destacado
CRÍTICA: Star Wars: Skeleton Crew – Episodio 6
****½ sobre *****
*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
Bryce Dallas Howard lo ha hecho de nuevo. Al igual que en temporadas previas de otros shows de “Star Wars”, lo que ha hecho con el sexto episodio de “Star Wars: Skeleton Crew” es entregarnos la mejor historia de la serie hasta ahora. Centrándose en tres tramas entrelazadas, dos de ellas construidas en base a lecciones que los chicos deben aprender, y una de ellas en una suerte de cliffhanger, el episodio logra balancear tensión con aventura, comedia e imágenes verdaderamente impactantes. El resultado es, nuevamente, de lo mejor que “Star Wars: Skeleton Crew” nos ha ofrecido hasta ahora.
El episodio comienza con los chicos cayendo por unos tubos, para finalmente llegar a un paraje desolado en medio de la nieve. Es ahí donde terminan dividiéndose en dos grupos: Fern (Ryan Kiera Armstrong) viaja con Neel (Robert Timothy Smith), empecinada en escalar un muro enorme para recuperar su nave. Mientras que una KB algo averiada (Kyriana Kratter) viaja con el siempre optimista Wim (Ravi Cabot-Conyers), siguiendo a un grupo de droides de basura tipo cangrejo, con la esperanza de que los puedan ayudar. Cada grupo utiliza esta separación para aprender lecciones valiosas; Fern, por ejemplo, se da cuenta de que no puede obligar a los demás a siempre trabajar a su manera, mientras que KB se da cuenta de que debe hacerse escuchar, especialmente cuando debe protestar o informarle algo a su mejor amiga.
Por su parte, Jod (Jude Law) es capturado por Brutus (Fred Tatasciore), e intenta convencer a los piratas de que vale la pena que lo sigan para llegar al legendario planeta At Attin. Es así, pues, que el sexto episodio de “Star Wars: Skeleton Crew” entrelaza estas diferentes tramas y arcos de personaje de forma entretenida y ágil, haciendo uso de una excelente representación de personas discapacitadas a través del personaje de KB, y en general, desarrollando mejor a sus protagonistas. Además, nos entrega a un enorme personaje animado por stop-motion, y concluye de forma visualmente espectacular con una secuencia en la que, a falta de una mejor expresión, vemos como una nave espacial termina “cambiando de piel”. Como muchos han estado diciendo ya en las redes, creo que es hora de que le den una película de “Star Wars” a Howard; considerando el buen trabajo que ha estado haciendo con estos shows, creo que se trata de la cineasta perfecta para hacer algo interesante con la franquicia en la pantalla grande.
****½ sobre *****
*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
Y vamos llegando al cierre de “Skeleton Crew”. Después de todo, este sétimo episodio es el penúltimo, por lo que finalmente vemos tanto a Jod (Jude Law) y los piratas como a los niños llegando a At Attin. ¿El único problema? La nave de los chicos parece ser la clave para poder pasar por la Barrera, por lo que Jod termina matando a Brutus (Q.E.P.D., supongo) para convertirse en Capitán nuevamente, y así poder entrar a la última Joya de la Alta República. Cosa que, evidentemente, logra hacer, por más de que termine entrando solo, dejando a los demás piratas en la otra nave, fuera de la Barrera.
Lo que nos entrega este penúltimo episodio de “Skeleton Crew” es, pues, bastante satisfacción. Por fin vemos cómo luce la Barrera desde afuera; vemos a los padres de los chicos logrando mandar un mensaje desde el planeta, el cual es escuchado tanto por sus hijos como por Jod; y por supuesto, por fin vemos cómo lucen las bóvedas de At Attin. ¿En pocas palabras? Inmensas y llenas de Créditos de la República, lo cual deja a Jod más que contento. La forma en que Law expresa la satisfacción y felicidad que el maldito pirata siente por ver tanto botín es simplemente sublime. De hecho, el famoso actor hace un excelente trabajo interpretando al pirata como un verdadero desagraciado, y todo lo opuesto a lo que los chicos podrían considerar como un amigo.
Porque si lo que esperaban ver esta semana era una historia de trasfondo triste para Jod, o algún tipo de arco de redención, quedarán decepcionados. De hecho, lo que hace el Capitán es matar a 33 (espero que temporalmente) y a Brutus, amenazar a los niños con matar a sus padres, y por qué no, culminar el episodio con tremendo cliffhanger en el que amenaza tanto a niños como adultos con su sable láser (lo cual me recordó bastante a Anakin en la Orden 66, siendo franco). Es así, pues, que este sétimo episodio de “Skeleton Crew” se desarrolla como lo mejor que el show nos ha ofrecido hasta el momento, prometiendo bastante para la próxima semana. ¡Solo nos queda un episodio! Espero que la serie todavía cuente con alguna sorpresa bajo la manga, y concluya bien. ¡No puedo esperar!
**** sobre *****
*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
Esta semana, lo que “La vida sexual de las universitarias” ha hecho es entregarnos un episodio que desarrolla de forma entretenida y satisfactoria las historias centradas en sus protagonistas. Si eso suena como lo mínimo que el show debería hacer, pues sí lo es —pero a la vez, da gusto ver un episodio que no se sienta como relleno, y que más bien maneja un buen balance entre las historias de todas las chicas. Hasta la secundaria Taylor (Mia Rodgers) pasa por una situación interesante, dándose cuenta (por fin) de que su roommate es hetero, y más bien encontrando el amor (o al menos algo de cariño; veremos) en Ash (Ruby Cruz… ¡sabía que iba a regresar!).
Las otras chicas también tienen mucho que hacer acá. Kimberly (Pauline Chalamet) se reencuentra con Brian (Michael Hsu Rosen), un chico de su seminario, quien trabaja como guía en el tour de la universidad. Se dan cuenta rápidamente de que tienen mucho en común, lo cual podría resultar en algo de romance. Por su parte, Bela (Amrit Kaur) tiene tantas ganas de tener sexo con Arvind (Nabeel Muscatwalla) que lo invita a una fiesta llamada Queer Rodeo… lo cual resulta en este último emborrachándose. Whitney (Alyah Chanelle Scott), por otro lado, se molesta con Isaiah (Devin Craig) por decirle a su familia que financie su investigación. Y Kacey (Gracie Lawrence) tiene que lidiar con sus propios problemas de imagen y dismorfia corporal, obsesionándose con una lista de los cincuenta estudiantes más atractivos que la universidad suelta todos los años.
Es así, pues, que este sétimo episodio de la tercera temporada de “La vida sexual de las universitarias” logra centrarse en el amor: en el amor que Taylor encuentra en Ash, en cómo Bela comienza a tener una relación amorosa regular por primera vez, en cómo Kimberly encuentra el amor en alguien inesperado, en como Whitney tiene que lidiar con una expresión de amor que inicialmente no le gustó, y en cómo Kacey tiene que lidiar con su amor propio. Es un tema que logra unir todas estas historias, haciendo que el episodio se sienta particularmente satisfactorio, haciendo que ninguna historia se perciba como relleno. No le quedan muchos episodios a esta temporada de “La vida sexual de las universitarias”, pero entre el tema bien desarrollado de esta semana y la forma en que Kacey está funcionando como protagonista, creo que el show va por buen camino.
**** sobre *****
*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
El sexto episodio de esta temporada de “La vida sexual de las universitarias” definitivamente estuvo mejor que el anterior. El balance entre comedia y drama estuvo mejor manejado, y en general, y al igual que algunos de los episodios previos de la temporada, se sintió más similar a lo que tanto hemos disfrutado en años pasados. Ayuda, además, que nuestras protagonistas cuenten con arcos de crecimiento que se sienten más relevantes, y por supuesto, el que el episodio haya terminado con una suerte de cliffhanger. Sí, Whiteny se lesionó, y sí, le van a dar shots de cortisona para poder seguir jugando en la temporada, pero aunque hay una solución, se siente como algo que tendrá consecuencias negativas más adelante. Habrá que seguir viendo.
Su trama, de hecho, continua con lo establecido en episodios previos: obviamente le gusta estar con Isaiah, pero cada vez que ve a Canaan comienza a tener dudas, por más de que supuestamente ahora son amigos. Por otro lado, seguimos con la historia de Kimberly en el simposio, lo cual quiere decir, tal y como lo pedí la última vez, que Tig Notaro tiene ahora un papel más grande como la Profesora Friedman (sus interpretaciones súper secas de diálogos absurdos siempre me atracan una sonrisa). Por otro lado, Bela se empecina en ayudar a Taylor a encontrar nueva pareja, lo cual resulta muy brevemente en un cameo por parte de Ruby Cruz (de “Willow” y “Bottoms”) —una pena que (al parecer) no vaya a aparecer más. Y por supuesto, tenemos a Kacey, quien comienza a salir con un chico de teatro, pero que tiene miedo de confesarle de que es virgen.
En general, todas estas historias funcionan para efectos del episodio en sí, pero también para avanzar con los intereses y objetivos de las protagonistas en relación a la serie en general. En particular disfruté de cómo Kimberly tuvo que aprender a desenvolverse en un ambiente predominantemente masculino, y de cómo Kacey tuvo que entender que tenía que ser honesta con su nuevo saliente. No hay nada espectacular en este nuevo episodio de “La vida sexual de las universitarias”, pero nuevamente: el balance funciona. Me hizo reír, sentí (como casi siempre) apego a sus protagonistas, y el balance funcionó mejor que la semana pasada. Solo espero que los episodios que quedan de la temporada mantengan este nivel de calidad.
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