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*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
El sexto episodio de esta temporada de “La vida sexual de las universitarias” definitivamente estuvo mejor que el anterior. El balance entre comedia y drama estuvo mejor manejado, y en general, y al igual que algunos de los episodios previos de la temporada, se sintió más similar a lo que tanto hemos disfrutado en años pasados. Ayuda, además, que nuestras protagonistas cuenten con arcos de crecimiento que se sienten más relevantes, y por supuesto, el que el episodio haya terminado con una suerte de cliffhanger. Sí, Whiteny se lesionó, y sí, le van a dar shots de cortisona para poder seguir jugando en la temporada, pero aunque hay una solución, se siente como algo que tendrá consecuencias negativas más adelante. Habrá que seguir viendo.
Su trama, de hecho, continua con lo establecido en episodios previos: obviamente le gusta estar con Isaiah, pero cada vez que ve a Canaan comienza a tener dudas, por más de que supuestamente ahora son amigos. Por otro lado, seguimos con la historia de Kimberly en el simposio, lo cual quiere decir, tal y como lo pedí la última vez, que Tig Notaro tiene ahora un papel más grande como la Profesora Friedman (sus interpretaciones súper secas de diálogos absurdos siempre me atracan una sonrisa). Por otro lado, Bela se empecina en ayudar a Taylor a encontrar nueva pareja, lo cual resulta muy brevemente en un cameo por parte de Ruby Cruz (de “Willow” y “Bottoms”) —una pena que (al parecer) no vaya a aparecer más. Y por supuesto, tenemos a Kacey, quien comienza a salir con un chico de teatro, pero que tiene miedo de confesarle de que es virgen.
En general, todas estas historias funcionan para efectos del episodio en sí, pero también para avanzar con los intereses y objetivos de las protagonistas en relación a la serie en general. En particular disfruté de cómo Kimberly tuvo que aprender a desenvolverse en un ambiente predominantemente masculino, y de cómo Kacey tuvo que entender que tenía que ser honesta con su nuevo saliente. No hay nada espectacular en este nuevo episodio de “La vida sexual de las universitarias”, pero nuevamente: el balance funciona. Me hizo reír, sentí (como casi siempre) apego a sus protagonistas, y el balance funcionó mejor que la semana pasada. Solo espero que los episodios que quedan de la temporada mantengan este nivel de calidad.