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CRÍTICA – THE MANDALORIAN (Cap 8, Temp 2: El rescate): SPOILERS

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****½ sobre *****

*ALERTA DE SPOILERS*

Pues aquí estamos. La segunda temporada de “The Mandalorian” nos ha entregado muchísimos momentos memorables, tanto para los fanáticos de la saga como para quienes solo estén disfrutando del show, y ha culminado con “El rescate”, uno de los episodios más emotivos y llenos de promesas para el futuro que haya visto en un buen tiempo. Comenzando de frente con una secuencia de acción, “El rescate” nos muestra a Mando (Pedro Pascal) yendo a rescatar a Grogu de las garras de Moff Gideon (Giancarlo Esposito). Y no está solo: lo acompañan Boba Fett (Temuera Morrison), Cara Dune (Gina Carano) y Fennec Shand (Ming-Na Wen), y hasta logran convencer a Bo-Katan (Katee Sackhoff) y Koska Reeves (Mercedes Varnado) de que formen parte de la misión.

Lo que le sigue a una breve introducción, son treinta-y-pico minutos de sólida acción, así como algunos de los momentos más emotivos de la serie entera. Destacan la aparición de los nuevos Troopers de Gideon (que me dieron flashbacks a “Iron Man 2”; apropiado, considerando que Jon Favreau escribió el guion), un encuentro particularmente intenso entre Mando y el villano de Esposito, y por supuesto, lo que muchos querríamos ver, pero no esperábamos tener en este episodio: el regreso de Luke Skywalker. Desde que apareció una X-Wing afuera del crucero de Gideon supe que algo bueno se venía, y apenas nos mostraron al Jedi, sable luz verde en mano, acabando con todos los Troopers que se le cruzaban en el camino, no pude contener mi emoción. Fue “Star Wars” puro y duro, de los fans para los fans.

Y sí, la tecnología tipo “deep fake” que han usado para traer a la vida a un Luke joven no es perfecta —todavía no pueden perfeccionar los movimientos de boca. Pero no fue suficiente para arruinar uno de los momentos más memorables de la serie, emulando a “la escena del pasillo” de Darth Vader en “Rogue One”. ¿Y cómo no se me va a derretir el corazón al ver al pequeño Grogu despidiéndose de un Mando sin casco, para luego caminar y encontrarse con R2-D2? Hace años que un producto de “Star Wars” no me hacía lagrimear, pero “The Mandalorian” lo logró. Este desenlace promete muchos cambios para la serie, así como sorpresas narrativas para todos los spin-offs que ya se han anunciado. “Star Wars” no podría estar en mejor momento. Este es el camino.

NOTA: “El rescate” tiene una escena post-créditos… y sí, vale mucho la pena que se queden hasta el final para verla.

Cofundador y editor en NoEsEnSerie.com. Bachiller en Comunicación Audiovisual por la PUCP, y miembro de la APRECI—Asociación de Prensa Cinematográfica. Integra el staff de la revista MasGamers, las webs de Nintendo Pe y Fans de Zelda Perú, el portal web Cinencuentro, y el portal de cine peruano FotografiaCalato.com. Adicionalmente, es YouTuber para el canal Aprieta Start, y formó parte del staff de prensa del 18 Festival de Cine de Lima. También trabaja como fotógrafo para Star Wars Fan Club Perú. Desde enero del 2012 publica críticas y comentarios de cine en el blog Proyectando Ideas (el cual forma parte de la Asociación de Blogs de Cine). Crítico oficial de RottenTomatoes.com. Cinéfilo y seriómano empedernido.

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CRÍTICA: El Pingüino – Episodio 8 (FINAL)

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****½ sobre *****

*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*

Llegamos al final de lo que podría considerarse como una de las mejores series del 2024. Y felizmente, “El Pingüino” ha concluido de manera satisfactoria —más que satisfactoria, de hecho. El personaje del título (Colin Farrell) por fin se ha convertido en el verdadero villano que siempre debió ser; Sofia Gigante (Cristin Milioti) ha regresado al asilo de Arkham, para volver a vivir su peor pesadilla. Pero más importante: lo que tanto nos teníamos, terminó pasando. Vic (Rhenzy Feliz), el eterno aliado de Oswald, es asesinado por este último luego de que tienen una breve conversación, en la que el primero le confiesa que lo considera como familia. El último cuchillazo en el corazón (no literal). El último paso que Oz tenía que dar para convertirse en lo que debía ser.

De hecho, lo que postula este último episodio de “El Pingüino”, es que Oz siempre fue así. Desde pequeño. No solo porque terminó matando a sus dos hermanos, como vimos en otro flashback, si no también porque siguió viviendo con su mamá después de eso, como si nada hubiese pasado. Para él, sus hermanos eran como obstáculo que le impedían estar con su madre, y que debían ser eliminados. Quería a su madre solo para él. Quería su aceptación. Quería darle la vida que siempre quizo tener. Pero como Oz no puede obtener todo lo que quiere, y mucho menos lo más importante para él, su madre termina teniendo un derrame, el cual la deja en estado vegetativo. Todo por lo que luchó, todo por lo que mató… se esfumó en pocos minutos. Y todo lo que queda es un Oz destruido, que lo tiene todo pero a la vez nada.

Es así, pues, que “El Pingüino” nos deja con una de las mejores construcciones de un villano que haya visto en un buen tiempo. A diferencia de lo que está haciendo Sony, la serie nunca trata de redimir a su personaje central ni mucho menos. No trata de convertirlo en un antihéroe. Lo que ha hecho es obligarnos a seguir a un personaje nefasto, a un psicópata al que entendemos, pero al que nunca llegamos a justificar. Es fascinante, y se cuelga de las excelentes actuaciones de Farrell, Milioti y Feliz. De hecho, si tengo una sola queja, es que “El Pingüino” no logra insertar suficientes referencias al mundo en el que sucede (¿cómo es que Batman ha ignorado todo lo que pasa en el show?) Y aunque me encantó la aparición de la Batiseñal al final, creo que pudieron haber puesto… más. Pero eso es lo único, ¡lo juro! Por lo demás, “El Pingüino” ha concluido muy bien, y ha demostrado ser, nuevamente, de lo mejor que hemos podido ver este año en streaming.

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CRÍTICA: El Pingüino – Episodio 7

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****½ sobre *****

*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*

Ya nos vamos acercando al final. En el sétimo episodio de “El Pingüino”, llamado “El Jefe”, las cosas se tornan más complicadas para el personaje del título. Su madre, Francis (Deirdre O’Connell) ha sido capturada por Sofia Gigante (Cristin Milioti), y cuando llega a su casa en busca de Vic (Rhenzy Feliz), más bien se encuentra con Sal Maroni (Clancy Brown), quien le pide lo lleve a su base de operaciones en las alcantarillas. Después de todo, se quiere vengar de Oz por haber matado a su esposa, y de paso se quiere quedar con su operación de producción y distribución de drogas para compartirla con Sofia.

Es una situación compleja, pues, de la cual, para variar, Oz logra salir. Con la ayuda de un secuaz, logra apagar las luces de su base, se escapa de las garras de sus enemigos, y termina asesinando a Maroni… bueno, más o menos. Pelean, y este parece morir de un infarto, lo cual frustra a Oz, quien siempre quiere demostrar que es el ganador y es mejor de lo que el resto cree. Pero por su parte, en una conversación con Francis, Sofia se da cuenta de algo: todo este tiempo, quizo hacer algo nuevo, ser distinta. Pero ha estado jugando el mismo juego que su padre. Por ende, cuando Oz le pide que vaya a su base para entregar a su madre, hace algo diferente: le manda una bomba. Y aunque el Pingüino sobrevive (obviamente), para variar, los que pagan las consecuencias de la explosión son los residentes más pobres de la superficie. Al igual que con la inundación del Acertijo en “Batman”, son los más necesitados los que sufren por las acciones de estos villanos.

Es así que “El Pingüino” se va acercando a su final, sorprendiéndonos con giros narrativos interesantes y demostrando que ya se está acercando a un clímax potencialmente intrigante. Disfruté del flashback a la infancia de Oz con su madre (pues resulta que el pequeño Pingüino fue el responsable de la muerte de sus hermanos… o al menos eso parece), y disfruté de la escena entre Francis y Sofia, y de la intervención del Doctor Rush (Theo Rossi) en toda la situación. Sofia sigue siendo una antagonista formidable, dejando a Oz más solo que nunca. Aparentemente sin Vic (por el momento, asumo) y con un ejército muerto. ¿Qué pasará en el último episodio de la próxima semana? Tengo mis teorías, pero como siempre, estoy seguro que “El Pingüino” logrará sorprenderme.

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CRÍTICA: El Pingüino – Episodio 5

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*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*

De vuelta al presente.

Luego del excepcional flashback de la semana pasada, “El Pingüino” ha regresado a la historia del personaje del título quien, luego de traicionar descaradamente a Sofia Falcone (Cristin Milioti), decide seguir igual con sus planes. ¿Y cuáles son? Pues mandar a matar a Sal Maroni (Clancy Brown) en la cárcel, y quemar vivos a su esposa e hijo, lo cual debería ayudar a que sus problemas desaparezcan. Pero como no todo le sale bien al pobre Oz (Colin Farrell), Sal sobrevive al intento de asesinato, lo cual quiere decir que está en más peligro que nunca. Por ende, nuestro cojo protagonista manda a Vic (Rhenzy Feliz) a buscar a su madre, Francis (Deidre O’Connell), para que se la lleve a un lugar seguro.

Y es ahí donde radica mucho de lo brillante en “El Pingüino”: no solo estamos siguiendo a un ambicioso criminal, a un verdadero villano, si no también a un tipo con tantos planes e ideas, que muchas cosas le terminan saliendo mal. De hecho, las decisiones tomadas por Oz en este episodio culminan en uno de sus momentos más emocionantes: Sofia yendo a hablar con Sal, para proponerle una alianza y así acabar con Oz de una vez por todas. Después de todo, Sal se ha quedado solo, los Falcone han dejado de existir (¿recuerdan el final del episodio anterior?) y Sofia no solo ha decidido adoptar el apellido de su madre, Gigante (sutil), si no también comenzar a trabajar con su viejo amigo, el Dr Julian Rush (Theo Rossi). Ah, y también termina matando a Johnny Vitti (Michael Kelly) a sangre fría frente a todos sus matones. Q.E.P.D.

Porque a pesar de que “El Pingüino” lleva el nombre de un personaje en particular, el show también le pertenece a Sofía, como ya debería haber quedado bien claro desde hace rato. Ella es un personaje fascinante, imprevisible, que ahora toma decisiones que deberían traerle muchísimos problemas a Oz. Pero como el episodio nos entrega sorpresas hasta el último minuto, “Homecoming” termina con una de sus secuencias más inesperadas: Oz llevando a Vic a conocer unos túneles de tranvía abandonados, los cuales se convertirán en su nuevo cuartel general secreto. Un lugar oscuro y húmedo, perfecto para hacer crecer los hongos que tienen ahora y así fabricar más droga. Parece, pues, que el Oz de Farrell por fin se está convirtiendo en el súper villano de cómics que siempre debió ser. No podría estar más emocionado por eso.

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