Hoy me desperté de una pesadilla y recordé la habitación de cortinas rojas y al hombrecito que me decía frases incoherentes en reversa. ¿Será que mis recuerdos están ligados a la misma revelación del agente del F.B.I. Dale Cooper de Twin Peaks?.
Pues Twin Peaks es la serie de culto creado a comienzos de los 90s por David Lynch, una de las mentes más brillantes del cine contemporáneo y Mark Forst, quien fue guionista de series de Tv en los 80s como The Six Million Dollar Man.
La trama de Twin Peaks gira en torno al agente Dale Cooper, quien debe resolver el asesinato de la estudiante de secundaria Laura Palmer en un pueblo misterioso rodeado de montañas boscosas, llamado Twin Peaks. La serie está protagonizada por Kyle MacLachlan, actor reconocido por Terciopelo Azul de David Lynch (1986).
La serie contó con dos temporadas y 30 episodios. La primera temporada va del episodio piloto al 8 y la segunda del episodio 9 al 30.
Lynch apuesta por la serie televisiva aportando su trazo onírico, envuelto en un humor absurdo. Sus personajes colindan entre un sarcasmo erótico y un risueño impostor, todos sumergidos en una perturbadora atmósfera con sucesos inexplicables que rigen la mente de sus protagonistas.
En el piloto (primer episodio) se presenta entrelazadas las diversas líneas narrativas para persuadir al espectador las distintas características de los personajes en sus definidos espacios.
Para disfrutar esta serie no se necesita estar alucinando, pero sugiero despertar de la lógica constructiva e introducirnos a los símbolos de la puesta en escena. Durante las dos primeras temporadas podemos notar un rasgo peculiar de Lynch, despliega con destreza la contraposición de identidad e influencia entre sus personajes, un contraste entre lo siniestro y la ingenuidad que desata la más reveladora pregunta: ¿Quién asesinó a Laura Plamer? .
Las investigaciones del agente del F.B.I. Dale Cooper estimuladas por su inquebrantable intuición y un agravado esoterismo dan rienda sueltas a la posibilidad de llegar de lo real a lo fantástico. La esporádica aparición del gigante como informante clandestino y la indiscreta escena en la habitación roja despliegan dimensiones que divergen la línea narrativa, llevando el crimen fuera de serie.
Twin Peaks liberó espacios de experimentación en la ficción televisiva en los años 90s. Y la música original compuesta por Angelo Badalamenti nos transporta a este universo de intriga con pasajes surrealistas como se presenta en la habitación roja, donde un hombrecillo juega un papel trascendental en los nudos de la historia, ante los sueños meditabundos y la inquieta mirada del agente Dale Cooper, revela claves para elucidar este enigmático caso.
Es así, que Twin Peaks está inscrita como una de las mejores series televisivas de la historia, una serie que cambió mis sueños para siempre. Es una serie llena de una constante intriga, un desenfreno despiadado de poder y una realidad retórica que nos induce a reconocer que vivimos en una sociedad insegura en donde discurre el crimen y la violencia.
Ahora nos toca el placer de ver la tercera temporada. 25 años después el agente del F.B.I. Dale Cooper regresa a Twin Peaks. ¿Regresarán también mis pesadillas?