Atravesamos la mitad de temporada y nos quedan solo tres episodios por delante. Contradictoriamente a lo que sucedió en el capítulo anterior, en este, la trama que ocurre en el pasado ocupa la mayor parte del tiempo. A pesar de ello, me animo a decir, sin rodeos, que este ha sido mi episodio favorito hasta el momento ¿Por qué? Ahora me explico.
«The Gathering Storm» («La tormenta que se aproxima») es el nombre de este episodio que muestra, entre varias cosas más, el primer contacto entre Boba Fett y Fennec Shand. Así es como, más o menos, calculamos la época en la que están ocurriendo estos hechos ya que se da justo luego de que el novato Toro Calican dispara a la cazarrecompensa en la primera temporada de The Mandalorian. Aparentemente, en esa oportunidad Fennec es herida de muerte, pero Boba logra salvarle la vida llevándola a uno de estos lugares donde se le implantan las piezas robóticas a gente como los cyborgs que nos presentaron la semana pasada (que, por cierto, les dicen «modificados»). Me ha gustado particularmente esta escena por dos motivos. El primero es que todo tiene una apariencia como de tattoo shop, como explicándonos que estos implantes son la nueva tendencia, y el segundo es que se entiende, ahora un poco mejor, la consideración de Boba con los jóvenes que encontró el episodio pasado, pues Fennec también es una modificada.
Lo siguiente que viene es aún mejor, ya que Boba está decidido a recuperar su nave Firespray y vengar a los Tusken por la masacre que sufrieron a manos de los Nikto. Fennec, para saldar su deuda, lo acompaña en esta misión que me ha parecido bastante entretenida. Tras huir exitosamente en la nave muy al estilo de la saga (eso de una nave huyendo de un hangar), Fennec decide mantenerse a su lado luego de escuchar los planes de Boba Fett. Posteriormente, lo que ocurre es la venganza consumada contra los Nikto y el intento de recuperar la armadura de Beskar en el pozo de Sarlacc, obviamente fallido ya que en el primer episodio se ve que los jawas se la llevan, pero aparentemente Boba no recuerda todo tan nítidamente. Nada de esto afecta directamente a la trama actual, pero sí es justo decir que estas secuencias que acabo de comentar son de los puntos más altos que nos ha mostrado la serie, por lo menos, en términos de acción.
Creo que esto ha sido todo lo que nos van a explicar del pasado, ya que se cierra esta parte con un diálogo entre los dos ex-cazarrecompensas, en el que comprendemos que los tiempos están cambiando para ellos y que se enlaza, de manera acertada, con lo que vemos en la actualidad de Mos Espa. Y hablando de la actualidad, tenemos al Boba más político en este episodio, ya que ha convocado a las familias que rigen la ciudad para ponerlas de su lado frente a la inminente batalla que tendrá contra el sindicato Pyke. Eso y el inicio de la búsqueda de un ejército son las prioridades para el futuro cercano.
Todo hace suponer que veremos caras conocidas uniéndose a la causa de Boba Fett ¿Habrá espacio para «Mando»? Yo quiero pensar que sí. Lo importante, en resumen, es que la serie está terminando de cocerse a fuego lento, y valgan verdades, ha costado muchísimo unir los ingredientes, pero creo que tendremos, al fin y al cabo, un gran plato de fondo.