Opinión
Critica: Sense8 – temporadas 1 y 2
Publicado
hace 6 añosel
Quienes han visto la serie y la han disfrutado, conocen este intro que te eriza la piel con su música de notas in crecendo, flanqueadas por algunas otras en distorsión como dando a entender la llegada o el avance de algo que no entendemos, emergiendo del caos. Pues bien, esta es la trama de Sense8.
La serie fue producida por Netflix y creada, escrita y dirigida por las Hermanas Wachowski y J. Michael Straczynski.
La historia narra las interacciones que se dan entre 8 personas de distintas nacionalidades, todas ellas en sus países de origen. Luego de la muerte de una misteriosa mujer cuya imagen se aparece a los personajes, estos desarrollan o despiertan la capacidad de comunicarse entre ellos de un modo que yo llamaría «espiritualmente», no es telepatía, es algo que va mucho más allá de eso. Imagínate conversar con una persona que se encuentra al otro lado del mundo y no solo eso; puedes captar los sonidos, ver lo que esa persona está viendo y sintiendo (frío, calor, olores del ambiente, etc), recuerdos, experiencias, las cuales incluyen habilidades, conocimientos; lo que te convertiría en un experto en armas sin jamás haber tocado una. En la serie se les conoce como «Sensates» algo así como «sensitivos» que además es un juego de palabras porque el titulo Sense8 se pronuncia igual…y además son 8.
El argumento de esta serie caló rápido en miles de personas. Al ser estos 8 personajes de orígenes y estilos tan diversos se creó una empatía con la audiencia. Los 8 principales son:
Un policia de chicago , Will Gorski
Una DJ Islandesa que vive en Londres, Riley Blue
Un conductor de Matatu (aka chofer de combi) en Nairobi, Capheus Onyango «Van Damme»
Una mujer de negocios y kickboxer en Corea, Sun Bak
Un actor de películas de acción en México, Lito Rodríguez
Una química farmacéutica en Mumbai, Kala Dandekar
Un ladrón de cajas fuertes en Berlin, Wolfgang Bogdanow
Una bloguera política y hacker transexual en San Francisco, Nomi Marks
Solo imagina la riqueza de historias que se genera de esta mezcla. Definitivamente la trama es original, va directo a la acción sin caer en profundas filosofadas sobre la existencia humana, de hecho, solo rozan el tema con la única función de explicar la conexión entre estas personas.
Otro punto a remarcar es que esta serie es la más inclusiva que haya visto, han procurado que los protagonistas aquí sean los usuales «mejor amigo del protagonista» de otras series, todos por igual, todos con la misma importancia y es precisamente uno de los puntos fuertes de la serie que le hizo ganarse el cariño de los fans. En Netflix, más de 500.000 usuarios calificaron la serie con un promedio de 4.1/5 y Rotten Tomatoes le dio 85% de critica y 95% de audiencia.
Son personajes muy reales, tienen sus propios problemas y aún así deben lidiar con los de sus «contactos»; solo imagina esto: no basta con que tengas mil cosas en la cabeza (las cuentas, problemas en el trabajo, discusión con la pareja), vas a dormir y a los 5 minutos te interrumpe tu contacto de Alemania para decirte que está metido en un problema con una mafia y de repente los otros 6 contactos se suman al chisme e invaden la habitación (porque los ves) y tú solo querías dormir y olvidarte de los problemas del día. Pero aquí viene lo bonito, con todo y su normalidad en cuanto a vida mundana se refiere, se apoyan, son una familia más intima que cualquiera de sangre y más vale llevarte bien porque no puedes simplemente separarte de tus contactos. En ese sentido son héroes porque actúan como tales para proteger y salvar a los miembros de su equipo del típico enemigo que acosa a seres extraordinarios como ellos, el gobierno que descubre su existencia (lo vemos en X-men, Heroes y otras historias similares) y los persigue.
Como siempre, evito dar detalles muy específicos y así no arruinar la trama para quienes aún no la han visto. Pero sí puedo decir que son muy humanos, incluso más humanos que la mayoría sin esa maravillosa habilidad.
Otro detalle que me gustó y me pareció increible, sobre todo en estos tiempos en los que, con el chroma, hasta el puesto de periódicos o el jardín de una casa es falso (Mira el video ChromaKey, abajo), los actores son ubicados realmente en las locaciones de esos países. Si el policía de Chicago se traslada mentalmente a Londres para comunicarse con la Dj islandesa, el actor es enviado a Londres o ella a Chicago o a Corea o Nairobi.
Según las Wachowski, esto hace que los paisajes se sientan más orgánicos al ser reales (parece que llevaron la moda orgánica al extremo), grabando incluso con público local. Hay una escena donde Riley, la Dj, se presenta en el famoso auditorio de conciertos Koko en Londres frente a miles de espectadores. Resulta que el público no sabía que ella era una actriz y no una verdadera Dj. Además hay otra escena donde los personajes asisten a una presentación de lucha libre, la cual también fue real con público real. La hacker de San Francisco se subió a una motocicleta en una exhibición real y el chofer de combi condujo el vehículo por todo Nairobi, incluso fue detenido por la policía y la producción tuvo que explicar lo que estaban haciendo.
Tuppence Middleton quien interpreta a Riley la Dj, contó en una ocasión: «Comenzamos en un lugar y luego todos nos movemos hacia el próxima ubicación. Por lo tanto, eso en sí mismo te altera la mente porque se filma todo basado en dónde estás en el mundo, contrario a dónde estás en la historia, eso es muy confuso «. Y no solo resultó confuso sino que además sumamente caro. Una de las razones por las que la serie fue cancelada al concluir la segunda temporada fue por los elevados costos de producción, 9 millones de dolares por episodio, demasiado para una serie con buena trama pero que no es Games Of Thrones para costar igual. Y eran 12 episodios por temporada, así que saquemos cuentas. Se dice que tenia poca audiencia, creo que más bien tuvo poca para lo que costaba.
La cancelación fue tan sorpresiva que se formaron movimientos y protestas (virtuales por supuesto). Netflix no cedió hasta buen tiempo después. No aprobó de ninguna manera una tercera temporada pero dijo que produciría una película para darle cierre a la historia. En serio, la cancelaron dejando la historia a la mitad y nosotros nos quedamos en el aire sin saber como se resuelve.
Cuando Lana Wachowski recibió la noticia entró en una profunda depresión. Ya recuperada escribió en su Twitter lo siguiente:
«La cantidad de amor y dolor que sucedió a la noticia de que Sense8 no continuaría, fue tan intensa que a menudo me sentí incapaz de abrir mi propio correo electrónico. Nunca había trabajado tan duro ni puesto tanto de mí misma en un proyecto como con ‘Sense8’ y su cancelación me dejó vacía».
Death doesn’t let you say goodbye. 2 hour finale episode in the works. Tell your cluster. pic.twitter.com/GHZgGuHwS0
— Sense8 (@sense8) 29 de junio de 2017
Lana también señaló que, a pesar del amor de Netflix por Sense8, su escasa audiencia sumada a las dificultades y los crecientes costes que el equipo afrontó durante la segunda temporada, grabada en 16 ciudades de 11 países para capturar las historias de su elenco coral, hicieron inviable su continuidad. Además agradeció a los fans su dedicación, que finalmente llevó a Netflix a recuperar la serie. «Aunque es cierto que estas decisiones suelen ser irreversibles, no siempre es cierto», señaló en su carta. «Improbablemente, impredeciblemente, vuestro amor ha llevado Sense8 de vuelta a la vida'»
La serie es simplemente mágica, para muchos no es entendible o confusa pero es una historia buena que te hace soñar con un mundo en el que los seres humanos son más unidos, más conectados, más inclusivos, seres que se sienten unos a otros y se cuidan.
En verdad, Sense8 no mereció ser cancelada, al menos de esa forma tan abrupta. Es una serie a la que debes darle su oportunidad. Y si la ves rara es porque es de las hermanas Wachowski.
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16 febrero, 2023La serie está protagonizada por Meryl Streep, Sienna Miller, Kit Harington, Daveed Diggs, Edward Norton, Diane Lane, Tahar Rahim, Yara Shahidi, Matthew Rhys, Gemma Chan, David Schwimmer, Adarsh Gourav, Keri Russell, Marion Cotillard, Forest Whitaker, Eiza González , Murray Bartlett, Indira Varma, Tobey Maguire, MaameYaa Boafo, Hari Nef, Heather Graham, Michael Gandolfini, Cherry Jones, Gaz Choudhry, Ben Harper, Judd Hirsch y Neska Rose.
“Warrior Nun” es una de esas series que vi con mucho entusiasmo durante el primer año de pandemia, emocionado por disfrutar algo durante el encierro por el que muchos estábamos pasando. En ese momento, necesitaba ver algo entretenido y sonso y que no me haga pensar demasiado, y eso es precisamente lo que me dio la primera temporada de “Warrior Nun”. Mezclando una historia apropiadamente loca, con peleas bien coreografiadas, y actuaciones sorprendentemente sólidas, “Warrior Nun” le hizo honor a su tan memeable nombre, dando a entender que las cosas se pondrían incluso más estrafalarias en la siguiente temporada.
Y no puedo decir que se hayan equivocado. La segunda temporada de “Warrior Nun” podría considerarse como más de lo mismo, sí, pero a la vez, también es una mejora en relación a lo que vino antes. Sí, el diálogo es de calidad inconsistente. Sí, el tono del show varía con demasiada frecuencia, mezclando violencia y gore y comentario social y religioso, con momentos francamente ridículos. Pero no podemos negar que nadie vería una serie con un título como “Warrior Nun” esperando una obra maestra. De hecho, lo que el título nos podría prometer, sería una experiencia bien de serie-B, como algo que produciría la gente de The Asylum, o Sy Fy. El hecho de que sea algo considerablemente mejor que dichas ofertas debería ser considerado como un pequeño milagro.
(Heh. Milagro).
La segunda temporada de “Warrior Nun” comienza un par de meses luego de la primera. Nuestra protagonista, Ava (Alba Baptista), la Monja Guerrera del título, está viviendo en los Alpes Suizos con su mejor amiga (y quizás algo más), la aguerrida Hermana Beatrice (Kristina Tonteri-Young, hipnotizante). Se están escondiendo, pues, de Adriel (William Miller), quien revivió al final de la temporada pasada, y ahora está cobrando fama, realizando milagros, y convenciendo a la gente de que es un ángel caído desde el cielo. Evidentemente, nuestras heroínas saben que eso no es cierto, pero también que deben entrenar y prepararse para el inevitable enfrentamiento con este potencial demonio.
Sus planes se aceleran, sin embargo, cuando Ava conoce a Miguel (Jack Mullarkey), quien dice estar trabajando para una organización secreta dispuesta a acabar con Adriel. Con ganas de por fin hacer algo, Ava decide unirse a Miguel, siempre bajo el cuidado de Beatrice. Mientras ellas piensan en un buen plan, la Madre Superiora (Sylvia De Fanti) y su mano derecha, la hermana Camila (Olivia Delcán) intentan encontrar una manera de acabar con Adriel; la doctora Jillian Salvius (Thekla Reuten) sigue buscando la forma de recuperar a su hijo, Michael, quien pasó por un portal a otra dimensión; y el traicionero Padre Vincent (Tristán Ulloa) trata de convencer a Ava y compañía de unirse a Adriel en su supuesta misión por traer paz al mundo.
“Warrior Nun” es una de esas series fantásticas que cuentan con un montón de trama. Tenemos varios personajes importantes, y ni siquiera se ha mencionado en los párrafos anteriores a figuras como la monja corrupta Lilith (Lorena Andrea), o al nuevo Papa, Duretti (Joaquim de Almeida). Es un show con un montón de lore, que va introduciendo con rapidez nuevas contorsiones narrativas y giros e historias de trasfondo basadas en mitos y situaciones reales. Consideren, si no, el rol que juega en la historia la corona de púas de Jesucristo (¡!), o la aparición de personajes ajenos a la hermandad de Ava, como una monja increíblemente entusiasta (¡siempre sonriente!) llamada Yasmine (Meena Rayann). “Warrior Nun” está siempre en movimiento, introduciendo novedades con frecuencia, como para que el público no se aburra.
Generalmente, este tipo de estrategias resultan en productos finales demasiado inflados o hasta incoherentes…. pero sorprendentemente, ese no es el caso de la segunda temporada de “Warrior Nun”. El creador Simon Barry y su equipo (que incluye a David Hayter como guionista; ¡sí, la voz de Solid Snake en los juegos de “Metal Gear Solid”!) hacen un buen trabajo balanceando todos los elementos de la historia, como para no perder de vista ni a la protagonista, ni al conflicto central entre ella y Adriel. Sí, se podría ahondar más en elementos más contemplativos, como el hecho de que Ava sabe como es estar muerta, o como la desaparición de ciertos personajes que fueron importantes en la primera temporada. Incluso hay cierto giro chocante que acaba con todo un grupo de personajes, y a nuestras protagonistas no parece importarles mucho.
Lo cual no debería sorprender, francamente. “Warrior Nun” no es una serie contemplativa en lo absoluto; es una historia que funciona en el momento, y que como se ha mencionado antes, está siempre en movimiento. Si uno la ve considerando eso —y considerando, además, que está basada en un personaje de cómics; ¡sí, en serio!— entonces la puede pasar de lo lindo. Los episodios se mueven a buen ritmo, los personajes son simples pero carismáticos y entretenidos, y la trama es de lo más alocada. Incluso me atrevería a decir que hasta a las personas más conservadoramente religiosas les costaría ofenderse con “Warrior Nun”. Sí, el show deja muy mal parada a la Iglesia como institución, pero no parece tener nada en contra de la fe o de las creencias de la gente. Todo lo contrario.
Aparte de eso, resulta (todavía) muy divertido ver a estas monjas patear traseros. Al igual que en la primera, esta segunda temporada de “Warrior Nun” cuenta con peleas muy bien coreografiadas y emocionantes. Destacan una trifulca que sirve para demostrar los nuevos poderes de Lilith (ahora más demonio que monja, valgan verdades), y un enfrentamiento entre la Hermana Beatrice, y un montón de fanáticos de Adriel en un pasillo. Se nota que las mismas actrices han entrenado para estas secuencias, y felizmente son filmadas con movimientos de cámara fluidos y sin abusar de los cortes rápidos, como para que se entiendan bien y emocionen a cualquier espectador. Impresionante, la verdad.
Lo cual no quiere decir que todo en “Warrior Nun” sea espectacular. De hecho, por más de que la mayoría de efectos visuales digitales sean de buena calidad, la temporada todavía cuenta con algunos momentos francamente impresentables. Consideren, si no, las alas con las que cuenta cierto personaje (lucen como algo extraído de un juego para PlayStation 3), o ciertos planos en chroma, que parecen sacados de una película de hace veinte años. “Warrior Nun” aprovecha muy bien sus locaciones reales por toda Europa (los Alpes, por supuesto, y ciudades como Madrid), pero a la vez, puede lucir un muy poco barata cuando comienza a depender demasiado de creaciones digitales. No es algo que malogre la experiencia, pero sí evita que la serie se sienta tan sofisticada como seguramente le gustaría a sus creadores.
Mucho de lo disfrutable en “Warrior Nun”, eso sí, viene gracias al trabajo de los actores. Como siempre, Alba Baptista está genial como Ava, inyectándole mucho carisma y personalidad a un personaje potencialmente plano. Me encanta el contraste entre su entusiasmo y sarcasmo, y la seriedad de los personajes que la rodean. Parece que la joven actriz está entrando poco a poco en el mainstream, y espero que siga así; ¡no me molestaría verla en una película de renombre para cines!
Por otro lado, Kristina Tonteri-Young está muy bien como Beatrice. Su química con Alba es palpable, y resalta tanto en las escenas más dramáticas, como durante las secuencias de violencia. Ayuda, además, que Beatrice como personaje sea adorable, y que haya crecido bastante en comparación a su aparición en la primera temporada. Por su parte, William Miller es suficientemente intimidante como Adriel, luciendo como un Fabio encantador y demoníaco. Thekla Reuten logra inyectarle algo de emotividad a la historia a través de su rol como Jillian; Tristán Ulloa es creíble como Vincent; la Madre Superiora Sylvia De Fanti demuestra ser la lideresa perfecta para nuestras protagonistas; Olivia Delcán destaca más que antes como la Hermana Camila, y Joaquim De Almeida (uno de los grandes actores secundarios de Hollywood) la está pasando muy bien interpretando al nuevo Papa.
Si se divirtieron con la primera temporada de “Warrior Nun”, entonces la pasarán de lo lindo con la segunda. La serie es lo que es, y dudo que vaya a convertir a los espectadores más cínicos; no busca ser nada más que entretenimiento puro, pues, aprovechando bien el potencial de su ridículo título. Pero si creen que no serán capaces de creerse una historia que involucra a Monjas Elegidas por una Aureola, Hermanas Que Saben Kung-Fu, demonios carismáticos, mujeres aladas, y portales a otras dimensiones, pues no le pongan play ni al primer episodio. “Warrior Nun” no es para todo el mundo, pero quienes estén sedientos de ver historias de género suficientemente bien contadas, y que no tienen miedo de ser absurdas, deberían darle una oportunidad a este show. Espero que puedan producir una tercera temporada; con Netflix nunca se sabe.