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*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
Sin dejar de ser una comedia, este noveno episodio de la tercera temporada de “La vida sexual de las universitarias” ha logrado tocar algunos temas un poco más serios de forma intrigante. El resultado termina siendo de lo más entretenido e interesante que ha hecho la serie en esta temporada, permitiéndole a las chicas seguir pasando por experiencias importantes en la universidad, y dejando en claro, también, que algunos de los personajes nuevos no están acá para quedarse. Una pena por Kimberly, pero por lo menos Kacey está teniendo una mejor experiencia ahora que con su ex novio.

Comencemos, justamente, con Kimberly, quien decide tomarse su primera foto desnuda y enviársela a Brian (Michael Hsu Rosen), quien termina reaccionando súper mal cuando ella le pida que la borre. Por su parte, Kacey decide perder su virginidad con Cooper (Roby Attal), lo cual no sale tal y como ella lo esperaba… pero felizmente, no porque él haga algo malo. Por otro lado, Whitney por fin decide ir a terapia, lo cual la motiva a pedirle un día libre a su entrenador de fútbol, y cuando este se rehúsa… ¡Ella renuncia! Difícil, sí, pero probablemente es lo que necesitaba. Adicionalmente, Bela termina rompiendo con Arvind (Nabeel Muscatwalla) cuando resulta que éste último era más conservador en sus opiniones de lo que ella había asumido. Y finalmente, Taylor (Mia Rodgers) termina recayendo en el alcohol luego de estar un buen tiempo sobria; de hecho, ese es el cliffhanger con el que termina el episodio.
Como se deben haber dado cuenta, este episodio de “La vida sexual de las universitarias” hace bastante en menos de media hora, y aunque el ritmo puede llegar a ser un poco frenético, creo que en general todo funciona. Me gusta la manera en que la historia de Kimberly toca temas relacionados al consentimiento, por más de que la actitud de Brian haya terminado siendo tan asquerosa y decepcionante. Y en contraposición, disfruté la manera en que la trama de Kacey y Cooper concluyó; ¡puede que estos chicos tengan un futuro prometedor! Y claro, lo de Taylor es preocupante, pero a la vez, resulta ser una buena forma de que nos quedamos con ganas de ver el siguiente episodio… ¡que será el último! Algo me dice que quedarán varias cosas sin resolver para la Temporada 4; siempre y cuando no cancelen la serie, esto no debería ser un problema.