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CRÍTICA – What If…? – Primera Temporada
Publicado
hace 3 añosel
“What If…?” era una de las series de Marvel Studios más esperadas del año, en un año lleno de series muy esperadas. Esto se debe no solo a que se trata del primer show animado del MCU, si no también a que trae consigo varias historias paralelas, en donde los eventos de las películas de acción en vivo se llevan a cabo de distinta manera. ¡Las posibilidades son prácticamente infinitas! Después de todo, se supone que hay miles y miles de variantes de estas historias, cada una con similitudes y diferencias propias, siempre protagonizadas por los mismos personajes… pero en diferentes contextos y en distintas situaciones. Es por eso que acá solo se ven algunas, y que ya se ha confirmado que “What If…?” tendrá una segunda temporada.
Pero me desvío un poco del tema. Lo importante es que ya, por fin, han salido los nueve episodios de esta primera temporada de “What If…?” en Disney Plus, y puedo decir, con cierta confianza, que se trata de un cumplidor comienzo. No voy a decir que es un show súper consistente ni que me destruyó el cerebro con lo genial que fue, pero a la vez, admito haberla pasado realmente bien con la mayoría de episodios. Algunos son más satisfactorios que otros, ciertamente, pero en general, no hay ninguno que me haya parecido terrible. Creo que la mayoría de personajes en “What If…?” están bien aprovechados, y que cada uno logra resaltar de diferente manera, mostrándonos como se hubieran desenvuelto si es que sus vidas hubieran tomado trayectorias distintas.
Curiosamente, esta primera temporada de “What If…?” comienza de manera algo floja, con un episodio protagonizado por Peggy Carter (con la voz de la genial Hayley Atwell), quien termina recibiendo el suero del Súper Soldado en vez de Steve Rogers. El episodio en sí es suficientemente entretenido y funciona gracias a las divertidas personalidades de sus protagonistas, pero el problema es que no se diferencia mucho que digamos de los eventos de “Capitán América: el Primer Vengador”. Los cambios son mínimos, y pareciera, casi, que los creadores tuvieron algo de miedo de desviarse del canon. Felizmente, todo esto va cambiando mientras la serie va avanzando.
Porque con cada nuevo capítulo, “What If…?” se va arriesgando más, mostrándonos eventos con diferencias más marcadas, personajes más cambiados, y posibilidades más fascinantes. Consideren, si no, el divertidísimo episodio con T’Challa haciendo las veces de Star Lord (me encantó la manera en que caracterizan a Thanos), o el trágico cuarto episodio, en donde vemos a Doctor Strange tratando de hacer de todo para recuperar al amor de su vida. Lo genial de estos episodios es que manejan tonos muy diferentes, contando historias contenidas, algunas trágicas y emotivas (y con consecuencias gravísimas), y otras más ligeras, llenas de chistes (bien propios del universo Marvel) y conflictos poco tensos.
Sin embargo, como se dio a entender líneas arriba, no todos los episodios son igual de satisfactorios. Desgraciadamente, la quinta historia, centrada en zombies, se siente algo genérica, y maneja un tono más bien errático, en donde los personajes no dejan de bromear, a pesar de ser testigos de las brutales muertes de sus amigos más cercanos. Y aunque el episodio de Party Thor es innegablemente entretenido (con un Chris Hemsworth que claramente la está pasando de lo lindo), se siente como relleno, como algo que pudo haber sido un poco más trascendental, pero que sirve, más bien, como una suerte de respiro antes de los dos episodios finales (eso sí, da gusto escuchar a Natalie Portman como Jane Foster; se siente como una suerte de preámbulo para su participación en “Thor: Love and Thunder”).
Y hablando de los dos episodios finales: desde un inicio me olía que iban a querer juntar todas estas historias, haciendo que algunos personajes se unan para enfrentar a un gran villano. No obstante, me parece que se demoraron demasiado en hacerlo. Después de todo, de los 9 episodios de la temporada, 7 cuentan historias individuales, y es recién en los episodios 8 y 9 donde tratan de unificarlo todo, dándole, incluso, un rol más activo al Watcher (con la voz del gran Jeffrey Wright). Se siente todo muy apresurado, y hasta se nota a leguas que hay un hueco, dejado por un episodio faltante (protagonizado por Gamora y Tony Stark; aparentemente lo veremos en la segunda temporada).
Es una pena pues, ya que “What If…?” debió centrarse o en historias individuales que se llevan a cabo en universos paralelos, o en una sola narrativa conjunta. El problema es que esta primera temporada trata de hacer ambas cosas a la vez, y el resultado no es del todo exitoso. No ayuda, además, que buena parte del último episodio se concentre en una batalla final que, más que nada, consiste de puñetes, patadas y rayos de colores. Considerando que algunos de estos personajes pueden manipular las diferentes realidades como les dé la regalada gana, se trata de un acercamiento poco imaginativo y hasta decepcionante del material.
No quiero sonar demasiado negativo, sin embargo, ya que, como se mencionó líneas arriba, el balance general es igual positivo. “What If…?” es una serie llena de potencial, y aunque no cumplió con todo lo prometido en esta primera temporada, al menos ya sabemos que podrá intentar mejorar en la segunda. Mezclando episodios memorables y hasta emotivos, con historias algo superficiales, y un villano central mal desarrollado (y que llega demasiado tarde), la primera temporada de “What If…?” se puede considerar como un experimento fallido… y sin embargo fascinante. Los episodios son cortos y dulces, y traen consigo ideas intrigantes… algunas de las cuales espero terminen afectando a las películas del MCU. ¡Habrá que esperar y ver!
Cofundador y editor en NoEsEnSerie.com. Bachiller en Comunicación Audiovisual por la PUCP, y miembro de la APRECI—Asociación de Prensa Cinematográfica. Integra el staff de la revista MasGamers, las webs de Nintendo Pe y Fans de Zelda Perú, el portal web Cinencuentro, y el portal de cine peruano FotografiaCalato.com. Adicionalmente, es YouTuber para el canal Aprieta Start, y formó parte del staff de prensa del 18 Festival de Cine de Lima. También trabaja como fotógrafo para Star Wars Fan Club Perú. Desde enero del 2012 publica críticas y comentarios de cine en el blog Proyectando Ideas (el cual forma parte de la Asociación de Blogs de Cine). Crítico oficial de RottenTomatoes.com. Cinéfilo y seriómano empedernido.
****½ sobre *****
*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
Llegamos al final de lo que podría considerarse como una de las mejores series del 2024. Y felizmente, “El Pingüino” ha concluido de manera satisfactoria —más que satisfactoria, de hecho. El personaje del título (Colin Farrell) por fin se ha convertido en el verdadero villano que siempre debió ser; Sofia Gigante (Cristin Milioti) ha regresado al asilo de Arkham, para volver a vivir su peor pesadilla. Pero más importante: lo que tanto nos teníamos, terminó pasando. Vic (Rhenzy Feliz), el eterno aliado de Oswald, es asesinado por este último luego de que tienen una breve conversación, en la que el primero le confiesa que lo considera como familia. El último cuchillazo en el corazón (no literal). El último paso que Oz tenía que dar para convertirse en lo que debía ser.
De hecho, lo que postula este último episodio de “El Pingüino”, es que Oz siempre fue así. Desde pequeño. No solo porque terminó matando a sus dos hermanos, como vimos en otro flashback, si no también porque siguió viviendo con su mamá después de eso, como si nada hubiese pasado. Para él, sus hermanos eran como obstáculo que le impedían estar con su madre, y que debían ser eliminados. Quería a su madre solo para él. Quería su aceptación. Quería darle la vida que siempre quizo tener. Pero como Oz no puede obtener todo lo que quiere, y mucho menos lo más importante para él, su madre termina teniendo un derrame, el cual la deja en estado vegetativo. Todo por lo que luchó, todo por lo que mató… se esfumó en pocos minutos. Y todo lo que queda es un Oz destruido, que lo tiene todo pero a la vez nada.
Es así, pues, que “El Pingüino” nos deja con una de las mejores construcciones de un villano que haya visto en un buen tiempo. A diferencia de lo que está haciendo Sony, la serie nunca trata de redimir a su personaje central ni mucho menos. No trata de convertirlo en un antihéroe. Lo que ha hecho es obligarnos a seguir a un personaje nefasto, a un psicópata al que entendemos, pero al que nunca llegamos a justificar. Es fascinante, y se cuelga de las excelentes actuaciones de Farrell, Milioti y Feliz. De hecho, si tengo una sola queja, es que “El Pingüino” no logra insertar suficientes referencias al mundo en el que sucede (¿cómo es que Batman ha ignorado todo lo que pasa en el show?) Y aunque me encantó la aparición de la Batiseñal al final, creo que pudieron haber puesto… más. Pero eso es lo único, ¡lo juro! Por lo demás, “El Pingüino” ha concluido muy bien, y ha demostrado ser, nuevamente, de lo mejor que hemos podido ver este año en streaming.
****½ sobre *****
*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
Ya nos vamos acercando al final. En el sétimo episodio de “El Pingüino”, llamado “El Jefe”, las cosas se tornan más complicadas para el personaje del título. Su madre, Francis (Deirdre O’Connell) ha sido capturada por Sofia Gigante (Cristin Milioti), y cuando llega a su casa en busca de Vic (Rhenzy Feliz), más bien se encuentra con Sal Maroni (Clancy Brown), quien le pide lo lleve a su base de operaciones en las alcantarillas. Después de todo, se quiere vengar de Oz por haber matado a su esposa, y de paso se quiere quedar con su operación de producción y distribución de drogas para compartirla con Sofia.
Es una situación compleja, pues, de la cual, para variar, Oz logra salir. Con la ayuda de un secuaz, logra apagar las luces de su base, se escapa de las garras de sus enemigos, y termina asesinando a Maroni… bueno, más o menos. Pelean, y este parece morir de un infarto, lo cual frustra a Oz, quien siempre quiere demostrar que es el ganador y es mejor de lo que el resto cree. Pero por su parte, en una conversación con Francis, Sofia se da cuenta de algo: todo este tiempo, quizo hacer algo nuevo, ser distinta. Pero ha estado jugando el mismo juego que su padre. Por ende, cuando Oz le pide que vaya a su base para entregar a su madre, hace algo diferente: le manda una bomba. Y aunque el Pingüino sobrevive (obviamente), para variar, los que pagan las consecuencias de la explosión son los residentes más pobres de la superficie. Al igual que con la inundación del Acertijo en “Batman”, son los más necesitados los que sufren por las acciones de estos villanos.
Es así que “El Pingüino” se va acercando a su final, sorprendiéndonos con giros narrativos interesantes y demostrando que ya se está acercando a un clímax potencialmente intrigante. Disfruté del flashback a la infancia de Oz con su madre (pues resulta que el pequeño Pingüino fue el responsable de la muerte de sus hermanos… o al menos eso parece), y disfruté de la escena entre Francis y Sofia, y de la intervención del Doctor Rush (Theo Rossi) en toda la situación. Sofia sigue siendo una antagonista formidable, dejando a Oz más solo que nunca. Aparentemente sin Vic (por el momento, asumo) y con un ejército muerto. ¿Qué pasará en el último episodio de la próxima semana? Tengo mis teorías, pero como siempre, estoy seguro que “El Pingüino” logrará sorprenderme.
destacado
CRÍTICA: Agatha en todas partes – Episodios 8 y 9 (FINAL)
Publicado
hace 3 semanasel
31 octubre, 2024EPISODIO 8
****sobre *****
*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
El octavo (¡y penúltimo!) episodio de “Agatha en todas partes” comienza con el breve retorno de Alice (Ali Ahn), quien al encontrarse con la Muerte (Aubrey Plaza) se entera de que ya cumplió con su misión en la Tierra; al ser una Bruja de Protección, murió protegiendo a alguien. Luego de eso, retornamos a donde Billy (Joe Locke) y Jennifer (Sasheer Zamata) escapando de la prueba anterior, y del sacrificio de Lilia (Patti LuPone). Eventualmente, se reencuentran con Agatha (Kathryn Hahn), y aunque tratan de avanzar por el Camino de las Brujas, al final se dan cuenta de que este es un círculo, y regresan a donde comenzaron.
¿O no? Porque sí terminan llegando a la última Prueba, donde Agatha se da cuenta que cada una de las brujas ha llegado al momento en donde puede (¿debe?) recibir lo que está buscando. Jennifer recupera sus poderes (resulta que era la mismísima Agatha las que los estaba bloqueando), Billy encuentra la manera de meter la consciencia de su hermano en el cuerpo de un niño que está a punto de morir, y Agatha… bueno, logra crear vida a partir de la tristeza, lo que la lleva a enfrentarse a la Muerte y, para sorpresa de muchos, autosacrificarse. ¡Resulta que no era taaaan mala después de todo!
Todo va culminando, pues, tal y como asumíamos que culminaría, pero lo más interesante ha sido reservado para el final del episodio. Ya de vuelta en casa (y luego de haber adquirido su propio traje de superhéroe y todo), Billy se da cuenta de algo, y el público es testigo de un giro bastante chocante. El Camino de las Brujas nunca existió; siempre estuvo basado en las experiencias y cosas que Billy tenía en su cuarto. Como buen hijo de Wanda Maximoff, creó su propia realidad, y trajo consigo a las brujas para meterse en ella (lo cual explica cómo es que la Muerte se va del Camino simplemente cortando un agujero en una pared falsa en el fondo… huh). Es un “twist” que funciona, pero que sí me dejó con una desagradable sensación, parecida a la del estereotípico final de “todo fue un sueño”. Y así termina, lo cual, por supuesto, me lleva a…
EPISODIO 9 (FINAL)
**** sobre *****
*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
…el último episodio de “Agatha en todas partes”, por supuesto. Es aquí, pues, que nos enteramos —a través de un flashback bastante extenso— de la vida de Agatha entre 1750 y 1756, primero cuando dio a luz a su hijo Nicky, y luego cuando vivió con él hasta el día que la Muerte se lo llevó, engañando a brujas para luego matarlas. Pero más importante, es aquí que se complementa lo revelado en el episodio anterior, mostrándonos que la Balada del Camino de la Bruja nunca fue real —simplemente era la adaptación de una canción que al pequeño Nicky se le ocurrió mientras caminaba con su madre cerca al bosque.
Por ende, es Agatha quien se inventó todo el rollo del Camino, y como se muestra en un montaje bastante memorable, quien engañó por literalmente siglos a brujas, diciéndoles que les mostraría el Camino, para luego extraerles todo su poder. Es eso, de hecho, lo que planeaba hacer con Alice, Jennifer y Lilia al inicio de la temporada, en el sótano de su casa… hasta que Billy, con su propio poder, creó el Camino por primera vez en la historia. Es así, pues, que este episodio final nos muestra claramente el arco de personaje de Agatha: comenzó la temporada como alguien que simplemente quería seguir engañando a otras brujas, como siempre, y la terminó sacrificándose por Tommy, y convirtiéndose en una fantasmita.
Es ya en el presente que la vemos así, y que llegamos al final de la serie: con Agatha y Billy saliendo a la luz, en busca de Tommy. ¿Veremos el desarrollo y desenlace de dicha aventura? Sospecho que sí, pero no sé si en una segunda temporada de “Agatha en todas partes”, o en alguna otra serie. En todo caso, se puede decir que este show terminó siendo mejor que lo que muchos esperaban; correcto, en términos generales, y en el caso de algunos episodios un poco repetitivo, pero en el caso de otros, bastante memorable. No la he pasado mal con “Agatha en todas partes”, y ahora que el personaje del título es un fantasma, me gusta la idea de seguir a Billy Maximoff en la búsqueda de su hermano. ¡Apúrense y háganlo realidad, Marvel!