El 2022 será, por lo menos según lo planificado, un gran año para Marvel Studios. La extensión del Universo Cinematográfico ha alcanzado hitos, impensados hasta hace poco, con la tercera entrega del Spider-Man de Tom Holland uniéndose a los de sagas anteriores. Con el retraso de la nueva cinta de Doctor Strange, la compañía dejó como su primer estreno del año a Moon Knight, producción que ha llegado a la plataforma de Disney+ para confirmar que el MCU no queda rengo si se trata de series. De hecho, el año pasado hubo cierto consenso a la hora de poner en la balanza comparativa las películas del MCU (Black Widow, Shang-Chi, Eternals) versus las series (Wandavision, Loki, Hawkeye), decantándose la opinión popular, y la crítica también, por estas últimas.
Moon Knight, que apenas ha estrenado su primer capítulo, está creada por Jeremy Slater (guionista de The Umbrella Academy) y basada en una saga de cómics no tan conocida en la cultura popular, pero con un nicho ganado entre los más fervientes amantes de los cómics, lo que le permite maniobrar la trama y los personajes más libremente que en anteriores producciones.
La serie tiene como atracciones principales a los personajes que interpreta el polifacético Oscar Isaac, pues el protagonista sufre de una especie de trastorno de personalidad múltiple. En este primer episodio todo se ha enfocado en la primera personalidad, el poco afortunado Steven Grant, un ayudante de una tienda de museo sin muchas expectativas en su vida. Durante algunos pasajes, aparentemente sueños, aparece en lugares muy distintos y en situaciones que él mismo no puede explicar. Así, por ejemplo, tiene un primer encuentro con el villano de la serie, Arthur Harrow (Ethan Hawke), el líder de una secta religiosa que tiene alguna clase de poder místico que le permite liberar monstruos.
La serie ha apostado en su estreno por ser satisfactoriamente confusa, casi como una introducción a un thriller psicológico. Sabemos que las cosas se esclarecerán en los siguientes episodios, mientras tendremos la introducción de las demás personalidades del protagonista, pero el misterio se ha planteado acertadamente en el inicio, tanto en el argumento, como en la propuesta visual, particular respecto a lo que cualquier serie o película de Marvel nos tiene acostumbrados. Este es, evidentemente, el mejor atributo de Moon Knight, quien sin quedarse absolutamente aislada del sello del MCU, posee una identidad que se atreve a ser distinta y por supuesto que esta iniciativa casi siempre es bien recibida.
El elemento sobre el que se desenvolverá toda la serie, además de las personalidades adicionales de Steven Grant, será la relación tensa, pero cercana, que tendrá con Arthur Harrow. Quienes los interpretan, Isaac y Hawke, ambos como talentos indiscutidos, están en un genial duelo interpretativo, pero el guatemalteco es quien puede lucirse mejor por la complejidad y distintos registros de sus personajes. De todas formas, también es provechoso que el villano pueda desarrollarse y no solo llegar para los últimos episodios como nos estábamos acostumbrando en las anteriores series de Marvel para Disney+.
Lo deseable para los siguientes episodios es que el ritmo tan ligero e intenso, al mismo tiempo, pueda mantenerse. Este primer capítulo ha sido una ráfaga de buenos pasajes de acción, misterio y comedia. La libertad de sentirse tan alejada del tronco de los hechos del MCU le permite a Moon Knight explorar registros distintos que llenan de frescura a la propia serie desde su debut. Esperemos que los demás episodios se mantengan en esa vía.