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CRÍTICA: El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder (Temporada 1)
Publicado
hace 2 añosel
Hace escasos días se filtraron detalles acerca del ‘pitch’ que algunas plataformas de streaming presentaron en su momento como prospectos para nuevas producciones relacionadas a la saga de El señor de los anillos. En el caso de Netflix, por ejemplo, la propuesta fue “marvelizar” a la franquicia, creando series individuales para personajes como Gandalf y Aragorn, lo que provocó no menos que espanto en el Tolkien Estate. Si bien esto podría haber atentado contra el espíritu de la trilogía de Peter Jackson y contra la obra del propio J.R.R. Tolkien, la idea de fraccionar la historia en porciones más digeribles parecía la más lógica y sensata por la magnitud del relato que supone no solamente las adaptaciones cinematográficas que conocemos (más de doce horas de duración suma la primera trilogía en sus versiones extendidas y nueve horas la de El Hobbit), sino el resto de la obra que aún no había sido llevada a la pantalla. Amazon, decidido a obtener un buque insignia en la guerra del streaming, fue finalmente quien realizó una oferta más atractiva -no monetariamente sino por las condiciones del proceso creativo y enfoque narrativo- convirtiendo a Los anillos de poder en la serie más cara jamás creada, con un costo de US$ 125 millones por episodio si se prorratean los pagos por derechos de uso. Las pretensiones, por tanto, no eran reducidas por parte de la compañía ni tampoco por parte de los fanáticos del universo Tolkien, considerando que argumentalmente esta producción se ubica muchísimos años antes que la travesía que inició con La comunidad del anillo y que intenta abarcar una epopeya coral que magnifique la obra del célebre escritor y engrandezca todo lo que ya conocemos de Tierra Media, una tarea colosal para quien sea que se lo proponga.
Este obstáculo propio planteado como reto ya merecería cierto reconocimiento, que debía ratificarse semana a semana con el estreno de los episodios, aunque la realidad es que naturalmente la serie ha funcionado mejor cuando no todos los frentes fueron tratados al mismo tiempo, como en los episodios ‘Udûn’ y ‘Aleación’, sexto y octavo, respectivamente. En ellos, muchas de las subtramas que hemos seguido en anteriores episodios se entrelazan y el ritmo se adecua mejor a lo que podemos procesar como espectadores. No me refiero con ello a que se simplifica el libreto como recurso facilista, sino que Los anillos de poder se toma un tiempo más que suficiente para introducir a sus personajes, que no están relacionados entre sí en el principio, lo que requiere de un esfuerzo extra por procesar información que viene acompañada de vocabulario propio y relatos previos que incrementan este exceso de material narrativo en el que elfos, numenoreanos, enanos, sureños, pelosos, orcos y más especies tienen un espacio para participar. Este bombardeo le juega inicialmente en contra a la serie para ganarse adeptos, pues ninguno de los personajes tiene suficientes chances de generar una conexión emocional con la que sentirse identificado. Tenemos algunos personajes que ya conocemos de los largometrajes -aunque interpretados por otros actores por supuesto- como Elrond (Robert Aramayo) y Galadriel (Morfydd Clark), que vendría a ser la protagonista, y otros personajes de los que ya hemos escuchado como Isildur (Max Baldry) y el propio Sauron, pero poco nos invita a acercarnos y sentirnos parte de sus arcos narrativos hasta bien adentrados en la temporada, por lo que la recompensa llega prorrogada y no tanto de manera inmediata si nos referimos estrictamente al guion.
Ahora bien, con toda esta tendencia de los spin-off, la pregunta “¿necesito haber visto las películas originales para ver esta serie?” encuentra espacio también aquí. En teoría, no hace falta conocer historias posteriores como lo son las trilogías de El señor de los anillos y El Hobbit para entender Los anillos de poder que transcurre mucho tiempo antes. En la práctica, sin embargo, puede resultar ligeramente tedioso esperar a saber que es lo que se pretende plantear si es que no se conoce la importancia de los hechos hacia los que nos dirigimos, empezando por el título, ya que los anillos a los que el título hace referencia no aparecen hasta los últimos minutos del episodio final, así que un recién iniciado en la obra de Tolkien, o por lo menos alguien que no ha visto la primera trilogía cinematográfica puede estar un poco desorientado. A título personal, recomiendo ver como mínimo La comunidad del anillo, Las dos torres y El retorno del rey para que la experiencia de Los anillos de poder sea mejor aprovechada.
Pero si de experiencias hablamos, pues no hay elogios suficientes para los aciertos estéticos que la serie merece al trabajo de fotografía y efectos visuales, así como al diseño de arte y producción. Los anillos de poder no solo es la serie más cara de la historia, como decíamos, sino que posee la soberbia necesaria para demostrarlo desde cualquier aspecto en el apartado técnico. Desde el primer episodio está todo perfectamente cuidado para generar una experiencia visual digna de verse en pantalla grande, en especial en los planos generales que nos presentan las locaciones donde se desarrollan los hechos, resaltando la llegada de Galadriel a Númenor como uno de los momentos más exquisitos visualmente que he podido disfrutar en un programa de televisión.
La serie de Prime Video ha encontrado su mayor problema para ser valorada en un asunto externo del que no se podía especular mucho antes del estreno y es que haberse enfrentado tácitamente a House of the Dragon, producto derivado de Game of Thrones, puede influenciar en el juicio de valor. Quizá la serie de HBO tenga una propuesta que encandila más al público porque utiliza una fórmula novelesca que favorece a la recordación de los personajes, pero Los anillos de poder ha tomado la ruta larga, presentado una producción elegante y estilizada que tarda en dar sus frutos, pero que requiere de esa paciencia para consolidar una historia inmensa que ha destellado sus primeros buenos logros en sus últimos episodios, renovando las expectativas para la segunda temporada que llegará en 2024.
Estudié Economía en la Udep, pero mi película favorita no es Wall Street ni mi serie favorita es Billions. En realidad no tengo ninguna favorita, por eso dedico todo el tiempo posible a ver la mayor cantidad de series y películas que pueda, y porque me gusta. Escribo también en estrimin.pe.
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CRÍTICA: El señor de los anillos: los anillos de poder – Temporada 2, Episodio 8 (FINAL)
Publicado
hace 2 mesesel
3 octubre, 2024**** sobre *****
*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
Y llegamos al final. O bueno, a lo que vendría a ser el final durante los dos siguientes años, a menos que se pongan las pilas y se demoren menos en sacar la tercera temporada. El caso es que “El señor de los anillos: los anillos de poder” ha terminado por el momento, y no pudo hacerlo de mejor manera: cerrando por completo la transformación de Sauron en el verdadero Señor de los Anillos, culminando la tragedia de Cerebrimbor (Q.E.P.D.), y juntando a los pocos Elfos que quedan para que, eventualmente (muy eventualmente… como en tres temporadas, se supone) formen una Última Alianza con los Humanos y vayan a matar a Sauron. Al menos Galadriel, Gil-Galad, Elrond y Arondir (¡sí, sigue vivo!) tienen tiempo para planear.
Pero eso no es todo. También se cumplió lo que predije hace unas semanas: luego de un breve enfrentamiento con el Mago Oscuro (Ciarán Hinds), por fin se reveló que el Extraño (Daniel Weyman) es, en realidad, Gandalf, y que ha pasado por una serie de pruebas sobre las que su nuevo mejor amigo Tom Bombadil (Rory Kinnear) le advirtió. Da gusto ver de nuevo a estos personajes, y lo crean no, me imagino totalmente a Weyman como EL Gandalf —por más de que recién estemos viendo cómo consigue su Bastón y sus poderes. Y por supuesto, no podemos dejar de lado a Isildur (Maxim Baldry), quien por fin regresará a casa… pero sin poder llegar a ver a su padre Elendil (Lloyd Owen), quien se ha ido de Númenor, escapando de la cada vez más tiránica dictadura de Pharazon (Trystan Gravelle).
Como se pueden dar cuenta, este octavo episodio de la segunda temporada de “El señor de los anillos: los anillos de poder” tenía mucho qué hacer. Por ende, como siguiendo la tradición de “El señor de los anillos: el Retorno del Rey”, tiene demasiados finales, lo cual podría cansar a algunos espectadores. Pero fuera de eso, y de una escena en particular con un uso algo feo del Chroma (primera vez que pasa en la serie), no tengo muchas quejas respecto a este final temporal. Entre el enfrentamiento entre Galadriel y Sauron, la muerte de Adar (al final, ¡me dio pena!), el cambio de bando de los orcos, y todo lo ya mencionado, la segunda temporada de “El señor de los anillos: los anillos de poder” ha terminado de forma emocionante, dejando igual mucho para explorar en la siguiente. Nuevamente: solo espero que no se tarden tanto en sacarla. ¡Dos años es demasiado!
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CRÍTICA: El señor de los anillos: los anillos de poder – Temporada 2, Episodio 7
Publicado
hace 2 mesesel
26 septiembre, 2024****½ sobre *****
*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
Esto es lo que estábamos esperando.
El sétimo episodio de la segunda temporada de “El señor de los anillos: los anillos de poder” es, pues, todo lo que había estado mencionando en semanas anteriores: la culminación de lo que ha sido desarrollado en el resto de la temporada. La culminación del acercamiento de Adar a Galadriel y a la ciudad de Eregion, la culminación de la manipulación de Cerebrimbor por parte de Sauron, e incluso la culminación del rol de Mirdania en esta historia (Q.E.P.D.). Es un capítulo larguísimo (casi como un pequeño largometraje), que sin embargo avanza muy rápido, y que no tiene vergüenza de sentirse épico y emotivo e intenso. Es, pues, de lo mejor que la serie nos ha entregado hasta el momento.
Lo más llamativo el episodio, claramente, es el asedio a Eregion, el cual comienza tal y como terminó la semana pasada, para luego mostrarnos a los Orcos, muy inteligentemente, derrumbando unas rocas para bloquear el río y así poder avanzar hacia la ciudad. Mientras todo esto pasa, Celebrimbor va descubriendo la verdad: que ha sido engañado por Sauron, todo para que termine de fabricar los nueve anillos para los hombres. La escena en la que se da cuenta de cómo ha sido manipulado es excelente, no solo por como ha sido escrita y dirigida, si no también gracias a las grandes actuaciones de Charlie Vickers y Charles Edwards. Y aunque al inicio nadie le cree al pobre Lord (lo cual resulta en la muerte de Mirdania… pobre), resulta muy satisfactorio cuando Galadriel finalmente llega a la ciudad, a tiempo para rescatar a Celebrimbor y llevarse los Anillos.
Todo eso es fascinante, por supuesto, pero es la batalla lo que seguramente llamará la atención de la mayoría de espectadores, y con justa razón. Tenemos de todo: Elrond peleando como nunca en su vida; Arondir (Ismael Cruz Córdova) finalmente encontrándose con Galadriel y uniéndose a la guerra; un Trol gigante llegando a destruirlo todo, Gil-Galad comportándose como un verdadero Rey, y muchos flechazos, espadazos, máquinas de asedio y hasta una rica explosión. No llega a estar al nivel de algo como la Batalla de Helm’s Deep de “El señor de los anillos: las Dos Torres”, pero, ¿cómo podría hacerlo? En todo caso, funciona muy bien para esta historia, luce INCREÍBLE para ser una serie de streaming (la más cara de la historia, ya saben), y es extremadamente emocionante y emocional y sucia y violenta. ¿Pero el final? Chocante, repentino, y promete mucho para el final de temporada. ¡Que venga ya!
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CRÍTICA: El señor de los anillos: los anillos de poder – Temporada 2, Episodio 6
Publicado
hace 2 mesesel
19 septiembre, 2024**** sobre *****
*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
El sexto episodio de “El señor de los anillos: los anillos de poder” se siente como una preparación para el verdadero clímax de la segunda temporada. Lo cual no está mal, por supuesto —así como la semana pasada se estaban colocando las piezas en su lugar, en esta ocasión, tenemos a las piezas preparándose para atacar. Más específicamente, Sauron (Charlie Vickers) termina de manipular a Celebrimbor (Charles Edwards), llegando a ponerlo en una suerte de ilusión óptica para que no se de cuenta que Eregion está a punto de ser invadida. El Extraño (Daniel Weyman) es guiado por Tom Bombadil (Rory Kinnear) para elegir de entre dos caminos y así cumplir con su destino. El Rey Durin (Peter Mullan) termina por demostrarle a su hijo (Owain Arthur) que ha perdido la cordura por culpa de su Anillo de Poder. Y Nori (Marcella Kavenagh) se da cuenta que el autosacrificio no es la única solución para sus problemas.
Lo más atractivo del episodio, claramente, es todo lo relacionado a Sauron. Vickers sigue demostrando ser un maestro a la hora de interpretar a este Señor del Engaño, dejando en claro que todo lo que está sucediendo es parte de su Plan Maestro para dominar la Tierra Media. Es algo, de hecho, que la misma Galadriel (Morfydd Clark) le dice a Adar (Sam Hazeldine), quien a su vez logra manipularla para que le diga la verdad sobre Sauron. Sí, Galadriel comete un nuevo error (lo cual no ayudará a que sus haters se callen), pero a la vez, trata de advertirle a Adar que ir a pelear es exactamente lo que Sauron quiere, pero éste no le hace caso. Todo lo que sucede en el episodio, por ende, se siente inevitable, como estar viendo como se va desarrollando un accidente automovilístico de consecuencias fatales.
No se trata, por ende, del episodio más emocionante de “El señor de los anillos: los anillos de poder”, pero sí de uno de los más emotivos. Consideren, si no, al Capitán Elendil (Lloyd Owen), cuyo castigo por parte del nuevo gobierno de Númenor es interrumpido por la ex Reina Míriel (Cynthia Addai-Robinson), quien termina demostrando ser la verdadera heredera del trono. Ambos comparten una de las escenas más sentimentales del show, lo cual debería terminar por sellarlos como dos de los personajes más creíbles y humanos de la serie. No obstante, si algo saben del Lore de la Tierra Media, es que Al-Pharazon (Trystan Gravelle) sí fue el último gobernante de Númenor, antes de su destrucción. Entonces, ¿qué pasará con esta versión de Míriel? Pues supongo que habrá que esperar a los dos (¡!) episodios que le quedan a la temporada para averiguarlo.