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CRÍTICA – El libro de Boba Fett (Episodio 5)
Publicado
hace 3 añosel
¿No les ha parecido un poco injusto todo esto? A ver, traer a Din Djarin (aka «Mando») a la serie donde Boba Fett es protagonista era algo que todos sabíamos que iba a suceder ya que era como una devolución de favores tras la aparición de este último en la segunda temporada de The Mandalorian. Incluso todo en los cuatro episodios anteriores de The Book of Boba Fett nos estaba deslizando el hecho de que iba a ser necesaria su aparición.
Hasta allí todo me parecía correcto. El asunto es que yo esperaba un regreso de «Mando» mucho más discreto para no hacerle sombra al protagonista del show, sabiendo las simpatías que ha ganado este personaje tras sus dos brillantes temporadas. Sin embargo, ha ocurrido todo lo contrario. Le han otorgado un capítulo entero y, por si fuera poco, el mejor que hemos tenido de los cinco estrenados hasta la fecha ¿Y Boba Fett? Bien, gracias. No lo vimos en todo el capítulo y ni se hizo extrañar. Es como si, por el contrario, no querían hacerle sombra al Mandaloriano. Lo repito una vez más para que no se me califique como un aguafiestas. Este ha sido el mejor capítulo que hemos tenido hasta el momento. Con este punto aclarado, me permito responder la pregunta inicial. A mí sí me ha parecido un poco injusto.
Parece que a Boba Fett todo le cuesta un poco más. Cuando de a pocos comenzamos a entender cuál es la lucha que deberá afrontar, qué sucedió en su pasado para cambiar su mentalidad y qué ideales son los que lo guían, aparece Din Djarin, a quien no vemos en pantalla hace más de un año y no le hace falta más que pronunciar su tradicional frase «puedo traerte caliente, o puedo traerte frío» para que tenga toda nuestra atención. Ya ni que decir cuando utiliza el Darksaber (que le pertenecía a Moff Gideon). Ah, y por si fuera poco, no necesita de la aparición Grogu en ninguna escena para ello.
Pero vamos por partes. El episodio de esta semana se titula «El retorno del Mandaloriano» y está dirigido por Bryce Dallas Howard (aprovecho para unirme a la petición de los fanáticos para pedir una película de la saga dirigida por ella). El capítulo abre con «Mando» en un encargo que pronto entendemos le servirá para obtener información sobre la ubicación de la armera mandaloriana. Tras matar a un klatooiniano y comprobar que él tiene en su poder el Darksaber y la lanza de beskar de Ahsoka Tano, no tarda mucho en encontrarla junto a Paz Vizsla. Para no entrar en detalles, Vizsla lo reta a un duelo tras descubrir que el Darksaber que ahora tiene Din Djarin le pertenecía a un ancestro suyo. A pesar que «Mando» resulta vencedor, es expulsado por la armera tras ser interrogado acerca de si se quitó el casco en algún momento (algo prohibido para los mandalorianos, como muchos saben).
«Mando» ya no tiene su nave, el Razor Crest, por lo que se justifica también la aparición de su aliada Peli Motto, la refaccionista de Tatooine a quien también ya vimos en la anterior serie. Motto no ha podido conseguirle un reemplazo exacto de su anterior nave, pero a cambio ha estado trabajando en una que representa un nostálgico fan service que alude al Episodio I: La Amenaza Fantasma. Lo que tenemos es una nave caza estelar N-1 de la época de la República, nada más y nada menos que el mismo modelo que se usó en la Batalla de Naboo y que usó un niño Anakin Skywalker junto a R2-D2 en la carrera de podracers. De hecho, cuando Din Djarin prueba el estado del vehículo recorre también el Cañón del Mendigo, parte del circuito visto en aquella película. Esta secuencia nos permite comprobar que la nave, a pesar de que no está en óptimas condiciones, cumple con las exigencias de su piloto.
A su regreso al taller de Peli Motto, tenemos la primera aparición en el capítulo de un personaje propio de esta serie. Es Fennec Shand, quien llega a contratar los servicios de «Mando» para la batalla que se aproxima de Boba Fett contra el sindicato Pyke. Como no podía ser de otra manera, él acepta pero decide no cobrar por ello. Todo finaliza con Din Djarin diciendo que tiene un asunto pendiente antes de unirse al apoyo del nuevo daimyo.
Más allá de que en la práctica esto pudo haber sido el primer episodio de la tercera parte de The Mandalorian, tenemos varios hallazgos que serán más explorados cuando se dé el estreno oficial de la nueva temporada. El más importante es, a mi punto de vista, que «Mando» no tiene la intención de abandonar a Grogu. De hecho, cuando la armera mandaloriana funde la lanza de Ahsoka, él pide que le construya una armadura para el «expósito». Y ya dentro de la serie actual, por ahora únicamente tenemos esta lenta formación del ejército que apoyará a Boba. Quizá el siguiente episodio se animen a mostrarnos al ejército rival, del que no tenemos demasiada información por ahora. Nos quedan solo dos capítulos para el final.
Estudié Economía en la Udep, pero mi película favorita no es Wall Street ni mi serie favorita es Billions. En realidad no tengo ninguna favorita, por eso dedico todo el tiempo posible a ver la mayor cantidad de series y películas que pueda, y porque me gusta. Escribo también en estrimin.pe.
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CRÍTICA: La vida sexual de las universitarias – Temp 3, Ep 1
Publicado
hace 17 horasel
22 noviembre, 2024**** sobre *****
*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
Si son fanáticos de las primeras dos temporadas de “La vida sexual de las universitarias”, seguramente ya sabrán que Reneé Rapp aparecerá menos en la tercera, habiendo decidido que prefiere dedicarle tiempo a su carrera de cantante en vez de actuar. Esto, claramente, resultará en la eventual desaparición de su personaje, Leighton, en la serie. ¿Pero cómo? Pues eso es algo que no nos demoramos en averiguar en el primer episodio. Resulta que su novia, Alicia (Midori Francis) se quiere ir de la Universidad de Essex para trabajar en Boston. Y (no tan) casualmente, el profesor de matemáticas de Leighton le ofrece hablar con un colega en MIT (¡en Boston!) para que se pase a dicha universidad a estudiar matemáticas, su verdadera pasión.
Conveniente, ¿no? O sea sí, pero es lo que la serie necesita —simplemente dará mucha pena ver a Leighton irse del show. Fuera de eso, sin embargo, este primer episodio hace un buen trabajo actualizándonos con las vidas de las chicas. Kimberly (Pauline Chalamet) y Whitney (Alyah Chanelle Scott) comienzan la historia peleadas debido a que la primera se metió con el ex de la segunda, Canaan (Christopher Meyer), pero felizmente terminan amistándose para el final. Whitney, además, tiene que acostumbrarse en la vida de una sorodidad. Y por su parte, Bela (Amrit Kaur) parece encontrar una nueva motivación para mejorar como persona, luego de enterarse de que no puede cambiarse de universidad por tener un GPA demasiado bajo: convertirse en mentora para los alumnos y alumnas de primer año.
Es bastante, especialmente considerando que el episodio es relativamente corto, pero como siempre, “La vida sexual de las universitarias” se mueve rápido y sin hacerse problemas, incluyendo todo tipo de diálogos graciosos y referencias a la cultura popular. Obviamente no todos los chistes funcionan, pero ninguno es demasiado estúpido, y ciertamente se ven beneficiados por el carisma de las protagonistas. Pero lo más importante de las dos temporadas anteriores, felizmente, sigue intacto: las buenas actuaciones, la química palpable y realista entre las actrices, y la franqueza con la cual temas relacionados a sexualidad y amistad son tratados por la creadora Mindy Kaling y sus guionistas. ¡Me muero por seguir con la temporada!
****½ sobre *****
*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
Llegamos al final de lo que podría considerarse como una de las mejores series del 2024. Y felizmente, “El Pingüino” ha concluido de manera satisfactoria —más que satisfactoria, de hecho. El personaje del título (Colin Farrell) por fin se ha convertido en el verdadero villano que siempre debió ser; Sofia Gigante (Cristin Milioti) ha regresado al asilo de Arkham, para volver a vivir su peor pesadilla. Pero más importante: lo que tanto nos teníamos, terminó pasando. Vic (Rhenzy Feliz), el eterno aliado de Oswald, es asesinado por este último luego de que tienen una breve conversación, en la que el primero le confiesa que lo considera como familia. El último cuchillazo en el corazón (no literal). El último paso que Oz tenía que dar para convertirse en lo que debía ser.
De hecho, lo que postula este último episodio de “El Pingüino”, es que Oz siempre fue así. Desde pequeño. No solo porque terminó matando a sus dos hermanos, como vimos en otro flashback, si no también porque siguió viviendo con su mamá después de eso, como si nada hubiese pasado. Para él, sus hermanos eran como obstáculo que le impedían estar con su madre, y que debían ser eliminados. Quería a su madre solo para él. Quería su aceptación. Quería darle la vida que siempre quizo tener. Pero como Oz no puede obtener todo lo que quiere, y mucho menos lo más importante para él, su madre termina teniendo un derrame, el cual la deja en estado vegetativo. Todo por lo que luchó, todo por lo que mató… se esfumó en pocos minutos. Y todo lo que queda es un Oz destruido, que lo tiene todo pero a la vez nada.
Es así, pues, que “El Pingüino” nos deja con una de las mejores construcciones de un villano que haya visto en un buen tiempo. A diferencia de lo que está haciendo Sony, la serie nunca trata de redimir a su personaje central ni mucho menos. No trata de convertirlo en un antihéroe. Lo que ha hecho es obligarnos a seguir a un personaje nefasto, a un psicópata al que entendemos, pero al que nunca llegamos a justificar. Es fascinante, y se cuelga de las excelentes actuaciones de Farrell, Milioti y Feliz. De hecho, si tengo una sola queja, es que “El Pingüino” no logra insertar suficientes referencias al mundo en el que sucede (¿cómo es que Batman ha ignorado todo lo que pasa en el show?) Y aunque me encantó la aparición de la Batiseñal al final, creo que pudieron haber puesto… más. Pero eso es lo único, ¡lo juro! Por lo demás, “El Pingüino” ha concluido muy bien, y ha demostrado ser, nuevamente, de lo mejor que hemos podido ver este año en streaming.
****½ sobre *****
*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
Ya nos vamos acercando al final. En el sétimo episodio de “El Pingüino”, llamado “El Jefe”, las cosas se tornan más complicadas para el personaje del título. Su madre, Francis (Deirdre O’Connell) ha sido capturada por Sofia Gigante (Cristin Milioti), y cuando llega a su casa en busca de Vic (Rhenzy Feliz), más bien se encuentra con Sal Maroni (Clancy Brown), quien le pide lo lleve a su base de operaciones en las alcantarillas. Después de todo, se quiere vengar de Oz por haber matado a su esposa, y de paso se quiere quedar con su operación de producción y distribución de drogas para compartirla con Sofia.
Es una situación compleja, pues, de la cual, para variar, Oz logra salir. Con la ayuda de un secuaz, logra apagar las luces de su base, se escapa de las garras de sus enemigos, y termina asesinando a Maroni… bueno, más o menos. Pelean, y este parece morir de un infarto, lo cual frustra a Oz, quien siempre quiere demostrar que es el ganador y es mejor de lo que el resto cree. Pero por su parte, en una conversación con Francis, Sofia se da cuenta de algo: todo este tiempo, quizo hacer algo nuevo, ser distinta. Pero ha estado jugando el mismo juego que su padre. Por ende, cuando Oz le pide que vaya a su base para entregar a su madre, hace algo diferente: le manda una bomba. Y aunque el Pingüino sobrevive (obviamente), para variar, los que pagan las consecuencias de la explosión son los residentes más pobres de la superficie. Al igual que con la inundación del Acertijo en “Batman”, son los más necesitados los que sufren por las acciones de estos villanos.
Es así que “El Pingüino” se va acercando a su final, sorprendiéndonos con giros narrativos interesantes y demostrando que ya se está acercando a un clímax potencialmente intrigante. Disfruté del flashback a la infancia de Oz con su madre (pues resulta que el pequeño Pingüino fue el responsable de la muerte de sus hermanos… o al menos eso parece), y disfruté de la escena entre Francis y Sofia, y de la intervención del Doctor Rush (Theo Rossi) en toda la situación. Sofia sigue siendo una antagonista formidable, dejando a Oz más solo que nunca. Aparentemente sin Vic (por el momento, asumo) y con un ejército muerto. ¿Qué pasará en el último episodio de la próxima semana? Tengo mis teorías, pero como siempre, estoy seguro que “El Pingüino” logrará sorprenderme.