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CRÍTICA – Pam & Tommy (Episodios 1, 2 y 3)
Publicado
hace 3 añosel
A fines de agosto del año 2014, un suceso nombrado como «The Fappening» acaparó todas las tendencias en redes sociales y los reflectores de medios, especialmente, sensacionalistas. Pero, ¿Qué fue «The Fappening»? Fue la mayor filtración de fotografías íntimas de celebridades de la historia. Artistas y modelos famosas como Jennifer Lawrence, Kate Upton y Scarlett Johansson, entre muchas otras, fueron víctimas de un crimen cibernético por parte de hackers que lograron acceder a sus cuentas en iCloud y publicar contenido privado en Reddit, Tumblr y otras redes sociales. Aunque muchas confirmaron su autenticidad, hubo otras que la negaban y, en muchos casos, nunca se tuvo certeza sobre si las fotos estaban editadas o eran reales. El rechazo por parte de la mayoría de personalidades, pero también de usuarios de redes sociales, ante este suceso, supuso el quiebre de una inescrupulosa costumbre que se había enquistado en lo más profundo de Hollywood. La filtración de contenido sexual explícito sin consentimiento de las partes se había vuelto algo natural desde que, la ahora estrella de redes sociales y programas de televisión, Kim Kardashian, alcanzara la fama gracias a, precisamente, un video suyo que se convirtió en viral en Internet en 2007. Aunque si de «fundadoras» se tratase, pues fue Pamela Anderson quien debería tener ese título y la explicación a ello se encuentra en la nueva serie de Star+, Pam & Tommy.
Lamentablemente, aunque en la mayoría de las infames filtraciones tenemos contrapartes masculinas, siempre se ha asociado al nombre de la víctima femenina. Por ello es que la serie recién estrenada es un buen intento de reivindicación para con la ex-estrella de Baywatch, aunque está, desde el principio, condenada a no lograr su objetivo por completo, ya que no pudo obtener la aprobación de la propia Anderson. Por todo lo demás, y según lo visto en los tres primeros episodios que soltaron la semana pasada, Pam & Tommy intenta resarcir los horrores históricos que ha tenido la sociedad frente a este tipo de casos, con una ejecución, a primera vista, bastante acertada a nivel narrativo y actoral.
La historia en cuestión no es ningún secreto ni las partes involucradas son desconocidas, por lo que el cómo nos presentan la historia para mantenernos enganchados toma mayor relevancia que lo que están por contarnos. Esto es bastante común en este tipo de series como American Crime Story con sus temporadas sobre los casos de O.J. Simpson y Gianni Versace. Por ello, quizá es comprensible que el primer episodio se enfoque en Rand Gauthier (Seth Rogen), un carpintero que trabajaba remodelando los ambientes de la mansión de la pareja conformada por la actriz Pamela Anderson (Lily James, impecable y totalmente mimetizada en la estrella de Baywatch) y por el ex-baterista de Mötley Crüe, Tommy Lee (magnífico Sebastian Stan). Gauthier es despedido de manera injusta por Lee y, como venganza, elabora un plan para robarse la caja fuerte del garaje de este, sin imaginar que dentro encontraría un video con grabaciones caseras, dentro de las que se encontraba este mentado sex tape. El esfuerzo por tratar de empatizar con el criminal es notorio, pero también confuso. Mientras nos evidencian su pasado en la industria porno, vemos como pide ayuda a sus conocidos dentro del rubro para vender la cinta. Como si nos quisieran dar a entender que su resentimiento por el despido es comprensible, pero los límites lícitos y sobre todo, éticos, estaban bastante difusos en la cabeza de este personaje.
Para el segundo episodio retrocedemos hasta el fin de semana en el que Pamela y Tommy se conocieron y cómo surgió su precipitado matrimonio tras una relación de tan solo cuatro días. Personalmente, es el capítulo que más me ha gustado hasta el momento. Aunque la historia de amor es bastante mundana, se hace muy creíble que así fue como sucedió el inicio de un romance entre dos personajes que andaban sobrados de histrionismo, en el sentido carismático de la palabra. Toda esta historia está acompañada de una ambientación y banda sonora muy pop (¡Estamos a mitad de los años 90!) y de una comedia subida de tono, pero efectiva como, por ejemplo, en la escena en la que Tommy Lee tiene una conversación con su miembro viril. De hecho, esto se basa en la autobiografía del músico, Tommyland, en la que afirma haber tenido este tipo de charlas.
En el tercer episodio, la exploración al interior de Pamela Anderson toma preponderancia. En efecto, el capítulo se titula «Jane Fonda», pues se hace explícita su intención de tener una carrera similar a la de la protagonista de Barbarella, quien primero fue considerada una «bomba sexy» (igual que Anderson) para luego pasar a tener roles más serios en producciones de mayor calidad. Este es el capítulo más íntimo y el que apalancará todo lo que la miniserie pretende generar. Aunque el título de la producción lleve el nombre de los dos famosos, Pamela Anderson es mucho más víctima que Tommy Lee.
La realidad fue esa y el programa quiere remarcarla desde la apertura en la que vemos una entrevista en la que Jay Leno le pregunta a una visiblemente incómoda Anderson que se sentía tener ese nivel de exposición (haciendo referencia a la cinta sexual). En el presentador vemos reflejada a toda la opinión pública. En el momento de la entrevista, se pudo haber calificado la actitud de Leno como cómica e irreverente. Al día de hoy, evidentemente su pregunta no tuvo tacto ni empatía. Esto es lo que ha cambiado, para bien, en nuestra sociedad. Ya no se tolera la intromisión a la privacidad y mucho menos la hipersexualización de una mujer que vio como un vídeo íntimo suyo daba vueltas alrededor del mundo sin su autorización. Y como la justicia tarda pero llega, esta serie busca, veinticinco años después, hacer justicia contando nuevamente los hechos desde la perspectiva correcta. Por ahora, va por el camino correcto.
Plus: La serie está basada en el artículo de la revista Rolling Stones de 2014, «Pam & Tommy: la historia no contada del video sexual más infame del mundo». El guion es de Robert D. Siegel y está dirigido en su mayoría por Craig Gillespie (conocido por dirigir I, Tonya). Seth Rogen y Evan Goldberg son los productores principales.
Estudié Economía en la Udep, pero mi película favorita no es Wall Street ni mi serie favorita es Billions. En realidad no tengo ninguna favorita, por eso dedico todo el tiempo posible a ver la mayor cantidad de series y películas que pueda, y porque me gusta. Escribo también en estrimin.pe.

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*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
Episodio 5 – ****½ sobre *****
Lo divertido de ver series antes de la época del streaming, es que no todos los episodios tenían que avanzar con la trama general de forma explícita. De hecho, el chiste estaba en tener algunas historias que se podían sentir casi como secundarias, en donde el o la protagonista se veía involucrada en situaciones aisladas. Esa es, precisamente, la sensación que me ha dado el quinto episodio de “Daredevil: Born Again”, el cual se centra en el atraco a un banco en el que se encuentra Matt (Charlie Cox), quien había llegado para intentar sacar un préstamo con la ayuda del administrador asistente, nada más y nada menos que Yusuf Khan (Mohan Kapur), el papá de Kamala Khan / Ms Marvel.
Es así que el episodio se desarrolla como una historia que se puede disfrutar casi por sí sola, pero que contiene referencias como la anteriormente mencionada que dejan muy en claro que esta serie sí se lleva a cabo explícitamente en la MCU. Pero fuera de eso, tenemos un episodio emocionante y tenso, en el que Matt se ve obligado a usar sus poderes —básicamente, su súper sentido del oído— sin que nadie se de cuenta, actuando como un verdadero ciego y sin ponerse su traje de Daredevil. Esto resulta en un episodio increíblemente entretenido, que aprovecha bien la fecha en la que se lleva a cabo —el Día de San Patricio— así como la peligrosa situación en la que se encuentran nuestros personajes. No es un episodio mega importante, pues, pero igual lo disfruté mucho, y además, da la sensación de que establece a una misteriosa figura —el jefe de los criminales— como un villano potencial en el futuro. Habrá que esperar.
Episodio 6 – ****½ sobre *****
Es en el episodio 6 de “Daredevil: Born Again”, entonces, donde la trama comienza a avanzar un poco más —a diferencia del anterior, quienes busquen un mayor desarrollo de las líneas narrativas principales de la serie quedarán más contentos con este episodio. Es aquí que vemos como se descubre la forma en que Muse, un asesino serial/grafitero, está haciendo pintas aparentemente imborrables en las calles de Nueva York. Y también es aquí que vemos, por fin, a Matt regresar a sus andanzas, poniéndose el traje de Daredevil nuevamente, esta vez para rescatar a Angela (Camila Rodríguez) de las garras del asesino ya mencionado.
Resulta fascinante, además, ver a Wilson Fisk (Vincent D’Onofrio) formar un escuadrón anti-justicieros, lo que me imagino le traerá problemas más adelante tanto a Daredevil como a personajes como El Castigador. Pero lo que el episodio parece estar más interesado en decirnos es que, al convertirse de nuevo en justiciero, nuestro protagonista no se diferencia demasiado de su archienemigo. Es así que vemos como, en paralelo, Fisk y Matt se ven involucrados en peleas, con el primero sacándole la mugre al ex de Vanessa, y el segundo tratando de acabar con Muse. Entre eso, y la aparición inesperada de Jack Duquesne / El Espadachín (Tony Dalton), quien apareció por primera vez en la serie de “Hawkeye”, es que el sexto episodio de “Daredevil: Born Again” se desarrolla de forma emocionante, satisfactoria y violenta, mezclando contenido temático potente con referencias para los fans. Es decir, tanto este episodio como el anterior son de lo mejor que el show nos ha ofrecido hasta el momento.

**** sobre *****
*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
Si este se siente como un episodio menor, es porque los tres primeros capítulos de “Daredevil: Born Again” han sido extremadamente buenos; es decir, la valla está alta. Sin embargo, hay mucho para disfrutar en el cuarto episodio de “Daredevil: Born Again”, desde un caso muy particular que le toca atender a Matt Murdock (Charlie Cox), hasta los esfuerzos del alcalde Fisk (Vincent D’Onofrio) por comenzar a cumplir con sus promesas de campaña y, por supuesto, el muy esperado retorno de Frank Castle / El Castigador (Jon Bernthal).
De hecho, esto último es de lo mejor que tiene el episodio para ofrecer, incluyendo una magnífica escena protagonizada por dos grandes actores dando interpretaciones fascinantes. El diálogo entre Matt y Frank hace un excelente trabajo resumiendo las posturas de ambos personajes, y más importante, dejando en claro que la muerte de Foggy será lo que siempre terminará motivando al primero en esta temporada. Puede que él se mienta a sí mismo o diga que está trabajando únicamente porque es su deber, pero todo lo que hace —especialmente ahora lo relacionado a la muerte de su último cliente, así como sus enfrentamientos con policías corruptos que usan el logo del Punisher— lo hace por Foggy. Es Frank quien le hace ver la realidad a Matt, lo cual parece traerá consigo ciertas consecuencias; ¡me muero por ver a Daredevil de regreso, con traje y todo!
Pero regresando al tema de los policías. Me encanta que “Daredevil: Born Again” no tenga miedo de meterse en temas potencialmente controvertidos, dejando en claro que buena parte de los policías que operan en la Nueva York de Fisk son corruptos y violentos, capaces de matar hasta por venganza. Va a ser interesante ver cómo el show continua desarrollando esto, especialmente ahora que Frank ha regresado. Lo mismo se puede decir sobre Wilson Fisk —algo de progreso se está haciendo con sus terapias de pareja, pero el que tenga encerrado al ex de Vanessa, Adam (Lou Taylor Pucci) en un calabozo nos dice, nuevamente, que Fisk no ha cambiado tanto. Puede que sea capaz de perdonar a Daniel (Michael Gandolfini) luego de haber cometido un error, pero igual parece que no ha terminado de esconder sus violentas tendencias. Habrá que ver qué sucede con él, y claro, de qué forma Daredevil se verá obligado a detenerlo.

****½ sobre *****
*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
“Daredevil: Born Again” continua con un episodio que, por lo menos, se siente igual de satisfactorio y sorprendente que los dos primeros, siendo incluso, en ciertos aspectos, superior a ellos. Lo que tenemos acá es un capítulo dedicado casi enteramente al juicio de Hector Ayala (Kamar de los Reyes), en el que Matt (Charlie Cox) se encarga de defenderlo. Esta semana, pues, no tenemos a nuestro protagonista poniéndose el traje del personaje del título, pero eso no importa —da gusto tener un episodio enfocado en su identidad de civil, mostrándonos como a través de su trabajo como abogado también tiene que lidiar con muchos de los problemas éticos con los que se encuentra al actuar como superhéroe.
No hace falta decir, entonces, que el enfoque en el juicio funciona muy bien, permitiéndole al episodio desarrollar breves —pero intensos— momentos de palpable tensión. Resaltan el viaje por parte de un testigo importante al lugar del juicio, las revelación pública por parte de Matt de la identidad alterna de Hector (el Tigre Blanco), y por supuesto, la conclusión del juicio. Si algo de gusto acá, es ver cómo Hector es establecido y desarrollado como un buen tipo; como alguien que ha estado ayudando tanto a civiles como a policías, y que claramente sería incapaz de matar a alguien a sangre fría. Kamar de los Reyes (Q.E.P.D.) hace un estupendo trabajo interpretando a Hector, mostrándolo como alguien que simplemente se dedica a hacer lo correcto, incluso cuando eso puede traer consigo graves consecuencias.
Y eso es precisamente lo que termina sucediendo acá. Ver como Hector es finalmente asesinado, y encima por alguien que lleva el símbolo del Castigador en su ropa, resulta desgarrador. Al igual que ver a Matt hablar por fin sobre Foggy (Elden Henson) con su su cuasi novia, Heather (Margarita Levieva). Y hasta la trama secundaria con Wilson Fisk (Vincent D’Onofrio) resulta intrigante, especialmente cuando hacia el final lo vemos dando una entrevista en la que se queja del resultado del juicio a Hector. Ver como se discute y maneja el tema de los “vigilantes” a nivel político es más interesante de lo que suena, y es lo que hace que “Daredevil: Born Again” sea algo más que un simple show de personajes en spándex dándole a palazos. Si “Daredevil: Born Again” comenzó con el pie derecho con los primeros dos episodios, este tercero sirve para establecerlo como una serie con harto potencial que espero no vaya a ser desperdiciado.

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