****½ sobre *****
*CUIDADO QUE HAY SPOILERS*
“El Pingüino” lo ha hecho de nuevo. Al igual que la semana, en esta ocasión tenemos otro episodio superlativo, enfocado tanto en el personaje de Vic (Rhenzy Feliz) como en el del título (Colin Farrell) y la forma en que sigue manipulando a Sofia Falcone (Cristin Milioti). Resulta, pues, que lo que ella quiere hacer es distribuir una nueva droga llamada Bliss (“Dicha” en inglés), la cual descubrió en Arkham, y está ahora sintetizando para que se convierta en la nueva “droga de fiestas” para la juventud the Gotham. Para eso, Oz le consigue una reunión con uno de los líderes de las Triadas del Barrio Chino, Feng Zhao (François Chau), que de convencerlo, les permitiría ganar muchísimo dinero y sobrepasar a la familia que traicionó a Sofía.
Pero eso no es todo. Porque lo más increíble de este tercer episodio (apropiadamente llamado “Bliss”) es el desarrollo de personajes. El prólogo, enfocado en la inundación de Gotham por parte del Acertijo en la película de “Batman”, y visto desde la perspectiva de Vic, su novia, Graciela (Anire Kim Amoda) y su familia, es de lo mejor que el show nos ha entregado. Y luego de eso, vemos como el chico se reúne con la chica después de tiempo, y esta la deja una oportunidad imperdible en bandeja: escapar con ella de la ciudad, para dejar atrás toda la tragedia y muerte y por supuesto, la vida de mafioso que Oz que le está ofreciendo. Debería ser una oferta fácil de tomar, pero Vic la duda. ¿Podría irse así no más, o el Pingüino terminaría matándolo, por más de que lo esté tratando bien?
Y es ahí donde llegamos al personaje de Oz. Farrell, como siempre, lo interpreta a la perfección, pero este episodio nos deja en claro que, efectivamente, se trata de un protagonista complejo: de una contradicción andante, violento, ambicioso, capaz de matar y amedrentar, pero también, de ser cálido y amable con alguien como Vic. Es interesante, también, cierta escena que comparte con Sofia (Milioti, como siempre, está espectacular), en donde, al borde de las lágrimas, se disculpa por traicionarla diez años atrás, pero a la vez confiesa que no se arrepiente de todo lo que pudo conseguir después. Y el final: bueno, solo digamos que Vic ya llegó a un Punto Sin Retorno, y que ya parece haber tomado una decisión; un camino para seguir. Y aunque Oz parecía quererse ganar la confianza de Sofía, su nueva compañera de negocios, al final del día, no fue capaz de ayudarla cuando lo necesitaba. Asumo que veremos las consecuencias de todo esto la próxima semana.