Opinión
Ozark, y el teorema de la abundancia
Publicado
hace 8 añosel

Mientras estaba por empezar el texto de esta semana, mi esposa mediante un WhatsApp me hizo recordar, de forma amable, que no olvide de pagar todos los servicios, depósitos y demás del mes en curso. Como buen samaritano que soy, tuve que cerrar el Word, abrir la web del banco y ver como poco a poco se iba debilitando mi cuenta de ahorros. Este anclaje a la realidad, continuo y sostenido, no hizo más que llevar a mi cabeza una palabra bendita para muchos: Dinero, ese maldito aliciente que mueve nuestra realidad y también la ficción.
Claro y por qué no escribir de una serie que solo habla de eso: Plata, pasta, efectivo, moneda, mosca, billete, dinero. Ese es el texto con el que empieza OZARK. Una serie que radica no en la ausencia de dinero sino en la abundancia. Ahí empieza el problema a resolver de la ficción, ¿qué hago con tanto dinero que no es mío?
Martin “Marty” Byrde, un contable exitoso que, junto a su socio, llevan casi una década colocando fondos de inversión de acomodados peatones de Chicago, siendo su mayor cliente un narco mexicano que encarga el lavado de millones de dólares por año al grupo financiero. Pero algo pasa – claro algo tiene que pasar pues sin problemas no podemos tener serie – cuando una pequeña extra comisión no declarada del socio hace que el mafioso barra con todos menos con Byrde, quien asegura que podría lavar 8 millones de dólares en 1 mes en el condado de Ozarks, y gracias a esta promesa salva su cabeza. Y hasta aquí llegó el spoiler.
El resto de los episodios muestra a los Byrde buscando diversificar el dinero negro en una región tan hermosa como inhospitalaria de Missouri. Esa majestuosidad del norte americano, acompañada de una buena fotografía, hacen chispazos con Fargo de los hermanos Coen (1996, ganadora del Oscar por mejor actriz y mejor guión original, y 05 nominaciones más, incluyendo mejor película). Su creador, guionista y productor ejecutivo, Bill Dubuque, demuestra la gran influencia de este filme en su primera serie televisiva. Los lagos, la vegetación, la ausencia de bullicio de ciudad grande, juegan en paralelo con la inmensidad blanca de Minnesota. En ambos casos, el edén geográfico termina por convertirse en una prisión sin barrotes para los protagonistas.
Pero las comparaciones no cesan. Es muy difícil no contrastar este drama criminal con Breaking Bad, el afirmar que Marty es Walter, la droga es el dinero y Chicago/Ozark es Albuquerque. Claro, Marty no busca el dinero por la necesidad de proteger a su familia, como White, sino como una simple excusa.
Dejemos las comparaciones y hablemos de la serie en sí. La premisa inicial es atractiva, en cierto modo, pero demora un poco en arrancar sin embargo al final de los 10 episodios terminas totalmente atrapado e identificado con el clan Byrde.
Las actuaciones convencen, Jason Bateman (Marty Byrde) y Laura Linney (Wendy Byrde) en lo suyo – te la crees que son dos padres desesperados por lograr la meta y nos ser eliminados – y, más aún, son gratas las apariciones de Julia Garner como la joven Ruth Langmore, y el agente del FBI Roy Petty, interpretado por Jason Butler.
OZARK, en esta primera temporada, además de presentar una región desconocida por muchos, cuenta como el dinero continúa siendo el gran factor de toda ficción, balas, muertes, y mucho amedrentamiento dentro de esta nueva ecuación creada por Netflix.
Pero como toda ecuación, no sabemos el resultado aún. ¿Podrá Marty Byrde librar tremendo lío? ¿Será OZARK el verdadero paraíso financiero que él quiere crear? ¿Don Dinero resultará nuevamente la vedette de la serie? Es un gran reto el que se le viene a los guionistas, y esperemos que en el 2018 estén a la altura de su primera edición.
Mejor no sigamos hablando de billetes que el mes no acaba y aún hay mucho por caminar. Demos un respiro y sigamos para adelante. Total, como dicen los millonarios, no todo es plata en esta vida. Bueno al menos así lo muestra mi cuenta de ahorros hoy.
Co- Fundador de NOESENSERIE.COM. Bachiller en Ciencias de la Comunicación en UL. Empedernido observador de la vida y el séptimo arte, Seriómano a mil y padre de Tadeo.

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*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
Episodio 5 – ****½ sobre *****
Lo divertido de ver series antes de la época del streaming, es que no todos los episodios tenían que avanzar con la trama general de forma explícita. De hecho, el chiste estaba en tener algunas historias que se podían sentir casi como secundarias, en donde el o la protagonista se veía involucrada en situaciones aisladas. Esa es, precisamente, la sensación que me ha dado el quinto episodio de “Daredevil: Born Again”, el cual se centra en el atraco a un banco en el que se encuentra Matt (Charlie Cox), quien había llegado para intentar sacar un préstamo con la ayuda del administrador asistente, nada más y nada menos que Yusuf Khan (Mohan Kapur), el papá de Kamala Khan / Ms Marvel.
Es así que el episodio se desarrolla como una historia que se puede disfrutar casi por sí sola, pero que contiene referencias como la anteriormente mencionada que dejan muy en claro que esta serie sí se lleva a cabo explícitamente en la MCU. Pero fuera de eso, tenemos un episodio emocionante y tenso, en el que Matt se ve obligado a usar sus poderes —básicamente, su súper sentido del oído— sin que nadie se de cuenta, actuando como un verdadero ciego y sin ponerse su traje de Daredevil. Esto resulta en un episodio increíblemente entretenido, que aprovecha bien la fecha en la que se lleva a cabo —el Día de San Patricio— así como la peligrosa situación en la que se encuentran nuestros personajes. No es un episodio mega importante, pues, pero igual lo disfruté mucho, y además, da la sensación de que establece a una misteriosa figura —el jefe de los criminales— como un villano potencial en el futuro. Habrá que esperar.
Episodio 6 – ****½ sobre *****
Es en el episodio 6 de “Daredevil: Born Again”, entonces, donde la trama comienza a avanzar un poco más —a diferencia del anterior, quienes busquen un mayor desarrollo de las líneas narrativas principales de la serie quedarán más contentos con este episodio. Es aquí que vemos como se descubre la forma en que Muse, un asesino serial/grafitero, está haciendo pintas aparentemente imborrables en las calles de Nueva York. Y también es aquí que vemos, por fin, a Matt regresar a sus andanzas, poniéndose el traje de Daredevil nuevamente, esta vez para rescatar a Angela (Camila Rodríguez) de las garras del asesino ya mencionado.
Resulta fascinante, además, ver a Wilson Fisk (Vincent D’Onofrio) formar un escuadrón anti-justicieros, lo que me imagino le traerá problemas más adelante tanto a Daredevil como a personajes como El Castigador. Pero lo que el episodio parece estar más interesado en decirnos es que, al convertirse de nuevo en justiciero, nuestro protagonista no se diferencia demasiado de su archienemigo. Es así que vemos como, en paralelo, Fisk y Matt se ven involucrados en peleas, con el primero sacándole la mugre al ex de Vanessa, y el segundo tratando de acabar con Muse. Entre eso, y la aparición inesperada de Jack Duquesne / El Espadachín (Tony Dalton), quien apareció por primera vez en la serie de “Hawkeye”, es que el sexto episodio de “Daredevil: Born Again” se desarrolla de forma emocionante, satisfactoria y violenta, mezclando contenido temático potente con referencias para los fans. Es decir, tanto este episodio como el anterior son de lo mejor que el show nos ha ofrecido hasta el momento.

**** sobre *****
*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
Si este se siente como un episodio menor, es porque los tres primeros capítulos de “Daredevil: Born Again” han sido extremadamente buenos; es decir, la valla está alta. Sin embargo, hay mucho para disfrutar en el cuarto episodio de “Daredevil: Born Again”, desde un caso muy particular que le toca atender a Matt Murdock (Charlie Cox), hasta los esfuerzos del alcalde Fisk (Vincent D’Onofrio) por comenzar a cumplir con sus promesas de campaña y, por supuesto, el muy esperado retorno de Frank Castle / El Castigador (Jon Bernthal).
De hecho, esto último es de lo mejor que tiene el episodio para ofrecer, incluyendo una magnífica escena protagonizada por dos grandes actores dando interpretaciones fascinantes. El diálogo entre Matt y Frank hace un excelente trabajo resumiendo las posturas de ambos personajes, y más importante, dejando en claro que la muerte de Foggy será lo que siempre terminará motivando al primero en esta temporada. Puede que él se mienta a sí mismo o diga que está trabajando únicamente porque es su deber, pero todo lo que hace —especialmente ahora lo relacionado a la muerte de su último cliente, así como sus enfrentamientos con policías corruptos que usan el logo del Punisher— lo hace por Foggy. Es Frank quien le hace ver la realidad a Matt, lo cual parece traerá consigo ciertas consecuencias; ¡me muero por ver a Daredevil de regreso, con traje y todo!
Pero regresando al tema de los policías. Me encanta que “Daredevil: Born Again” no tenga miedo de meterse en temas potencialmente controvertidos, dejando en claro que buena parte de los policías que operan en la Nueva York de Fisk son corruptos y violentos, capaces de matar hasta por venganza. Va a ser interesante ver cómo el show continua desarrollando esto, especialmente ahora que Frank ha regresado. Lo mismo se puede decir sobre Wilson Fisk —algo de progreso se está haciendo con sus terapias de pareja, pero el que tenga encerrado al ex de Vanessa, Adam (Lou Taylor Pucci) en un calabozo nos dice, nuevamente, que Fisk no ha cambiado tanto. Puede que sea capaz de perdonar a Daniel (Michael Gandolfini) luego de haber cometido un error, pero igual parece que no ha terminado de esconder sus violentas tendencias. Habrá que ver qué sucede con él, y claro, de qué forma Daredevil se verá obligado a detenerlo.

****½ sobre *****
*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
“Daredevil: Born Again” continua con un episodio que, por lo menos, se siente igual de satisfactorio y sorprendente que los dos primeros, siendo incluso, en ciertos aspectos, superior a ellos. Lo que tenemos acá es un capítulo dedicado casi enteramente al juicio de Hector Ayala (Kamar de los Reyes), en el que Matt (Charlie Cox) se encarga de defenderlo. Esta semana, pues, no tenemos a nuestro protagonista poniéndose el traje del personaje del título, pero eso no importa —da gusto tener un episodio enfocado en su identidad de civil, mostrándonos como a través de su trabajo como abogado también tiene que lidiar con muchos de los problemas éticos con los que se encuentra al actuar como superhéroe.
No hace falta decir, entonces, que el enfoque en el juicio funciona muy bien, permitiéndole al episodio desarrollar breves —pero intensos— momentos de palpable tensión. Resaltan el viaje por parte de un testigo importante al lugar del juicio, las revelación pública por parte de Matt de la identidad alterna de Hector (el Tigre Blanco), y por supuesto, la conclusión del juicio. Si algo de gusto acá, es ver cómo Hector es establecido y desarrollado como un buen tipo; como alguien que ha estado ayudando tanto a civiles como a policías, y que claramente sería incapaz de matar a alguien a sangre fría. Kamar de los Reyes (Q.E.P.D.) hace un estupendo trabajo interpretando a Hector, mostrándolo como alguien que simplemente se dedica a hacer lo correcto, incluso cuando eso puede traer consigo graves consecuencias.
Y eso es precisamente lo que termina sucediendo acá. Ver como Hector es finalmente asesinado, y encima por alguien que lleva el símbolo del Castigador en su ropa, resulta desgarrador. Al igual que ver a Matt hablar por fin sobre Foggy (Elden Henson) con su su cuasi novia, Heather (Margarita Levieva). Y hasta la trama secundaria con Wilson Fisk (Vincent D’Onofrio) resulta intrigante, especialmente cuando hacia el final lo vemos dando una entrevista en la que se queja del resultado del juicio a Hector. Ver como se discute y maneja el tema de los “vigilantes” a nivel político es más interesante de lo que suena, y es lo que hace que “Daredevil: Born Again” sea algo más que un simple show de personajes en spándex dándole a palazos. Si “Daredevil: Born Again” comenzó con el pie derecho con los primeros dos episodios, este tercero sirve para establecerlo como una serie con harto potencial que espero no vaya a ser desperdiciado.

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