«Murn After Reading» es el nombre de este nuevo episodio de Peacemaker. Un juego de palabras entre la frase «burn after reading» («quémese después de leer) y el nombre del personaje que nos causaba más intriga por los finales de los capítulos anteriores. Ha sido un episodio que ha cambiado muchas cosas y ha abierto tantos frentes por resolver que parece que los capítulos restantes no van a alcanzar para desenmarañar todo. De hecho, podría ser que no todo deba resolverse en esta temporada.
Tan solo empezando este episodio tenemos un contragiro al plot twist que nos habían anunciado dos semanas seguidas. Murn sí es una de las mariposas alienígenas, pero es un disidente que trata de detener el plan de Goff, la líder de las mariposas que tenía Peacemaker en su poder y que es la que ha originado el mayor problema de este capítulo. Sophie y Larry, los policías que están tras Chris Smith, han logrado obtener, a pesar de los intentos de Locke por impedirlo, una orden del juez para liberar a Augee y capturar a Peacemaker. Estaba perdiendo un poco la fe, pero finalmente sí veremos al padre de Chris ponerse el traje de villano de White Dragon y seguramente intentará matar a su hijo.
Por otro lado, la pareja de policías va tras el héroe y se produce una secuencia de acción muy dinámica que viene a ser la persecución en medio del bosque a Peacemaker, Eagly y Vigilante. Locke llega a salvarlos pero la mariposa que Peacemaker tenía se escapa y toma el control del cuerpo de Sophie. Entendemos ahora que el diario que Adebayo había sembrado en la casa de Chris contiene información que puede comprometer a la misión, sin embargo Locke se asegura de llevarse la evidencia. Sophie, o mejor dicho, Goff, reúne un gran número de mariposas e infecta a todos los que se encontraban en la estación de policías, incluyendo a Larry, a Locke y a los criminales. Es una escena bastante épica la que vemos desde que Sophie invade el edificio y sale con todos los humanos ya controlados por los bichos alienígenas.
El final del episodio es muy del estilo Spider-Man: Far From Home, pues Locke, ya infectado, anuncia en la televisión que Peacemaker es una amenaza para el mundo y lo incrimina de haber asesinado a gente inocente por la información que contiene el diario que fue encontrado en su casa, lo que generará una persecución contra él y todo el equipo.
Sin embargo, lo más importante del episodio recae en otros aspectos más personales de los personajes. Peacemaker se siente sobrepasado por la situación y le comenta a Harcourt que ya no desea seguir asesinando personas. Lo cierto es que desde el episodio anterior el protagonista viene realizando con una evolución bastante orgánica a convertirse en una persona más sensible y, personalmente, estoy sorprendido por lo bien que John Cena está llevando su papel. Además, Murn explica que se vio obligado a invadir un cuerpo, pero decidió hacerlo en la persona más despreciable que encontró. Aquí se abre cierto debate respecto a si es que esa vida valía menos que cualquier otra y la capacidad que tienen las mariposas para modificar las conductas de los humanos, pero recordando la vida que la persona llevaba antes. Y por último, Adebayo se encuentra en un dilema, pues cualquier acción que lleve a cabo significará traicionar a su madre, Amanda Waller, o a su equipo, que han demostrado ser buenas personas con ella.
Los conflictos están planteados, la trama está en su punto más alto y todo indica que tendremos un desenlace frenético y repleto de acción, sin perder el humor que la serie ha mantenido a lo largo de todos los episodios.