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CRÍTICA: El Pingüino – Episodio 2

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****½ sobre *****

*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*

El segundo episodio de “El Pingüino” es todo lo que el primero prometió, y hasta más. Se trata, pues, de lo mejor que he visto en streaming este año, combinando intriga con el excelente desarrollo del personaje del título —y de los personajes secundarios—, así como la construcción tanto de una narrativa tensa como de un mundo palpable y rico. Oz Cobb (Colin Farrell) es presentado como alguien que planea e improvisa y mata y engaña para sobrevivir, y en este episodio, se ve obligado a pasar por situaciones difíciles precisamente para hacer todo eso, y eventualmente, aliarse con Sofia Falcone (Cristin Milioti), alias “La Verduga”, una mujer inestable y violenta que lo quiere todo.

Es así, pues, que el episodio desarrolla de forma intrigante la manera en que Oz va manipulando a todos —desde la familia Maroni (liderada, todavía, por Salvatore (Clancy Brown) por más de que esté en la cárcel), hasta Luca Falcone (Scott “Gilmore Girls” Cohen), secuaces como Castillo (Berto Colón) o la misma Sofía, que hasta ahora ni sospecha que su hermano fue asesinado por el mismísimo Pingüino. Ver como los planes de Oz se van cumpliendo resulta satisfactorio, pero más emocionante es ver cómo las cosas salen mal, y cómo este se ve obligado a improvisar. La secuencia más tensa del episodio, por ejemplo, involucra a Vic (Rhenzy Feliz) fallando en su misión, lo cual obliga a Oz a matar a un potencial soplón, y echarle la culpa al ya mencionado Castillo cuando Luca se pone a buscar al culpable. El suspenso en dicha secuencia es palpable, y uno verdaderamente siente que Oz podría ser descubierto en cualquier momento.

Creo, de hecho, que es ahí donde radica la genialidad de “El Pingüino”: sabemos que su protagonista es vulnerable porque vive al límite, en un mundo donde cualquiera puede morir en cualquier momento. No tiene “plot armour” (nada nos garantiza, todavía, que aparecerá en “Batman 2”), por lo que resulta sencillo imaginar que, por lo menos hacia el final de la serie, podría morir. Pero lo que el episodio también hace es desarrollar bien a Sofía, un personaje que fácilmente podría ser una caricatura, pero que se convierte en algo más complejo —consideren, si no, su traumática sesión de terapia con el Dr Julian Rush (Theo “Shades” Rossi). Entre todo aquello y la construcción tan interesante de este mundo de hampones, mafiosos, criminales, detectives corruptos y asesinos, “El Pingüino” se va cementando como una de las mejores series que pueden ver ahora en streaming. ¡Ojalá siga así!

Cofundador y editor en NoEsEnSerie.com. Bachiller en Comunicación Audiovisual por la PUCP, y miembro de la APRECI—Asociación de Prensa Cinematográfica. Integra el staff de la revista MasGamers, las webs de Nintendo Pe y Fans de Zelda Perú, el portal web Cinencuentro, y el portal de cine peruano FotografiaCalato.com. Adicionalmente, es YouTuber para el canal Aprieta Start, y formó parte del staff de prensa del 18 Festival de Cine de Lima. También trabaja como fotógrafo para Star Wars Fan Club Perú. Desde enero del 2012 publica críticas y comentarios de cine en el blog Proyectando Ideas (el cual forma parte de la Asociación de Blogs de Cine). Crítico oficial de RottenTomatoes.com. Cinéfilo y seriómano empedernido.

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CRÍTICA: El Pingüino – Episodio 4

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***** sobre *****

*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*

De alguna forma, “El Pingüino” se está superando con cada nuevo episodio. Y esta semana, por más de que no hayamos obtenido una historia centrada en el personaje del título, lo que el show nos ha entregado es incluso más rico: un cambio de perspectiva hacia el personaje de Sofia Falcone (Cristin Milioti), y aunque sea brevemente, la verdadera definición de lo que es Oz. La primera, quien creíamos era (según toda la evidencia a la mano) una asesina loca, en realidad es una víctima. Y el segundo, a quien inicialmente siempre apoyábamos por ser el protagonista, ha terminado siendo un verdadero villano: inescrupuloso, e incapaz de trabajar en equipo o serle leal a alguien más.

Interesante, pues, lo que “El Pingüino” está haciendo tanto con Oz como con Sofia. Pero este cuarto episodio está centrado en la segunda, precisamente, y es aquí donde nos enteramos de lo que de verdad pasó con ella. Alguien en su familia (posiblemente su padre, acá interpretado por Mark Strong en vez de John Turturro) mató a su madre cuando ella era pequeña, y cuando la policía comenzó a investigar otros asesinatos muy similares, le echaron la culpa a Sofía, nombrándola como la “Verduga”, y metiéndola en el asilo de Arkham por diez años. Es ahí, recién, donde ella comenzó a perder la cordura, como nos enteramos en este gran flashback; y es ahí donde conoció a su único aliado de verdad, el doctor Julian Rush (Theo Rossi, muy alejado de Shades), quien además la termina rescatando en el presente luego de que el Pingüino la traiciona.

Es así que el cuarto episodio de “El Pingüino” se lleva a cabo casi como una historia de terror, dejando en claro todo por lo que Sofía tuvo que pasar en Arkham, y cómo a través de terapias de electroshock, fue perdiendo toda esperanza, por más de que su hermano fuese la única persona aparentemente interesada en ayudarla. Pero donde el episodio termina de brillar, donde se termina de consagrar como lo mejor que nos ha entregado la serie hasta el momento, es en el final. El desenlace, complemente satisfactorio y catártico, le permite a Sofia matar a todos los miembros de su familia (incluso a su tío Luca, interpretado por Scott “Gilmore Girls” Coen), dejando solo a Johnny Viti (Michael Kelly) vivo. Tanto él como Oz, pues, tendrán que lidiar con las consecuencias de sus acciones… pero para ver esto tendremos que esperar hasta el siguiente domingo.

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CRÍTICA: Agatha en todas partes – Episodio 5

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***½ sobre *****

*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*

El quinto episodio de “Agatha en todas partes” (en realidad llamado “La hora más oscura / Despierta tu poder”) está más o menos igual que el anterior, a excepción de un giro final que, de ser bien aprovechado en el futuro cercano, podría mejorar bastante las cosas. Pero fuera de eso, tenemos la misma estructura que en episodios anteriores, con un nuevo reto en una casa y todo. Siendo una de las mayores diferencias al inicio, claro está, el intento por parte de las brujas de escapar de sus enemigos, y de volar en escobas por encima del Camino. Esto, por supuesto, no funciona, y el Camino termina jalándolas hacia abajo, para eventualmente terminar en la Casa ya mencionada.

En su interior, Agatha (Kathryn Hahn), las brujas y el Adolescente (Joe Locke) se convierten en figuras vintage ochenteras-noventeras, y se ven obligados a utilizar una Ouija para resolver el acertijo de turno. Esto resulta en momentos aparentemente de terror que, claro está, no son del todo aprovechados por “Agatha en todas partes”, una serie que nunca llega a causar una mayor sensación de suspenso u horror. No obstante, lo que llegamos a ver resulta interesante: a las brujas concluyendo que Agatha debe ser destruida y, momentáneamente, poniéndose en su contra, lo cual resulta en nuestra protagonista contraatacando y… bueno, asesinando a Alice (Ali Ahn). Al menos por el momento. ¡Ya, ese es un giro chocante! Ahora solo habrá que ver si es que se queda muerta, o si pasa algo más con ella en episodios posteriores.

Interesante, además, que a Agatha se le vea verdaderamente arrepentida, lo cual nos dice que no se trata de un personaje completamente irredimible. Pero como ha pasado un poco en los episodios anteriores, “La hora más oscura / Despierta tu poder” se siente un poco corto, llegando a su chocante conclusión de forma apresurada, pero al menos dejándonos con algunas preguntas que seguramente serán (aunque sea parcialmente) respondidas la próxima semana. Es así que “Agatha en todas partes” sigue demostrando que es un show correcto, pero que hasta ahora no ha sido capaz de ir más allá de lo previsible o meramente entretenido. Eso sí, habrán aquellos que, como Vuestro Servidor, se reirán de la canción final (que además se sigue reproduciendo durante los créditos) de Billie Eilish, y otros que se molestarán. Pero bueno, a estas alturas, ya deberían saber que “Agatha en todas partes” no se toma muy en serio a sí misma, y por ende, nosotros tampoco deberíamos hacerlo.

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CRÍTICA: El Pingüino – Episodio 3

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****½ sobre *****

*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*

“El Pingüino” lo ha hecho de nuevo. Al igual que la semana, en esta ocasión tenemos otro episodio superlativo, enfocado tanto en el personaje de Vic (Rhenzy Feliz) como en el del título (Colin Farrell) y la forma en que sigue manipulando a Sofia Falcone (Cristin Milioti). Resulta, pues, que lo que ella quiere hacer es distribuir una nueva droga llamada Bliss (“Dicha” en inglés), la cual descubrió en Arkham, y está ahora sintetizando para que se convierta en la nueva “droga de fiestas” para la juventud the Gotham. Para eso, Oz le consigue una reunión con uno de los líderes de las Triadas del Barrio Chino, Feng Zhao (François Chau), que de convencerlo, les permitiría ganar muchísimo dinero y sobrepasar a la familia que traicionó a Sofía.

Pero eso no es todo. Porque lo más increíble de este tercer episodio (apropiadamente llamado “Bliss”) es el desarrollo de personajes. El prólogo, enfocado en la inundación de Gotham por parte del Acertijo en la película de “Batman”, y visto desde la perspectiva de Vic, su novia, Graciela (Anire Kim Amoda) y su familia, es de lo mejor que el show nos ha entregado. Y luego de eso, vemos como el chico se reúne con la chica después de tiempo, y esta la deja una oportunidad imperdible en bandeja: escapar con ella de la ciudad, para dejar atrás toda la tragedia y muerte y por supuesto, la vida de mafioso que Oz que le está ofreciendo. Debería ser una oferta fácil de tomar, pero Vic la duda. ¿Podría irse así no más, o el Pingüino terminaría matándolo, por más de que lo esté tratando bien?

Y es ahí donde llegamos al personaje de Oz. Farrell, como siempre, lo interpreta a la perfección, pero este episodio nos deja en claro que, efectivamente, se trata de un protagonista complejo: de una contradicción andante, violento, ambicioso, capaz de matar y amedrentar, pero también, de ser cálido y amable con alguien como Vic. Es interesante, también, cierta escena que comparte con Sofia (Milioti, como siempre, está espectacular), en donde, al borde de las lágrimas, se disculpa por traicionarla diez años atrás, pero a la vez confiesa que no se arrepiente de todo lo que pudo conseguir después. Y el final: bueno, solo digamos que Vic ya llegó a un Punto Sin Retorno, y que ya parece haber tomado una decisión; un camino para seguir. Y aunque Oz parecía quererse ganar la confianza de Sofía, su nueva compañera de negocios, al final del día, no fue capaz de ayudarla cuando lo necesitaba. Asumo que veremos las consecuencias de todo esto la próxima semana.

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