«It’s Cow or Never» ha sido el nombre del último episodio de Peacemaker, que ha cerrado, con broche de platino -de oro es poco- la primera temporada de una serie que no dejó de sorprender semana a semana y que, para alegría de los fanáticos, ha confirmado una segunda temporada. Quizá, dentro de las muchas cosas que hay que celebrarle a esta producción de James Gunn y DC/Warner/HBO, la mejor noticia sea que, tras muchos remakes, reboots y Snyder’s Cut, por fin empieza a sentirse que el Universo Extendido de DC Comics (El DCEU, en inglés) empieza a tomar forma.
El episodio inicia con un diálogo entre Adebayo, Peacemaker y Vigilante en la minivan. Estas escenas de conversaciones entre algunos miembros del equipo fueron recurrentes en varios capítulos y han cumplido múltiples funciones como la de permitirnos conocer más de algún personaje o desarrollar la conexión entre ellos. Esta en particular, es un cold open como de sitcom, pero que ha servido para recordarnos que Chris sigue fastidiado por la traición de Leota.
Tras la intro, ya nos encontramos en las afueras de la base de las mariposas donde se encuentra la vaca que deben destruir para dar por terminada la invasión de los insectos alienígenas. Por cierto, no porque una especie pueda ser ordeñada, significa que sea una vaca, pero es parte del humor de la serie llamar así a un animal como el que se ve aquí y la verdad es que está bien. Nos quedamos allí un rato largo, con la planificación y algún contratiempo que sufre el equipo con los cascos de Peacemaker. En todo caso, sirve este momento para otro tiempo más de humor, pero sobre todo para entender que Chris aún tiene la sombra de su padre persiguiéndolo.
Lo que, personalmente, he disfrutado más del episodio es que le ha permitido tener su momento de gloria a cada uno de los personajes. Primero a Economos, quien se infiltra para plantar el casco explosivo dentro de la base y protagoniza luego un momento muy tierno y cómico a la vez, cuando se ve obligado a confesar que se tiñe la barba. Después a Vigilante y a Harcourt en pleno combate que, como no podía ser de otra forma, ha tenido notas de body horror. Y también más adelante, un momento de Adebayo, quien utiliza un casco torpedo que provoca los momentos más graciosos del episodio. Todo desemboca hacia la conversación final entre Goff y Peacemaker, quien se ve en medio de un dilema, pues el líder de las mariposas intenta convencerlo de que los humanos no saben lo que quieren y deben ser dominados para sobrevivir. Peacemaker duda por unos momentos, pero finalmente destruye a la vaca con ayuda de Adebayo.
Un cameo que incluye a dos integrantes de la Liga de la Justicia (Jason Momoa y Ezra Miller) llegando tarde a solucionar el problema es la cereza del pastel algo anunciada, pero muy disfrutable. Aunque eso no es ni es de cerca lo que redondea al episodio, sino la revelación que hace Adebayo a la prensa sobre las misiones especiales secretas que organiza Amanda Waller con criminales para reducir su condena. Este es el suceso que asegura la continuación de la historia por esta rama del DCEU. El episodio cierra con un repaso a la actualidad de cada personaje. Ah, por cierto, Goff está vivo, pero ahora no es una amenaza. De hecho, ahora es amigo de Peacemaker, quien también ha recuperado su amistad con Leota.
Ha concluido una gran serie creada y dirigida por la mente maestra de James Gunn. La siguiente vez que lo veamos dirigiendo alguna película o serie sobre superhéroes, probablemente sea para el archirrival de enfrente. Quizá el único guionista/director al que se le permite trabajar para los dos bandos y la explicación está en que, si lo que traerá es contenido similar a Peacemaker, pues bien ganado tiene ese privilegio.