para los alumnos y alumnas de primer año.
Es bastante, especialmente considerando que el episodio es relativamente corto, pero como siempre, “La vida sexual de las universitarias” se mueve rápido y sin hacerse problemas, incluyendo todo tipo de diálogos graciosos y referencias a la cultura popular. Obviamente no todos los chistes funcionan, pero ninguno es demasiado estúpido, y ciertamente se ven beneficiados por el carisma de las protagonistas. Pero lo más importante de las dos temporadas anteriores, felizmente, sigue intacto: las buenas actuaciones, la química palpable y realista entre las actrices, y la franqueza con la cual temas relacionados a sexualidad y amistad son tratados por la creadora Mindy Kaling y sus guionistas. ¡Me muero por seguir con la temporada!