Disney Plus
CRÍTICA: Star Wars – The Acolyte (Episodios 1 y 2)
Publicado
hace 12 mesesel
Episodio 1: Perdido/Encontrado
***½ sobre *****
*CUIDADO QUE HAY LIGEROS SPOILERS*
“The Acolyte” tiene la oportunidad de hacer algo interesante para la saga de “Star Wars”. Al llevarse a cabo unos cien años antes de los eventos de “La Amenaza Fantasma”, en una etapa conocida como la High Republic, se puede desligar de todo lo que hemos visto en las películas. Así que aquí no hay Skywalkers ni Sith (al menos ninguno relacionado a Darth Sidious), solo Jedi que no hemos visto antes, aparentemente envueltos en un misterio iniciado por una misteriosa figura y su aprendiz, la acólita del título llamada Mae (Amandla Stenberg).
Pero resulta que ésta última tiene una gemela; la ex Jedi Osha (también Stenberg), quien es acusada de asesinar a una maestra Jedi llamada Indara (Carrie-Anne Moss, a quien me hubiese gustado ver más). Es debido a sus acciones que el Templo Jedi envía a su ex maestro, Sol (Lee-Jung Jae, de “El juego del calamar”), a su Padawan, Jecki Lon (Dafne Keen), y a un curioso Jedi llamado Yord (Charlie Barnett) a buscarla. Así, “The Acolyte” comienza en este primer episodio a desarrollar un misterio: ¿cómo así la supuestamente finada Mae sigue viva? ¿Y por qué mató a Indira? ¿Y por qué Osha decidió abandonar la vida de Jedi años atrás? En ese sentido, “Perdido/Encontrado” logra llamar la atención del espectador, estableciendo todas estas preguntas, y situándolas en un contexto que no hemos visto antes.
Porque al menos este primer episodio de “The Acolyte” se termina sintiendo como una mezcla del estilo de las precuelas de George Lucas (diálogo algo tieso, un estilo visual clásico, un gran énfasis en los Jedi y el Templo en Coruscant, transiciones con todo tipo de “wipes”), con algo nuevo (momentos más humanos, un reparto más inclusivo). Esto resulta en un producto final que, al menos hasta este momento, todavía parece estar buscando su identidad, y que por momentos podría haber sido más emocionante. ¿Lo mejor? Las claras influencias del wuxia en la pelea entre Indara y Mae, y la inclusión de todo tipo de aliens (¡incluso Neimoidianos!) en la historia. Veremos que nos trae el segundo episodio.
Episodio 2: Venganza/Justicia
**** sobre *****
*CUIDADO QUE HAY LIGEROS SPOILERS*
Pues aquí es donde la cosa se pone interesante. Habiendo ya dejado en claro que Osha no es la responsable de la muerte de Indara, Sol y los demás Jedi deciden trabajar con ella, y viajan a un nuevo planeta luego de que Mae intenta asesinar a otro Jedi en el Templo local. Resulta que está intentando vengarse de los cuatro Jedi que fueron testigos de su supuesta muerte (y el verdadero fallecimiento de la familia de las gemelas) años atrás. Y por supuesto, Sol es uno de ellos.
Es en este contexto que conocemos a Qimir (Manny Jacinto, de “The Good Place”), un criminal que le provee todo tipo de cosas (incluyendo un tipo especial de veneno) a Mae. Y también que vemos a nuestros Jedi trabajando en equipo, primero para intentar evitar la muerte de otro maestro (Dean-Charles Chapman), y luego para tratar de atrapar a Mae. Hasta cierto punto, Osha es dejada de lado un poco en este episodio, limitándose a reaccionar a todo lo que sucede. Pero esto nos brinda la oportunidad de conocer mejor a Sol, Yord y Jecki, viéndoles trabajar en equipo, y en especial, enterándonos de los arrepentimientos con los que carga el Maestro. Quizás no pudo salvar a Mae tantos años atrás, pero quizás ahora sí podrá hacerlo.
Sin llegar a ser increíble, pues, este segundo episodio de “The Acolyte” logra cautivar tanto gracias al desarrollo del misterio central, como a la presentación de ciertos momentos de suspenso. Destacan el enfrentamiento entre Sol y Mae (¡más artes marciales con Jedi!), la introducción de Qimir, y por qué no, la escena final, en la que conocemos brevemente a Kelnacca (Joonas Suotamo), un Jedi Wookiee que seguramente se encontrará con Mae en el siguiente episodio. “The Acolyte” todavía no termina de cuajar, pero parece estar acercándose a ello. ¡Habrá que regresar la siguiente semana para averiguar si es que lo logra o no!
Cofundador y editor en NoEsEnSerie.com. Bachiller en Comunicación Audiovisual por la PUCP, y miembro de la APRECI—Asociación de Prensa Cinematográfica. Integra el staff de la revista MasGamers, las webs de Nintendo Pe y Fans de Zelda Perú, el portal web Cinencuentro, y el portal de cine peruano FotografiaCalato.com. Adicionalmente, es YouTuber para el canal Aprieta Start, y formó parte del staff de prensa del 18 Festival de Cine de Lima. También trabaja como fotógrafo para Star Wars Fan Club Perú. Desde enero del 2012 publica críticas y comentarios de cine en el blog Proyectando Ideas (el cual forma parte de la Asociación de Blogs de Cine). Crítico oficial de RottenTomatoes.com. Cinéfilo y seriómano empedernido.

Te podría gustar
-
CRÍTICA: Andor – Temporada 2, Episodios 10, 11 y 12 (FINAL)
-
CRÍTICA: The Last of Us – Temporada 2, Episodio 5
-
CRÍTICA: Andor – Temporada 2, Episodios 7, 8 y 9
-
CRÍTICA: The Last of Us – Temporada 2, Episodio 4
-
CRÍTICA: Andor – Temporada 2, Episodios 4, 5 y 6
-
CRÍTICA: The Last of Us – Temporada 2, Episodio 3
destacado
CRÍTICA: Andor – Temporada 2, Episodios 10, 11 y 12 (FINAL)
Publicado
hace 4 díasel
14 mayo, 2025
Episodio 10: Haz que se detenga
****½ sobre *****
Pues por fin pasó lo que tenía que pasar. Luego de años de espionaje, secretos, engaños, mentiras y trabajar en secreto, Luthen Rael (Stellan Skarsgard) falleció. Y falleció de la forma en que siempre hubiese querido: por su propia mano, luego de haber sido descubierto por Dedra Meero (Denise Gough) y revelado como el líder de la rebelión en Coruscant. Pero curiosamente, no se trata de una muerte inmediata. De hecho, apenas se acuchilla, los Imperiales se lo llevan a un hospital —después de todo, Dedra lo necesita vivo para que pueda confesar. Pero lamentablemente, la ISB tiene otros planes.
Es así que el décimo episodio de la segunda temporada de “Andor” se enfoca casi completamente en Luthen y Kleya (una increíble Elizabeth Dulau), con la segunda infiltrándose en el hospital como enfermera para encontrar a Luthen, quien todavía está vivo (con las justas) en una habitación climatizada. Pero no para encontrarlo y rescatarlo, si no más bien para sacarlo de su miseria —para que, nuevamente, muera como a él le hubiese gustado, sin confesarle nada a nadie, sin decirle a Dedra que, gracias a su ahora fallecido agente doble, sabe de la existencia de la Estrella de la Muerte. Y más importante, ahora Kleya es la única que sabe las palabras clave que serán de suma importancia para el futuro de la Alianza Rebelde: Jedha, Kyber y Erso.
Obviamente, cualquier fanático que se sepa al Episodio IV de la saga original y, más importante, a “Rogue One” de memoria, reconocerá estas palabras. Pero fuera de aquellas conexiones a las películas posteriores, lo mejor de “Andor” está en la forma en que humaniza la relación entre Luthen y Kleya. Los eventos del presente son intercalados con flashbacks que nos muestran como aquellos personajes se conocieron y, por supuesto, cómo Luthen fue radicalizando a una joven Kleya, demostrándole cómo el Imperio debía ser combatido. Todo esto resulta en un episodio emotivo, que concluye de forma apropiadamente solemne, pero a la vez, satisfactoria. Puede que Luthen esté muerto, pero sus ideales viven en Kleya —solo esperemos que a esta última no le pase nada malo en los siguientes dos episodios.
Episodio 11: ¿Quién más sabe?
****½ sobre *****
El Episodio 11 de la segunda temporada de “Andor” es de lo más tenso que nos ha entregado la serie. No solo porque involucra a Kleya tratando de comunicarse con los rebeldes con un código secreto, si no también porque nos muestra a los Imperiales tratando de descifrar dicho código, mientras Cassian (Diego Luna) eventualmente lo recibe en Yavin, y decide ir con Melshi (Duncan Pow) y K2-SO (Alan Tudyk) a Coruscant. Es así que la segunda mitad del episodio se siente como una carrera contra el reloj: ¿quién encontrará primero a Kleya, los Imperiales o Cassian? ¿Y qué decidirá hacer ella una vez que le transmita su conocimiento a nuestro protagonista?
Pero eso no es todo. También tenemos una excelente escena de interrogación, en la que el Director Krennic (Ben Mendelsohn) hace puré a la pobre Dedra, quien intenta ser honesta luego de que la acusan de ser una espía rebelde. Esto culmina en ella siendo trasladada a una celda —un destino bastante triste para un personaje que se había estado deleitando por años de ser despiadada y eficiente, pero que al esconderle información a sus superiores y tratar de atrapar a Luthen por sí sola, termina por acabar con su propia carrera. Después de todo, lo ÚNICO que le importa a Krennic y los Imperiales es mantener el proyecto de la Estrella de la Muerte en secreto. Todo lo demás es secundario. Nada más (ni nadie más) importa.
Es por todo eso que verdaderamente se comienza a sentir que estamos llegando al final. Que la serie de “Andor” está presentando de forma magnífica los últimos días de su protagonista antes de los eventos de “Rogue One”, enfatizando la importancia del proyecto de la Estrella de la Muerte para los Imperiales. Pero fuera de eso, este segundo episodio dirigido por el mexicano Alonso Ruizpalacios está lleno de detalles interesantes: desde el hecho de que vemos inmediatamente cómo K2 es considerando más como un amigo que como un droide por Cassian y los demás (aawww), hasta cómo ciertos elementos narrativos de episodios anteriores llegan a su culminación acá. ¿Lo único malo? “¿Quién más sabe?” termina con un cliffhanger inaguantable, y hasta ahora no sabemos qué es lo que pasará con Kleya. ¡No puedo creer que solo quede UN episodio para que “Andor” acabe para siempre!
Episodio 12: Jedha, Kyber, Erso
***** sobre *****
Y llegamos al final. ¡Pero qué final! Si hay algo que “Andor” en general, pero específicamente este último episodio han hecho, es, lo crean o no, mejorar a la película de “Rogue One”. Es decir, han hecho lo que pocas precuelas logran hacer: elevar el material al que preceden, haciendo que, en este caso, la “trilogía” de la Primera Temporada de “Andor”, la Segunda Temporada de “Andor”, y “Rogue One” funcionen bellamente como un todo. Pocas veces me he sentido tan emocionado, tan tocado y tan satisfecho con el final de una serie. Tony Gilroy, Alonso Ruizpalacios y el resto del equipo se han lucido de forma tremenda; el final de “Andor” no decepciona para nada. Ni está cerca de hacerlo.
¿Y qué es lo que pasa acá? Uf. Dedra termina en prisión, todo el trabajo que había hecho para el Imperio, eliminado. Partagaz (Anton Lesser) prefiriere suicidarse antes que ser castigado por sus superiores. Cassian logra rescatar a Aleya y, junto con Melshi, son salvados por K2-SO, quien se baja de la nave para acabar con todos los Imperiales que los estaban rodeando. Y más importante: el grupo logra regresar a Yavin IV, donde Cassian logra contarle a Mon Mothma (Genevieve O’Reilly, ahora sí con su peinado y look de “Rogue One”), el General Draven (Alistair Petrie), Bail Organa (Benjamin Bratt), y a la Senadora Pamlo (Sharon Duncan-Brewster) y el Senador Jebel (Jonathan Aris), a quienes habíamos visto en “Rogue One”, toda la información que recibió por arte de Kleya.
Inicialmente no le creen, pero como sabemos lo que eventualmente pasará en la película, al final, Cassian logra salir de Yavin IV junto a K2 para ir al Anillo de Kafrene. Es así que el episodio termina por empalmar PERFECTAMENTE con “Rogue One”, tanto así que, al terminar, lo primero que hice fue entrar a YouTube para buscar, apropiadamente, la escena de la película en el Anillo de Kafrene. Pero fuera de eso, el episodio nos deja con una sensación agridulce de esperanza; con el feeling de que hemos sido testigos de una serie que enfatiza las pequeñas acciones de gente rebelde de toda importancia, y que complementa bellamente a la película del 2016. En pocas palabras: este final deja en claro que “Andor” es literalmente LO MEJOR que Disney ha hecho con “Star Wars” y que, al menos para Vuestro Servidor, esta serie, junto con “Rogue”, es superior a las Secuelas. Lo he dicho, y dudo que me vaya a arrepentir.
Ah, y la cereza sobre el pastel: la escena final. Bix (Adria Arjona) y el hijo de Cassian. Un hijo al que sabemos nunca conocerá; ni siquiera sabrá de su existencia. La serie nos deja con ese pensamiento triste, pero también sabiendo que su legado quedará intacto, con Bix e incluso con B2-EMO (¡sí, sale al final!). Un desenlace más hermoso no podríamos pedir.
Ay, cómo te extrañaré, “Andor”.

Episodio 7: El mensajero
****½ sobre *****
Para variar, el primer episodio de “Andor” de esta semana comienza un año después de los eventos del episodio 6. Sin embargo, a diferencia de comienzos previos, “El mensajero” no se demora nada en establecer en qué situación se encuentran los personajes. Cassian (Diego Luna) y Bix (Adria Arjona) están viviendo en Yavin IV, cerca a la base rebelde, esta vez trabajando para un grupo más organizado e ignorando a Luthen. Y Dedra (Denis Gough) por fin recibe las órdenes que todos estábamos asumiendo ya llegarían: Ghorman debe ser destruida, y debe suceder pronto.
Una noticia que no le da explícitamente a Syril (Kyle Soller), pero que este último ya comienza a sospecha. Es así, pues, que el episodio comienza a poner a los personajes centrales en posiciones interesantes: Cassian decide viajar junto a Wilmon a Gohrman, convencidos de que tendrán la oportunidad de asesinar a Fedra, obviamente sin sospechar que se viene una masacre. Bix se queda en Yavin pero tiene una conversación importante con Vel (Faye Marsay), quien también ha dejado de trabajar con Luthen. Y Syril trata de comunicarse con los rebeldes de Gohrman, sin mucho éxito. Adicionalmente, unos cadetes nuevos (y demasiado jóvenes) del imperio llegan al planeta anteriormente mencionado, lo cual preocupa a sobremanera a Dedra.
Puede que sea obvio, pero lo mejor de “Andor” es que se siente como la acumulación de una tensión casi inaguantable que sabemos explotará pronto. La atmósfera de suspenso y vacío deprimente en Ghorman es palpable, y aunque esto se ve balanceado con la sensación de esperanza (aunque sea sutil) en Yavin IV, igual el espectador sabe que lo que se viene en los episodios será terriblemente trágico. Y bueno, también sabe que, a pesar de estar a Ghorman, a Cassian no le pasará nada, porque por algo ya vimos “Rogue One”. ¿Pero Dedra, Syril, y los rebeldes del planeta? Pues habrá que ver los siguientes dos episodios para ver quién sobrevive, y quien termina llegando al fin de su agitada existencia.
Episodio 8: ¿Quién eres?
***** sobre *****
Y llegó el momento que todos teníamos miedo de que llegara: la masacre de Ghorman. Y con eso, el mejor episodio no solo de la segunda temporada de “Andor” hasta ahora, si no también de toda la serie. Un episodio que se deleita en mantener al espectador en la más inaguantable tensión, ansioso mientras ve como el suspenso aumenta y aumenta y aumenta hasta explotar de la forma más violenta posible, colocando a sus figuras más importantes en puntos de absoluta vulnerabilidad. “¿Quién eres?” me dejó con el corazón en la garganta, totalmente afectado luego de haber visto como “Andor” desarrolló una marcha y eventualmente masacre de forma tan cruenta, tan emotiva.
Cassian está en Ghorman, listo para matar a Dedra. Dedra está trabajando junto a Capitán Kaido (Jonjo O’Neill), totalmente consciente de lo que tendrá que hacer. Wilmon sigue del lado de los rebeldes, y Syril recién se va dando cuenta de lo que está pasando. De hecho, me animaría a decir que Syril es la estrella, por así decirlo, del episodio —Kyle Soller hace un estupendo trabajo transmitiendo, con lenguaje corporal y expresiones faciales, el gradual cambio en el personaje, mientras se va dando cuenta de lo que Dedra está haciendo y de lo que le pasará a la gente de Ghorman. Y sí, hacia el final del episodio, Syril muere —asesinado luego de haber intentado matar a Cassian. El fin de un personaje verdaderamente patético, que obviamente contribuyó con las acciones fascistas de un Imperio totalitario, pero que termina siendo más triste que verdaderamente villanesco. Eso queda claro luego de que, antes de ser asesinado, Cassian le pregunta: “¿quién eres?”. Nada peor que morir como un anónimo, cuyo trabajo no valió nada.
En relación a la masacre, pues “Andor” nos entrega una de las secuencias más tensas que haya visto en un buen tiempo. La escenificación perfecta de lo que el Imperio es capaz de hacer, asesinando a todo un grupo de personas únicamente porque quieren un recursos importante para… bueno, construir una estación espacial gigante que se encargará de matar a millones de personas más. Personajes secundarios mueren luego de conmovernos con sus cánticos e himnos de rebelión, y Cassian sobrevive con las justas, llevándose consigo a un terrible droide imperial que asumimos eventualmente se convertirá en K2SO. Mucho se pierde, pero la pelea sigue adelante, por más de que Dedra y el Imperio se hayan salido con la suya —con terribles consecuencias.
Episodio 9: Bienvenidos a la Rebelión
***** sobre *****
Al final del día, la historia de Cassian Andor es una tragedia. Lo sabíamos desde que fuimos testigos del desenlace de “Rogue One”, y es algo que hemos estado viendo desarrollándose a lo largo de las dos temporadas de “Andor”. No obstante, es en este noveno episodio de la segunda temporada que se comienza a sentir más. No solo por la manera en que mezcla victorias con derrotas; un tono trágico con un tono esperanzador. Si no también por la forma en que Bix se despide de Cassian con un video, prometiéndole que se verán una vez que las cosas sean resueltas y la Rebelión gane. Algo que, lamentablemente, por la forma en que Cassian fallece en la película anteriormente mencionada, sabemos que nunca pasará. Una tragedia.
La manera, pues, en que se van respondiendo algunas de las preguntas que teníamos respecto a Cassian y la Rebelión en este episodio es magistral. Más que simplemente llenar huecos, lo que ha hecho el guionista Dan Gilroy es otorgarle motivaciones adicionales y creíbles a sus personajes, y obligaros a interactuar y tomar decisiones difíciles. Consideren, si no, el discurso de Mon Mothma en el Senado, donde denuncia el genocidio de los Ghorman frente a toda la galaxia, mientras la IBS conspira para asesinarla. O cómo finalmente se encuentra con Cassian, quien la ayuda a escapar del Senado para que eventualmente pueda llegar a Yavin IV y convertirse en la lideresa de la Rebelión.
Las piezas van colocándose en su lugar, y en vez de sentirse como algo obligatorio, cansado, se siente más bien como la culminación de todo lo que hemos estado viendo en estos episodios. Como el clímax emocional, tensional y narrativo de todo lo que hemos estado experimentando con estos personajes. Algunos casos, como el de Bix, se sienten inevitables. Y otros, como el de Luthen, quien al menos hasta ahora sigue vivo, no dejan de sorprender. Pero lo mejor de “Bienvenidos a la Rebelión” es que no deja de lado a Cassian, enfocándose en él y su rol de suma importancia en la Rebelión. Y por qué no, culminando con el nacimiento, por así decirlo, de K2-SO, quien asumimos tomará un rol grande en los tres episodios que saldrán la próxima semana. De verdad que no podría estar más contento con lo que “Andor” está haciendo con la franquicia de “Star Wars”.

Episodio 4: ¿Alguna vez has ido a Ghorman?
****½ sobre *****
Tal y como se había prometido meses antes de la salida de la nueva temporada, ha pasado un año entre los primeros tres episodios y los de esta semana. Por ende, al comenzar el Episodio 4 de la segunda temporada de “Andor”, vemos a los protagonistas de la serie en situaciones ligeramente distintas. Cassian (Diego Luna) y Bix (Adria Arjona) están viviendo escondidos en un departamento en Coruscant; el primero está paranoico y no deja que la segunda pueda vivir una vida regular. Syril (Kyle Soller) está ahora en Ghorman trabajando como supervisor, tratando de conectarse con los rebeldes locales. Y Dedra (Denise Gough) maneja el proyecto de Ghorman desde Coruscant, en secreto —aunque el doble espía de Luthen (Stellan Skarsgård) en el Imperio ya se ha enterado de la verdad.
Pero eso no es todo. El episodio también se concentra por un momento en Mon Mothma (Genevieve O’Reilly), a quien vemos ahora trabajando en el Senado en Coruscant, tratando de ganar votos para oponerse a una ley instaurada por el Emperador Palpatine. Es así, pues, que el episodio mueve todas sus fichas, dejando en claro que Cassian es incapaz de vivir una vida normal, Bix no puede dejar de tener pesadillas con el Doctor Gorst (Joshua James), Mon no tiene la influencia de antes en el Senado, y Syril se ha convertido en un espía decente, trabajando de lleno a favor del Imperio y sus ideas fascistas en un planeta que ya ha pasado por días terribles. De hecho, se hace una referencia inesperada a una Masacre de Tarkin (¡!), en la que el Gran Moff asesinó a más de quinientas personas en la plaza de la Capital.
Puede que la narrativa desarrollada por el episodio escrito por Beau Willimon no suene a mucho, pero lo que tenemos acá es de lo más intrigante que el show nos ha presentado hasta ahora. El desarrollo de la relación entre Cassian y Bix; los intentos por parte de Mon para combatir al Imperio desde el Senado; la forma en que la gente de Ghorman es caracterizada como los suizos del espacio, hablando en un idioma que parece ser una mezcla de francés y alemán; todo tiene paralelismos a hechos reales, pero se siente también suficientemente humano y complejo. Vemos cómo el contexto en el que los personajes se desenvuelven va cambiando para dar pie a los eventos de películas posteriores, incluyendo, incluso, a un Saw Gerrera (Forrest Whitaker) interactuando con Wilmon (Muhannad Bhaier) en la base de D’Qar que vimos en el “El despertar de la Fuerza”. El Episodio 4 de la segunda temporada de “Andor” está muy bien, y estoy seguro que nos llevará a cosas incluso mejores.
Episodio 5: Tengo amigos en todas partes
****½ sobre *****
El Episodio 5 continua con todo lo establecido en el anterior, aumentando la tensión y dejando en claro que nuestros protagonistas, en su mayoría, están en problemas. Cassian se ve obligado a abandonar a Bix en Coruscant para ir a Ghorman y ayudar a los revolucionarios. Bix, por su parte, parece entrar en un cuadro de depresión, drogándose en las madrugadas mientras ve televisión (o holovisión basura) – “¡buenos días, Coruscant!”. Y Wilmon es testigo del mundo violento en el que vive Saw Gerrera, eventualmente acompañándolo a lo que asumo es robar rhydon, un tipo de combustible para naves espaciales. Esto culmina en otro excelente discurso por parte del guionista Beau Willimon, con el que uno termina por entender mejor a Saw, su visión de la revolución, y la forma en la que vive (parece que es medio drogadicto el tipo…)
Fuera de eso, tenemos a Luthen en aprietos; su socia, Kleya (Elizabeth Dulau) descubre que uno de los tantos micrófonos que han escondido en las piezas falsas que venden en su tienda está a punto de ser descubierto, lo cual motiva al primero a quejarse de que están haciendo demasiado. Están plantando demasiados micrófonos, tejiendo demasiadas redes de mentiras, usando demasiada gente; se están ahogando, y estas son las consecuencias. Y Syril, por supuesto, regresa a Coruscant no solo para ver a su madre, si no también para reportarle sus avances a la ISB. ¿El resultado? Lo que considera es el mejor día de su vida, ya que termina por confirmar que será capaz, en teoría, de manipular a sus contactos de la revolución en Ghorman gracias a su condición como doble espía.
O quizás no. Porque Cassian le dice al líder de dicha revolución, Carro Rylanz (Richard Sammel) que en teoría podrían atacar los transportes imperiales que quieren robar, pero que no lo recomienda. Esto podría resultar en planes frustrados, no solo para los locales de Ghorman, si no también para lo que Syril está proponiendo. Y es ahí, precisamente, donde radica lo mejor de este episodio de “Andor”: en que todo se siente interconectado, como piezas de un dominó que afectan la una a la otra, y que nos mantienen en tensión precisamente por lo que podrían terminar causando en el siguiente episodio. Es todo muy tenso y entretenido, demostrando que “Andor” es de lo mejor que “Star Wars” ha hecho en un buen tiempo, manteniendo un tono serio y lleno de suspenso y similar al de cualquier buena película contemporánea de espías. ¡Solo un episodio más esta semana!
Episodio 6: Qué noche tan festiva
***** sobre *****
Si ya de por sí “Andor” ha manejado un nivel bastante alto esta temporada, el Episodio 6, llamado “Qué noche tan festiva”, logra sentirse como la culminación de todo lo que ha sucedido hasta ahora. Haciendo que la mayor parte de narrativas introducidas en los dos episodios anteriores converjan, lo que tenemos acá es de lo mejor que se ha hecho con “Star Wars” hasta ahora. No solo a nivel temático o narrativo, si no también emocional. Después de todo, luego de ayudar a la revolución de Ghorman junto al amor de su vida, Vel Sartha (Faye Marsay), la guerrera Cinta Kaz (Varada Sethu) termina muriendo. Y no como una fuerte revolucionaria, si no más bien de la manera más estúpida, asesinada de casualidad por uno de los Ghorman.
Con esto, Tony Gilroy y Beau Willimon nos dicen mucho sobre la inevitabilidad de la muerte, manifestando que no toda muerte es heroica, por más de que la persona en morir sea efectivamente una heroína. La muerte de Cinta se siente como un desperdicio, pero precisamente por eso resulta desgarradora; de lo más emotivo que el show ha hecho hasta ahora. Además, el episodio entrelaza dicho suceso —en el contexto del robo de los transportes imperiales en Ghorman— con Kleya y Luthen en una fiesta senatorial en Coruscant, donde deben quitarle el micrófono escondido a la pieza mencionada en el episodio anterior. Con esas dos secuencias siendo presentadas en paralelo, el episodio llega a un nivel de tensión casi inaguantable, aprovechando al máximo el interés que el espectador tiene en la narrativa y en los esfuerzos increíbles que hacen los personajes.
Resulta, pues, casi deprimente pensar que luego de este episodio volveremos a tener un salto temporal de un año hasta el episodio de la próxima semana. Pero por lo menos logra terminar de formar un poco más esperanzadora, expertamente contrastando la reacción de Vel a la muerte de Cinta, con el relajo que sienten Luthen y Kleya luego de cumplir con su misión, y por supuesto, la escena final. Bix por fin logra vengarse del desgraciado del Doctor Gorst, y con la ayuda de Cassian, se infiltra en su laboratorio, dejándolo amarrado en una silla para ser torturado hasta que alguien eventualmente lo encuentre (es decir, por horas o hasta días). “Qué noche tan festiva” es lo mejor que “Andor” nos ha entregado hasta ahora, siendo su único “pero” el que incluya a un senador Bail Organa, ahora interpretado por Benjamin Bratt en vez de Jimmy Smits. No es nada terrible, pero tendremos que acostumbrarnos… algo que seguro pasará la próxima semana.

CRÍTICA: Andor – Temporada 2, Episodios 10, 11 y 12 (FINAL)

CRÍTICA: The Last of Us – Temporada 2, Episodio 5

CRÍTICA: Andor – Temporada 2, Episodios 7, 8 y 9

CRÍTICA: The Last of Us – Temporada 2, Episodio 4

CRÍTICA: Andor – Temporada 2, Episodios 4, 5 y 6

CRÍTICA: Andor – Temporada 2, Episodios 1, 2 y 3

CRÍTICA: Andor – Temporada 2, Episodios 4, 5 y 6

CRÍTICA: Andor – Temporada 2, Episodios 7, 8 y 9

CRÍTICA: The Last of Us – Temporada 2, Episodio 3

CRÍTICA: The Last of Us – Temporada 2, Episodio 2

CRÍTICA: Andor – Temporada 2, Episodios 10, 11 y 12 (FINAL)

CRÍTICA: The Last of Us – Temporada 2, Episodio 5

CRÍTICA: Andor – Temporada 2, Episodios 7, 8 y 9

CRÍTICA: The Last of Us – Temporada 2, Episodio 4
