****½ sobre *****
*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
Adaptar “The Last of Us: Parte 2” al audiovisual siempre iba a ser complicado, pero parece que el director-guionista-showrunner Craig Mazin está a la altura del reto. O al menos esa es la impresión que da con el primer episodio de la segunda temporada de “The Last of Us”, para Max, el cual se siente como el inicio (casi) perfecto para el retorno al mundo de infectados y comunidades cerradas de humanos en un mundo post-pandémico. Centrándose en la relación entre Ellie (Bella Ramsey) y Joel (Pedro Pascal) cinco años después de los eventos de la primera temporada, el episodio es suficientemente emotivo, emocionante y intrigante, dejando en claro que se trata de la calma antes de la tormenta.

Luego de un prólogo que nos presenta a Abby (Kaitlyn Dever) en una escena que nunca vimos en el videojuego, “The Last of Us” regresa a enfocarse en sus dos protagonistas. El problema, sin embargo, es que la relación entre Ellie y Joel se ha deteriorado, tanto así que el segundo ha decidido ir a terapia con la doctora Gail (Catherine O’Hara). La primera, por su parte, se dedica a entrenar, salir en rondas para asegurarse de estar a salvo en el pueblo, y más importante, entablar una relación cercana con Dina (una carismática Isabel Merced, orgullo peruano). Sin embargo, la amenaza de los infectados se mantiene constante, y Abby tampoco está demasiado lejos de nuestros protagonistas.
En pocas palabras, este episodio de “The Last of Us” se siente como una excelente adaptación del inicio del juego, que además cuenta con suficientes expansiones y diferencias como para justificar su existencia. Me gustó que haya una suerte de amistad o relación paternal entre Joel y Dina, y que el prólogo se centre en la perspectiva de Abby, como para otorgarle más humanidad. Y como siempre, el casting es perfecto; Bella Ramsey interpreta a Ellie de forma creíble y muy humana, Pedro Pascal es sorprendentemente vulnerable como Joel (increíble verlo empujar al tipo homofóbico que insulta a Ellie y Dina luego de que se besan), e Isabela Merced es ridículamente encantadora como Dina, tanto así que no resulta para nada difícil entender por qué Ellie se termina enamorando de ella. Lo bueno (o lo más grave), sin embargo, comenzará la próxima semana. Ahí de verdad veremos qué tan buen trabajo ha hecho Mazin con esta temporada.