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CRÍTICA: Daredevil: Born Again – Episodios 1 y 2

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****½ sobre *****

*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*

Tuvimos que esperar años, aguantar rumores, contentarnos con cameos en películas como “Spider-man: sin camino a casa” o series como “She-Hulk”, y hasta ser testigos de un cambio de rumbo bastante drástico para la serie, pero por fin estamos acá. Por fin se han estrenado los dos primeros episodios de “Daredevil: Born Again”, la continuación de la afamada serie de Netflix que, me imagino, ahora es 100% canon (lo cual, además, haría que sus varias referencias a la Batalla de Nueva York no estén por las puras). Por fin tenemos de regreso a Matt Murdock / Daredevil, y sí que lo habíamos extrañado.

Ahora bien, hay una nota más arriba en esta página, pero igual vale la pena mencionarlo otra vez: incluiré spoilers. ¡Así que no hay lugar a reclamos!

Comenzando por el inicio (lógicamente), creo que tiene sentido decir que lo más chocante del primer episodio de “Daredevil: Born Again” es la muerte de Foggy (Elden Henson). Es algo que muchos habían estado asumiendo, que había sido parte de varios rumores, pero que al final del día terminó siendo cierto. De hecho, sirve como una suerte de catalizador para arrasar con el status quo, haciendo que, un año después, veamos a Matt (Charlie Cox, excelente como siempre) ahora trabajando con su propia firma de abogados junto a Kirsten McDuffie (Nikki M. James), y nos enteremos de que Karen (Deborah Ann Woll) se ha ido de Nueva York.

Pero lo más interesante (y algo que se menciona en varios de los trailers) es el regreso de Wilson Fisk (Vincent D’Onofrio), quien no tarda en buscar a su esposa Vanessa (Ayelet Zurer), postular a la alcaldía de la ciudad… y ganarla. Es así que el anteriormente llamado Kingpin se convierte en el nuevo líder de Nueva York, lo cual motiva a Matt a tener una pequeña conversa con él. ¿De verdad habrá cambiado y querrá arreglar la ciudad, o será el mismo matón de siempre? Bueno, para el segundo episodio queda bastante claro que no ha cambiado tanto, y que no tiene miedo de usar tácticas cuestionables para salirse con la suya.

Pasando al segundo episodio y alejándonos del shock de los eventos del primero, las cosas comienzan a tornarse más complicadas. Matt se convierte en el abogado de Hector Ayala (Kamar de los Reyes), quien en las noches trabaja, claramente inspirado en Daredevil, como una suerte de superhéroe. Resulta que ha sido acusado de matar a un policía, lo cual es falso y es propagado por oficiales que llevan el tatuaje del Punisher en sus muñecas (¡ajá!). Y también vemos a Matt comenzando una relación con la psicóloga Heather Glenn (Margarita Levieva), quien para el final del episodio comienza a darle terapia de pareja… ¡a Wilson Fisk y Vanessa!

Es así que en el segundo episodio la trama comienza a asentarse, dejando en claro que Matt ha dejado a Daredevil en el pasado pero que, obviamente, se verá obligado a traerlo de vuelta. No solo para combatir a los policías influenciados por el infame Castigador, si no también, seguramente, para enfrentarse a Fisk, quien parece realmente querer salvar la ciudad, pero quien claramente hará uso de violencia e intimidación para cumplir sus cometidos. La última escena es de lo mejor que el episodio tiene para ofrecer; en ella, vemos a Matt viéndose obligado a pelear contra un par de policías que lo quieren matar, luego de haberlos encontrado en la casa del único testigo vivo que podría ayudar a mantener a Hector lejos de la cárcel.

“Daredevil: Born Again” ha comenzado, pues, indudablemente con el pie derecho, haciendo uso de una estética sucia, llena de movimiento y textura. Disfruté particularmente de los cambios de aspect ratio para mostrar la forma en que Matt percibe el mundo, usando su sentido del oído mejorado. Y también me gustó el uso de cámaras en mano algo nerviosas en momentos de más tensión, combinadas con una estética más tradicional durante las escenas de supuesta calma. Cox y D’Onofrio están geniales como siempre; Levieva es carisma puro, y Michael Gandolfini (como un practicante de Fisk) seguramente tendrá más que hacer más adelante. “Daredevil: Born Again” me dejó con ganas de más, lo cual es lo mejor que podría haber hecho con sus dos primeros episodios. ¡El Demonio de Hell’s Kitchen está de vuelta!

Cofundador y editor en NoEsEnSerie.com. Bachiller en Comunicación Audiovisual por la PUCP, y miembro de la APRECI—Asociación de Prensa Cinematográfica. Integra el staff de la revista MasGamers, las webs de Nintendo Pe y Fans de Zelda Perú, el portal web Cinencuentro, y el portal de cine peruano FotografiaCalato.com. Adicionalmente, es YouTuber para el canal Aprieta Start, y formó parte del staff de prensa del 18 Festival de Cine de Lima. También trabaja como fotógrafo para Star Wars Fan Club Perú. Desde enero del 2012 publica críticas y comentarios de cine en el blog Proyectando Ideas (el cual forma parte de la Asociación de Blogs de Cine). Crítico oficial de RottenTomatoes.com. Cinéfilo y seriómano empedernido.

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CRÍTICA: La vida sexual de las universitarias – Temp 3, Ep 10 (FINAL)

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**** sobre *****

*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*

Y llegamos al final. Con todo y un miembro importante del reparto menos, “La vida sexual de las universitarias” ha logrado terminar su tercera temporada, ¿y saben qué? Me convenció. Si, obviamente extrañamos a Reneé Rapp y algunos episodios terminaron siendo mejores que otros, pero en términos generales, no puedo decir que no haya disfrutado de la tercera temporada de “La vida sexual de las universitarias”. Además, hay que admitir que hicieron un buen trabajo presentando a Kacey, que muy bien podría haberse sentido como un inútil reemplazo para Rapp, pero que poco a poco fue ganando su propia identidad y, por supuesto, ganándose un sitio en la serie. ¡Soy su fan!

¿Pero qué hay del último episodio? Pues las chicas han estado ocupadas hasta el último minuto. Kimberly se ve involucrada en una protesta en contra de un senador ultraconservador que va a dar una charla en la universidad, y eventualmente, en una situación que termina en su arresto (¡!), aunque sea temporal. Bela se da cuenta de que es bisexual luego de haberse besado con una chica, cosa que obviamente le va a costar admitir frente a su madre. Whitney le da inicio a una revolución entre los atletas de la universidad, lo cual culmina con una protesta casi masiva frente al concejo de atletismo. Kacey se pone muy intensa en su relación y se queda soltera nuevamente, y finalmente, parece que Mia terminará amistándose con su madre, luego de tener una conversación con Bela sobre sus problemas.

En general, creo que todas las tramas de este último episodio estuvieron bien desarrolladas. Y ciertamente la pasé muy bien con la última secuencia, en la que además Kacey se LUCE cantando un hermoso tema de “The Greatest Showman”. Pero lo más impresionante —y preocupante— fue lo, bueno, final que se sintió este episodio. No como el desenlace de la temporada únicamente, si no también, potencialmente, como el desenlace de la serie entera. Esto me hace pensar que los showrunners podrían estar considerando terminar “La vida sexual de las universitarias” con esta tercera temporada, o que de repente tienen miedo de que no los renueven. Honestamente, quedan suficientes preguntas como para seguir con la historia, por lo que cruzaré los dedos para que haya una cuarta temporada. ¡Solo espero que no sea necesario esperar dos años o más para seguir con las historias de estas chicas!

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CRÍTICA: La vida sexual de las universitarias – Temp 3, Ep 9

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*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*

Sin dejar de ser una comedia, este noveno episodio de la tercera temporada de “La vida sexual de las universitarias” ha logrado tocar algunos temas un poco más serios de forma intrigante. El resultado termina siendo de lo más entretenido e interesante que ha hecho la serie en esta temporada, permitiéndole a las chicas seguir pasando por experiencias importantes en la universidad, y dejando en claro, también, que algunos de los personajes nuevos no están acá para quedarse. Una pena por Kimberly, pero por lo menos Kacey está teniendo una mejor experiencia ahora que con su ex novio.

Comencemos, justamente, con Kimberly, quien decide tomarse su primera foto desnuda y enviársela a Brian (Michael Hsu Rosen), quien termina reaccionando súper mal cuando ella le pida que la borre. Por su parte, Kacey decide perder su virginidad con Cooper (Roby Attal), lo cual no sale tal y como ella lo esperaba… pero felizmente, no porque él haga algo malo. Por otro lado, Whitney por fin decide ir a terapia, lo cual la motiva a pedirle un día libre a su entrenador de fútbol, y cuando este se rehúsa… ¡Ella renuncia! Difícil, sí, pero probablemente es lo que necesitaba. Adicionalmente, Bela termina rompiendo con Arvind (Nabeel Muscatwalla) cuando resulta que éste último era más conservador en sus opiniones de lo que ella había asumido. Y finalmente, Taylor (Mia Rodgers) termina recayendo en el alcohol luego de estar un buen tiempo sobria; de hecho, ese es el cliffhanger con el que termina el episodio.

Como se deben haber dado cuenta, este episodio de “La vida sexual de las universitarias” hace bastante en menos de media hora, y aunque el ritmo puede llegar a ser un poco frenético, creo que en general todo funciona. Me gusta la manera en que la historia de Kimberly toca temas relacionados al consentimiento, por más de que la actitud de Brian haya terminado siendo tan asquerosa y decepcionante. Y en contraposición, disfruté la manera en que la trama de Kacey y Cooper concluyó; ¡puede que estos chicos tengan un futuro prometedor! Y claro, lo de Taylor es preocupante, pero a la vez, resulta ser una buena forma de que nos quedamos con ganas de ver el siguiente episodio… ¡que será el último! Algo me dice que quedarán varias cosas sin resolver para la Temporada 4; siempre y cuando no cancelen la serie, esto no debería ser un problema.

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CRÍTICA: Star Wars: Skeleton Crew – Episodio 8 (FINAL)

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*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*

Parece mentira, pero llegamos al final de “Skeleton Crew”. Lo que este desenlace dirigido por Jon Watts nos ofrece es un cierre en general satisfactorio, emocionante pero curiosamente breve, que logra contestar la mayor parte de preguntas que podríamos tener, pero que también deja varios temas abiertos. La Nueva República llega al rescate de At Attin, sí, ¿pero qué pasará con el planeta ahora? ¿Y qué pasará con Jod (Jude Law)? ¿Reconocerán sus habilidades de Jedi, las cuales aparentemente aprendió de una Maestra que vivió poco tiempo? ¿Y qué será de los chicos?

Se siente, pues, casi como si Watts hubiese tenido bastante confianza en la posibilidad de una segunda temporada. Pero como vimos el año pasado con “The Acolyte”, una serie de “Star Wars” puede incluir todos los finales abiertos y cliffhangers del mundo, e igual eso no garantiza que su historia vaya a ser continuada. En este caso, por lo menos, se puede decir que esta trama en particular, es decir, el conflicto entre los niños y el personaje de Law, ha sido cerrada. Si, hay varios temas por resolver, pero al menos la trama principal, aquello que ocupó la mayoría de episodios de esta temporada, concluye de forma satisfactoria. Las consecuencias de dicha conclusión, más bien, son algo que no llegamos a ver acá.

Eso se debe a que el final final, es decir, la última escena del episodio, termina de forma muy abrupta. Sí, los chicos se reúnen con KB y todo es muy feliz, pero uno no puede evitar tener en mente las preguntas mencionadas líneas arriba mientras ve eso. Y aunque al menos se incluyó un diálogo que hace referencia al pasado de Jod, hubiese estado bueno que el episodio incluya algún tipo de flashback que nos muestre lo que dice. Pero bueno, al final del día, esos son detalles. “Skeleton Crew” ha concluido bien, y más importante, ha demostrado ser de las series más entretenidas, variadas e imaginativas de la franquicia que hayan salido en estos últimos años. ¿Habrá segunda temporada? Honestamente, quién sabe. Pero si la aprueban, tendrán que hacerla rápido, de lo contrario, los niños crecerán demasiado. ¡Que se apuren!

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